Nuevo Atropello contra Ciudadanos Colombianos por el INM; Niegan la Entrada al País a Campesinos que Participarían en Encuentro de Agroecología

• Los extranjeros, de nacionalidad colombiana, acusaron de humillación y maltrato a las autoridades migratorias.

Redacción/CAMBIO 22

Un grupo de campesinos colombianos que viajó a México para un programa de intercambio de experiencias y conocimiento sobre agroecología en la península de Yucatán fue retenido este sábado 30 de noviembre en el Aeropuerto Internacional de Cancún y tras varias horas les comunicaron que no eran admitidos en el país, regresándolos en el siguiente vuelo a Colombia, denunciaron las diferentes asociaciones y colectivos que serían sus anfitriones.

Eran 10 personas, campesinas y campesinos, pertenecientes a las organizaciones Coagros, Asogranjas, Asociación Convite Campesino, Fundación San Isidro y funcionarios de Agrosavia, SENA, Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia y GOPA-AFC, quienes “fueron deportados, humillados y maltratados. Este grupo viajaba a la península de Yucatán para participar en un intercambio con nuestras organizaciones, con el respaldo de la cooperación alemana y académicos de la ENES Mérida de la UNAM”, señalaron los denunciantes en un comunicado de prensa.

El plan era realizar un viaje de estudios a México con productores de Boyacá, Colombia, y otros actores clave del proyecto agroecológico colombo-alemán, con el fin de conocer y analizar prácticas agroecológicas en la península de Yucatán, fomentar el intercambio de conocimientos tradicionales y visiones políticas sobre la agroecología, y propiciar el diálogo entre productores para enriquecer perspectivas y fortalecer la cooperación en torno a los saberes y enfoques agroecológicos entre ambos territorios.

“Desde hace dos meses organizamos este intercambio de experiencias con campesinas, campesinos y representantes de organizaciones de Colombia, son 10 colombianos que venían con la intención de conocer experiencias que estamos trabajando en la península de Yucatán en el tema del fortalecimiento de saberes campesinos y agroecología”, explicó Dulce Magaña, integrante del centro agroecológico y de conservación Náaybi Lu’um, con sede en Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo.

La agenda de la visita incluía actividades en las localidades de Felipe Carrillo Puerto en Quintana Roo y Chacksinkín, Mama, Tekit, San Crisanto, Mérida y Sinanché, en Yucatán; y se llevaría a cabo del 30 de noviembre al 6 de diciembre, pero al llegar el grupo al Aeropuerto Internacional de Cancún fueron retenidos por Migración sin que se les diera alguna explicación y permanecieron en condiciones de hacinamiento hasta que les informaron que eran inadmitidos y por ende les regresarían en el siguiente vuelo a su país.

“No pudimos tener acceso a ellos para brindarles el apoyo, comprobar que tenían una carta de invitación, reservaciones, vuelos, había todos los elementos para demostrar que todo estaba organizado para su estancia. Estamos indignados por el trato que recibieron… son organizaciones campesinas, incluso ministerios del gobierno colombiano. Nos parece un caso muy injusto y no podemos asegurarlo pero creemos que tiene que ver (la inadmisión) con el perfil de personas que venían, que son campesinas y campesinos”, destacó Dulce Magaña. Mencionó que es importante que este tipo de casos sean visibilizados “porque esto lo que ocasiona es que nos rompan los lazos de comunicación con otros países”. 

Por su parte, Ivonne Abigaíl Vázquez, colaboradora de Suumil M’óoktan y quien organizó la logística del viaje, detalló que se realizarían visitas y actividades en coordinación con la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES Mérida), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); el Centro Agroecológico y de Conservación Náaybi Lu’um, de Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo; la organización Guardianes y Guardianas de Semillas del Sur de Yucatán; el Solar Agroecológico Yáax Chée y el Colectivo Suumil Mookt’an. Reiteró que los visitantes contaban con un itinerario, reservaciones de transporte y alojamiento y la invitación de las instituciones mexicanas con las que realizarían el intercambio cultural.

“Lo que nos han dicho hasta ahora es que se llenó el formato de Migración y en ningún momento se les entrevistó, prácticamente los tuvieron retenidos por tres horas, casi cuatro, y cuando los soltaron fue para llevarlos al avión de regreso a Colombia y nos comentaron que fueron básicamente escoltados por agentes hacia el avión sin ninguna explicación, Migración no les dijo por qué les hacían eso, no les entrevistó ni les dejaron llamar o poder resolver algo con su consulado, no se comunicaron a los números que habíamos puesto como responsables, nada”, manifestó Ivonne Vázquez.

De acuerdo con el comunicado compartido, “este no es un caso aislado. En los últimos años se ha convertido en una práctica sistemática retener injustificadamente a ciudadanos de países latinoamericanos, en su mayoría colombianos, en las salas de Migración de los aeropuertos mexicanos… (el grupo que llegó a Cancún) fueron despojados de sus celulares, y aislados, durante varias horas, en un espacio que describen como celdas, con personas que llevaban varios días allí, en condiciones deplorables”.

“Las organizaciones que nos habíamos preparado con gran entusiasmo para recibir a las hermanas y hermanos campesinos colombianos y a sus compañeros, expresamos nuestra más profunda indignación por el trato inhumano y discriminatorio que recibieron. Como grupos comunitarios y organizaciones trabajamos para evitar este tipo de atropellos a nuestra integridad e identidad, por eso rechazamos enérgicamente todo acto de racismo y de violencia hacia nuestra profesión, nuestro trabajo y nuestras luchas colectivas. Como agricultores mayas y guardianes y guardianas de semillas exigimos que este caso sea investigado y visibilizado como una violación de derechos humanos. Consideramos que no hay razones válidas para impedir que nos reunamos a intercambiar experiencias valiosas cuyo fin es proteger las semillas y el territorio”, mencionan los demandantes.

Fuente: La Jornada

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