¿Ocurrieron Las Plagas De Egipto? Explorando Los Fenómenos Naturales Que Podrían Haberlas Causado
25 May. 2024
Redacción/CAMBIO 22
Las plagas de Egipto descritas en el libro de Éxodo fueron diez calamidades enviadas por Dios para convencer al faraón Ramses II de liberar a los israelitas de la esclavitud. Según la versión bíblica, estas plagas incluyeron la conversión del agua en sangre, invasiones de ranas, piojos y mosquitos, la muerte del ganado, úlceras, tormentas de granizo, langostas, oscuridad y la muerte de los primogénitos egipcios.
La ciencia ha intentado explicar las plagas de Egipto mediante fenómenos naturales, cambio climático y enfermedades de hace miles de años. Por ejemplo, la transformación del agua en sangre podría ser atribuida a una proliferación masiva de algas rojas, Euglena anguínea u Oscillatoria rubescens, por mencionar algunas.
Los profesores Joel Ehrenkranz y Deborah Sampson, en su investigación publicada en la revista Yale Journal of Biology and Medicine, relacionaron estos sucesos con el fenómeno conocido como El Niño-Oscilación del Sur. Sus conclusiones reconocen la posibilidad del alga que pintó las aguas del Nilo. A consecuencia de la toxicidad, las ranas – la segunda plaga- buscaron escapar del agua contaminada e invadieron la tierra.
Tras la muerte masiva de los anfibios y el calentamiento climático, insectos como piojos y mosquitos podrían haber proliferado debido a las condiciones insalubres generadas. Además, la muerte del ganado y las úlceras podrían haber sido provocadas por enfermedades infecciosas o transmitidas por los mosquitos, como la fiebre del valle del Rift, la peste equina africana y el virus del Nilo occidental.
La tormenta de granizo devastadora podría explicarse por un fenómeno meteorológico extremo, mientras que la invasión de langostas habría sido una plaga natural común en regiones agrícolas, o enjambres acarreados por fuertes rachas de viento. Según la versión de Ehrenkranz y Sampson, la oscuridad total podría deberse a una densa niebla formada tras la tormenta.
Fuente: National Geographic
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