Niegan Inscripción a Niña con Autismo en Escuela de Tulum; Madre Denuncia Discriminación y Falta de Apoyo Educativo

• Herrera Hernández llamó a las autoridades educativas de Quintana Roo a tomar cartas en el asunto y garantizar el acceso a una educación inclusiva. “Negarle el derecho a estudiar a un niño con discapacidad es discriminación. No solo mi hija fue rechazada, somos muchas familias que seguimos esperando ser escuchadas”

Redacción / CAMBIO 22

TULUM  a 31 de octubre.— La historia de Juliana Guadalupe Herrera Hernández, madre de una menor con autismo, ha generado indignación en redes sociales tras denunciar presuntos actos de discriminación en una escuela pública de Tulum, donde le fue negado el cupo a su hija pese a que el sistema oficial reportaba lugares disponibles.

La madre relató que decidió dar de baja a su hija de una institución anterior debido a que la maestra la mantenía distraída con un teléfono celular y la catalogaba como una niña agresiva, sin comprender su condición médica. “Mi hija no es agresiva, tiene autismo y otras condiciones que requieren comprensión y atención especializada. Desde que llegó, la trataron como si fuera un problema”, expresó.

En busca de un ambiente más adecuado, acudió a la Secretaría de Educación para tramitar la reinscripción, donde le informaron que debía hacerlo directamente en una escuela con cupos disponibles. Así, se dirigió a la primaria Gregorio Pérez, la cual, según la plataforma digital de “Padres en Línea”, mostraba siete lugares vacantes.

Sin embargo, al presentarse en el plantel, el director le negó la inscripción. “Me dijo que no había cupo y que ahí no contaban con apoyo para educación especial. Le expliqué que mi hija tiene discapacidad, pero fue tajante: no hay cupo y no podemos recibirla”, relató Herrera Hernández.

Ante la negativa, acudió al supervisor escolar, identificado como el profesor Ariel, para levantar una queja. “Ni siquiera me dejaron presentar la queja. Me dijeron que debía seguir un lineamiento, pero ¿qué lineamiento justifica negarle educación a una niña con discapacidad?”, cuestionó.

Juliana subrayó que su experiencia no es un caso aislado. “Somos muchas mamás con hijos autistas que vivimos lo mismo. No hay maestras sombra, los CAM no nos aceptan, y en las escuelas regulares nos cierran las puertas. Nos exigen que los niños se adapten, pero el sistema no se adapta a ellos”, señaló.

Posteriormente, la madre acudió a la escuela Tulum, en la colonia Sub-Centro, donde la directora aceptó inscribir a la menor sin obstáculos. “Me dijo que el martes nos presentaramos para conocer el salón y ver cómo adaptarse. Esa es la diferencia entre excluir y tener empatía”, afirmó.

Herrera Hernández llamó a las autoridades educativas de Quintana Roo a tomar cartas en el asunto y garantizar el acceso a una educación inclusiva. “Negarle el derecho a estudiar a un niño con discapacidad es discriminación. No solo mi hija fue rechazada, somos muchas familias que seguimos esperando ser escuchadas”.

redaccion@diariocambio22.mx

GPC