• Conocida como “Los Tres Reyes Magos” en México, Orión fascina por sus estrellas brillantes como Betelgeuse y Rigel.

 

• La Nebulosa de Orión y la Cabeza de Caballo destacan como maravillas celestes visibles durante las noches invernales.

 

Redacción / CAMBIO 22

En una de tantas versiones de la mitología griega, cierto día, el gran cazador Orión llegó a la isla de Quíos, gobernada por el rey Enopión. Cuando Orión conoció a la princesa Merope, se enamoró de ella y la pidió en matrimonio. El rey aceptó con una condición, que Orión acabara con las bestias que asolaban el reino.

Orión aceptó y comenzó a matar a cuanta bestia encontraba. Una vez que el reino quedó seguro, Orión regresó al castillo para su matrimonio. Sin embargo, el rey desconoció el acuerdo y le negó la mano de su hija

 

 

Orión enfurecido, comenzó a matar a cuanta bestia se encontraba. El derramamiento de sangre fue de tal magnitud que escandalizó a los dioses del Olimpo, quienes presionaron a la diosa Gea, madre de Orión, para que le detuviera. Ella bajó e intentó razonar con su hijo, pero como es usual, el hijo no la escuchó y continuó con la matanza. Gea, no tuvo más opción que detener a su hijo de la peor manera, matándole.

Entonces envió a un escorpión, que de un piquete lo mató.

Artemisa, al estar enamorada de Orión, lo subió al cielo. Meses después, cuando Orión se oculta por el oeste, al este emerge la constelación del Escorpión, tal lejos, para que nunca más vuelva a picar a Orión.

 

 

La constelación de Orión es fácil de reconocer, conocemos las tres estrellas que forman el Cinturón de Orión, llamadas en México: Los Tres Reyes Magos.

Sus nombres son (observando al anochecer del invierno, al este): Mintaka, la de arriba, Alnilam, la de en medio y Alnitak la de abajo.

Cuatro estrellas custodian al Cinturón, formando un reloj de arena. Al norte del Cinturón brillan Betelgeuse, de color rojo y arriba Bellatrix. Mientras que al sur brillan: Rigel y abajo Saiph.

Betelgeuse y Rigel son las más brillantes. Betelgeuse es una estrella roja, próxima a morir. Brilla como 70 mil soles y es 700 veces más grande que el Sol. Si ocupara el lugar del Sol en el Sistema Solar, se acercaría a la órbita de Júpiter. Se encuentra de la Tierra a 500 años luz.

 

 

Esto significa, que su luz, viajando a la velocidad de la luz (300 mil km/s), tardó 500 años en llegar a nosotros. Estamos viendo a la estrella tal y como era hace 500 años.

Su nombre en árabe significa axila u hombro. Se pronuncia en español Be-tel-ge-us, pero es común escucharla en inglés: bitelyus.

A finales de 2019 Betelgeuse dio un enorme susto, cuando de pronto disminuyó su brillo. Se pensó que explotaría como Supernova. Sin embargo, en la primavera siguiente se recuperó. Nuevos estudios indican que masa coronal expulsada de la estrella, se enfrío y obstruyó la linea de visión desde la Tierra.

Betelgeuse no supera los 10 millones de años de edad. Nuestro Sol tiene 5 mil millones de años y va a la mitad de su vida, mientras que a Betelgeuse le quedan 100 mil años de existencia.

La corta vida de Betelgeuse se debe a que nació como una estrella gorda, con mucha masa, estas estrellas viven rápido y mueren pronto, en una explosión de Supernova. Mientras que las estrellas que nacen de talla media, como el Sol, viven más, son más estables y mueren con menos violencia, en una Nebulosa Planetaria.

 

 

Rigel, en árabe “la pierna izquierda”, es una supergigante azul, a 860 años luz de nosotros. Es 120 mil veces más luminosa que el Sol y 70 veces su tamaño. Rigel ha agotado su hidrógeno y se ha expandido. Tiene de 7 a 9 millones de años de edad y en pocos millones de años se convertirá en una supergigante roja.
Bellatrix, en latín: mujer guerrera. Brilla como 9 soles y es 6 veces más grande que el Sol, se encuentra a 250 años luz de nosotros, tiene 25 millones de años de edad.

 

Cerca de Alnitak, desde nuestra perspectiva, encontramos a la Nebulosa de la Cabeza de Caballo, una nebulosa que no brilla, pero la observamos por contraste, porque detrás de ella hay una nebulosa que sí brilla (IC 434).
La Nebulosa de la Cabeza de Caballo se encuentra a 1375 años luz de nosotros, tiene de ancho de 3.5 años luz. Solo se observa mediante la fotografía astronómica.

 

 

Pero hay una nebulosa que sí se observa a simple vista. Del Cinturón de Orión hacia el sur, sin sobrepasar a Rigel y Saiph, brilla una nubecita, es la Nebulosa de Orión, un lugar en donde están naciendo estrellas. ¡Obsérvela esta noche!

Se encuentra a 1344 años luz de nosotros, mide 24 años luz de largo y tiene una masa de dos mil soles. Con telescopio verá al centro de ella una agrupación de estrellas, el Cúmulo del Trapecio, dependiendo de su telescopio observará desde 3 hasta 6 estrellas, aunque son más.

Cuando Orión aparece en el cielo, sabemos que la Navidad y el Año Nuevo están cerca, es la constelación esperada del invierno.

 

 

 

 

Fuente: El Sol de México

redaccion@diariocambio22.mx

GAVC / GCH