Olivia Vázquez/CAMBIO 22

CANCUN, Q. ROO, 8 de junio.- No hay justificación alguna para que no se tenga una regulación más amplia en el sistema de hospedaje residencial que a pesar de la pandemia sigue fortaleciéndose en los destinos del Caribe Mexicano. Este tipo de oferta hotelera es igual de letal al empleo y el desarrollo de lo que son los cruceros para los destinos, pues ante alguna eventualidad, simplemente no llegan o en su caso de hospedaje, retoman su uso de suelo original, pero los cuartos no se van ni se pueden quitar.

En un análisis presentado por Francisco Madrid, director del Centro de Investigación y Competitividad Turística  (Cicotur), señaló que la informalidad y la falta de barreras de entrada hacía el hospedaje residencial, sigue propiciando un crecimiento explosivo de esta modalidad que representa una competencia desleal para la industria formal al no cumplir con ningún tipo de requerimientos que se exigen a un hotel.

En total, estimó que se tienen más de 20 mil unidades, distribuídas en este corredor turístico, que se llevan un promedio de 25 millones de dólares en promedio en ventas de hospedaje.

“El crecimiento de esta modalidad es muy superior al crecimiento del turismo. En el caso de la Riviera Maya se han dado meses donde se han vendido más de 70 millones de dólares, como febrero pasado”, expresó.

 

Esta oferta, que no tiene nada de atractiva en materia de tarifas, pues se están en promedio dando similar a la que ofrece un hotel, sigue creciendo y en ello, señaló que no hay justificación para que esta industria siga operando sin regulación, por lo que es importante poner un freno atención al tema y se debe comenzar con el uso de suelo.

A nivel nacional, 9 estados del país, cobra el impuesto al hospedaje a estas plataformas, sin embargo hay otros aspectos como predial, uso de suelo, luz y demás que deben pagarse en el mismo piso parejo que la hotelería formal.

 

o.vazquez@diariocambio22.mx

RAM

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