El Primer Ministro ha liderado el país durante casi una década, pero se ha vuelto muy impopular en los últimos años debido a una amplia gama de problemas, incluido el alto costo de vida y la elevada inflación. 

No existe un mecanismo para que el partido de Trudeau lo obligue a renunciar a corto plazo. Podría renunciar, o su partido podría ser expulsado del poder por un voto de censura en el Parlamento, lo cual desencadenaría una elección que probablemente favorecería al Partido Conservador.

Si su partido sobreviviera a un voto en el Parlamento —lo que parece cada vez más improbable—, Trudeau podría optar por permanecer como Primer Ministro hasta que se celebren elecciones

He aquí un vistazo más profundo a los posibles caminos para Trudeau y Canadá:

Trudeau podría renunciar y permitir que otros liberales compitan por su cargo

Si Trudeau renuncia, lo que los analistas políticos consideran un escenario probable, los liberales necesitarían elegir un Primer Ministro interino para liderar el país, al menos hasta que se celebren elecciones.

Aún no está claro quién sería el candidato más probable para cualquier rol interino.

A largo plazo, una persona que probablemente buscaría liderar el Partido Liberal después de Trudeau es Mark Carney, quien fungió como presidente del Banco de Canadá y, posteriormente, del Banco de Inglaterra. Carney ha mostrado interés desde hace tiempo en incursionar en la política y convertirse en Primer Ministro.

Otro posible candidato es el nuevo Ministro de Finanzas de Trudeau, Dominic LeBlanc.

LeBlanc, exministro de Seguridad Pública y amigo cercano de Trudeau, acudió recientemente con el Primer Ministro a una cena con el Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en Mar-a-Lago.

Las preocupaciones sobre el liderazgo de Trudeau se agravaron el lunes, cuando Chrystia Freeland, exministra de Finanzas, renunció al Gabinete. Freeland fue muy crítica con el manejo de la economía por parte de Trudeau frente a los altos aranceles que Trump ha amenazado con imponer. Poco antes de que Freeland anunciara su decisión, el Ministro de Vivienda canadiense también renunció.

 

“Mi suposición es que si uno o dos ministros más renuncian, él estará acabado, se verá obligado a renunciar”, dijo el historiador canadiense Robert Bothwell.

Con los votantes profundamente descontentos, el Parlamento tiene la autoridad para intentar sacar del poder al Partido Liberal de Trudeau mediante la celebración de un voto de censura que desencadenaría una elección anticipada. Y si la mayoría del Parlamento vota en contra de su Gobierno, Trudeau sería “borrado en la elección”, dijo Bothwell.

Trudeau se va quedando sin espacio de maniobra

Debido a que los liberales no tienen una mayoría absoluta en el Parlamento, han dependido durante años del apoyo del Nuevo Partido Democrático (NPD), de izquierda, para aprobar legislación y mantenerse en el poder. Pero ese apoyo prácticamente se ha esfumado: el líder del NPD ha pedido la renuncia de Trudeau, y eso allana el camino para que el Parlamento apruebe el voto de censura.

Después del martes, el Parlamento cerrará por las vacaciones hasta finales del próximo mes, y un voto de censura podría agendarse en algún momento después de eso.

El Partido Conservador, que tiene una ventaja considerable en las encuestas sobre los liberales, no ha pedido públicamente la renuncia de Trudeau. Y debido a las tácticas que el Partido Liberal puede desplegar para retrasar un voto de censura, los conservadores quizás no puedan forzar el voto de censura durante los próximos dos meses, dijo Nelson Wiseman, profesor emérito en la Universidad de Toronto.

La aprobación del voto de censura desencadenaría una elección inmediata.