En mitad de una ola de destituciones dentro del cuerpo americano, las primeras informaciones apuntan a que son 20 agentes despedidos

Redacción/CAMBIO 22  

El FBI ha despedido a varios de los agentes del cuerpo que fueron fotografiados arrodillados durante las protestas por la justicia racial en Washington, a raíz de la muerte de George Floyd en 2020. Según informa la agencia The Associated Press (AP), en contacto con fuentes familiarizadas con el asunto, el FBI había reasignado a los agentes a principios de año, pero desde entonces, los despidos se han ido sucediendo. Si bien el número de trabajadores del FBI afectados no está claro por el momento, las fuentes que AP mantiene en el anonimato estiman que serían aproximadamente 20 despidos.

Las fotografías en cuestión mostraban a un grupo de agentes arrodillándose durante una de las manifestaciones por el asesinato de Floyd en mayo de 2020. Esta movilización fue parte de la ola de reacciones y de indignación generalizada que generó el vídeo del arresto y muerte del afroamericano. Su visualización condujo a un punto de inflexión en EEUU sobre la policía y la injusticia racial.

Los despidos de los agentes, además, se producen en medio de una purga de personal más amplia en la agencia y bajo la dirección de Kash Patel. Cinco agentes y ejecutivos de alto nivel fueron despedidos el pasado mes en una ola de destituciones que, según funcionarios y exfuncionarios, ha contribuido a una disminución de la moral en el FBI.

La lista de afectados que elabora The Associated Press recoge, entre ellos, a Steve Jensen, quien ayudó a supervisar las investigaciones sobre el motín del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos. Otro, Brian Driscoll, fue director interino en los primeros días del gobierno de Donald Trump y se resistió a las demandas del Departamento de Justicia de proporcionar los nombres de los agentes que investigaron el 6 de enero. Un tercero, Chris Meyer, fue señalado incorrectamente en redes sociales por haber participado en la investigación sobre la retención de documentos clasificados por parte de Trump en su finca de Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida.

Una demanda presentada la semana pasada por tres de los agentes despedidos alega que Patel entendía que los despidos eran “probablemente ilegales”, pero tuvo que llevarlos a cabo porque recibió órdenes de la Casa Blanca. Patel ha negado recibir órdenes de la Casa Blanca sobre a quién despedir y ha dicho que cualquiera que haya sido despedido no cumplió con los estándares del FBI.

Sobre los últimos despidos, que trascendieron el viernes, no hay declaraciones del FBI.

Fuente: El Mundo

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