Redacción/CAMBIO 22

La Fiscalía General de la República (FGR) imputó el delito de homicidio a cuatro soldados por el asesinato de cinco jóvenes ocurrido en febrero en Nuevo Laredo, anunciaron este lunes autoridades judiciales.

El Consejo de la Judicatura Federal indicó que durante una audiencia inicial fueron imputados los cuatro militares de los delitos de homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa y se les impuso prisión preventiva, que deberán cumplir en una instalación militar de la Ciudad de México.

Los cuatro soldados han sido señalados de haber disparado sin justificación contra los ocupantes de una camioneta pickup, matando a cinco hombres e hiriendo a otro el pasado 26 de febrero en Nuevo Laredo, de acuerdo a un informe de marzo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Por su parte, el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo precisó que la audiencia se llevó a cabo por la causa penal 46/2023 en contra de Agustín “N”, Juan “N”, Bernardo “N” y Jorge “N”.

El organismo explicó que los delitos por los que se les acusa conllevan una pena de hasta 60 años por cada una de las víctimas: Gustavo Pérez Benites, Wilbert Mata Estrada, Jonathan Aguilar Sánchez, Gustavo Ángel Suárez Castillo y Alejandro Trujillo Rocha.

Durante la audiencia se solicitó la duplicidad del término, por lo que se acordó celebrar la continuación de esta el próximo miércoles a las 16:00 horas.

El organismo detalló que los soldados estuvieron en la audiencia virtual desde un juzgado militar en la Ciudad de México, asesorados por abogados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Mientras que las familias de las víctimas pidieron al juez poder participar en la audiencia también de forma virtual, toda vez que se consideró que “no se les brindaron medidas de protección para su traslado”.

El reporte refiere que los cuatro uniformados dispararon un total de 117 veces contra la camioneta y tres soldados dijeron que abrieron fuego para apoyar al primero de sus compañeros que comenzó a disparar.

Por su parte, la Sedena justificó el proceder de los uniformados alegando que los soldados escucharon disparos y se acercaron a una camioneta que circulaba sin placas y con las luces apagadas en las horas previas al amanecer.

Los soldados dijeron que la camioneta se estrelló contra un vehículo estacionado y que, cuando escucharon el choque, abrieron fuego.

Según los informes sobre el lugar de los hechos, no hubo indicios de que se hayan encontrado armas en el vehículo después de los disparos y la CNDH dijo que no había evidencia de disparos contra la patrulla del Ejército.

 

Fuente Latinus
redaccionqroo@diariocambio22.mx

RHM

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