Obligados por la Violencia Dos Policías Fronterizos Solicitan Asilo en la Frontera de México con California

Un padre y una hija no identificados, que anteriormente se desempeñaron como oficiales de policía en México, comparten su historia con un equipo de Border Report antes de dirigirse a los EE. UU. para solicitar asilo

Redacción/CAMBIO 22

Dos ex policías mexicanos se enfrentaron a un terrible calvario que comenzó en octubre, cuando un cártel los secuestró y los sometió a tortura. El dúo de padre e hija, ambos empleados del mismo departamento de policía, revelaron a Border Report que sus vidas dieron un giro drástico cuando un cártel entró en su ciudad, obligando a los agentes de la ley a colaborar.

Al relatar su traumática experiencia, los oficiales, cuyas identidades y detalles específicos sobre su residencia y destino en los EE. UU. permanecen confidenciales según su solicitud y el acuerdo de Border Report, revelaron las circunstancias angustiosas.

La oficial narró la brutalidad.

“Empezaron a golpearnos, a torturarnos, me pusieron una bolsa en la cabeza y empezaron a asfixiarme”, dijo la policía. “Me apuntaron con una pistola al estómago diciendo que me iban a disparar a menos que mi padre y yo accediéramos a trabajar con ellos”.

Mencionó que la agresión continuó durante unas horas hasta que sus captores finalmente se fueron.

En ese momento, huyeron con éxito de la parte trasera de la residencia donde estaban retenidos, abriéndose paso hacia una ladera verde y pasando la noche en medio de la selva.

Al amanecer, se apresuraron a regresar a su residencia, agarrando algunos elementos esenciales mientras persuadían a otros dos miembros de la familia para que los acompañaran. Inicialmente, buscaron refugio en la casa de un familiar en el estado de Jalisco, donde recolectaron fondos y artículos de primera necesidad. Posteriormente, la hija, junto con su madre y un hermano, se separaron del padre hasta Navidad cuando se reunieron en Tijuana.

Después de varias semanas en el Albergue Ágape, cruzaron con éxito la frontera el lunes por la mañana para iniciar el proceso de solicitud de asilo.

Utilizaron el cruce fronterizo PedWest en el puerto de entrada de San Ysidro para ingresar a los EE. UU.

“Nunca podremos volver atrás”, dijo la mujer, expresando su temor por sus familiares que permanecen en su ciudad natal.

Los oficiales relataron cómo su comunidad, una vez pacífica y tranquila, se había librado de las actividades de los cárteles y la violencia hasta hace unos meses, cuando un elemento indeseable ingresó a la zona. El padre, oficial de policía durante 19 años, destacó la honestidad y el arduo trabajo de su departamento de policía antes de los cambios inquietantes.

Relataron el trágico incidente en el que 13 compañeros oficiales, incluidos sus dos supervisores, fueron asesinados por el crimen organizado después de negarse a colaborar con el cártel. Informes noticiosos de finales de octubre confirmaron una emboscada en Guerrero que resultó en la muerte de 13 policías.

La hija expresó su gratitud y dijo: “Si no fuera por la gracia de Dios, también nos habrían matado”.

Los agentes, junto con sus familiares, expresaron su intención de residir con familiares en Estados Unidos, concretamente en una ciudad de la costa este. Al igual que a muchos solicitantes de asilo, se les han asignado fechas judiciales para iniciar sus casos, un proceso que puede extenderse durante varios años antes de que se resuelva.

Fuente Borderlandbeat

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