Redacción/CAMBIO 22 

Los períodos inusualmente calientes, conocidos como olas de calor, pueden desencadenar diversas consecuencias en la salud de las personas. Por encima de los 40° Celsius los ciudadanos pueden verse seriamente afectados.

Cuál es la temperatura corporal normal

Para su normal funcionamiento, el organismo humano requiere una temperatura interna constante. El rango de normalidad es estrecho, entre 36.5° C y 37.2° C. Por debajo de ese rango se produce la hipotermia y por arriba la hipertermia, señala Jose Luis Navarro Estrada, médico cardiólogo del Hospital Italiano de Buenos Aires y ex Presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).

De acuerdo al especialista, el mantenimiento de la temperatura corporal se realiza en el centro termorregulador en el hipotálamo (debajo de la hipófisis dentro del cráneo) a través de mecanismos neurohumorales complejos que disipan calor cuando la temperatura corporal se eleva y retienen calor cuando baja.

Cuando la temperatura interna se eleva respondiendo a un agente interno y el umbral termorregulador se modifica (en general durante procesos inflamatorios, infecciosos y otros) se produce la fiebre. En cambio, continúa Navarro Estrada, cuando se registra un aumento de la temperatura sin reseteo del umbral termorregulador, se llama hipertermia.

La hipertermia, indican los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, ocurre cuando la temperatura corporal asciende a niveles superiores a los normales y el sistema de termorregulación del cuerpo no puede funcionar correctamente. En este punto, el cuerpo no puede enfriarse solo.

El estrés por calor, la fatiga por calor, los mareos repentinos, los calambres por calor y el agotamiento por calor son formas de hipertermia. Si no se trata, esta condición puede llegar a ser mortal.

Qué temperatura ambiental tolera el ser humano

Tal como señala el cardiólogo argentino, el excesivo aumento de la temperatura ambiental (a partir de los 35° C) provoca que el mecanismo termorregulador se sienta sobrepasado.

Sin embargo, a partir de los 41° C, este mecanismo termorregulador puede llegar a dejar de funcionar adecuadamente. A partir de esa cifra, se pueden producir efectos físicos adversos. Por ejemplo, el médico explica que la pérdida de regulación hace que la temperatura aumente desmesuradamente (o sea, se produzca un golpe de calor) y si no se trata adecuadamente puede tener efectos mortales.

No obstante, aclara Navarro Estrada, los límites de tolerancia tienen variaciones étnicas, ambientales (por ejemplo, quienes viven cerca de los trópicos o en los desiertos suelen ser más tolerantes), y genéticas. Asimismo, el calor ambiental es menos tolerado por lactantes y ancianos, los cuales tienen consecuencias mucho más graves.

Sumado a eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que muchas condiciones físicas y condiciones de salud mental aumentan la vulnerabilidad a las temperaturas adversas.

“Los efectos del exceso de calor son agudos y, al recuperarse de los mismos, los pacientes no suelen tener efectos a largo plazo a menos que se hayan producido daños neurológicos, renales o cardiovasculares”, aclara el especialista.

Cómo prevenir un golpe de calor

Para finalizar, el cardiólogo resalta la importancia de tomar medidas preventivas frente a las altas temperaturas. Entre las recomendaciones, sugiere evitar la sobreexposición al calor y mantener una adecuada hidratación.

 

 

Fuente: nationalgeographicla

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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