Redacción/ CAMBIO 22

CANCÚN, QRoo, 21 de abril de 2025.- Lo que pudo ser una jornada ordinaria en el Aeropuerto Internacional de Cancún se transformó en una escena que rozó el desastre.

Un autobús de transporte turístico, operado por la empresa Del Valle, terminó incrustado contra la estructura metálica de la Terminal 3, en un acto que pone en evidencia no solo la imprudencia al volante, sino una peligrosa cadena de negligencias.

El conductor, quien supuestamente cuenta con una licencia federal, ignoró por completo los señalamientos de altura máxima.

Intentó forzar el paso de un vehículo de gran tamaño bajo un techo visiblemente más bajo, como si el sentido común también hubiera quedado atrapado en la cabina.

La estructura tembló. Los testigos gritaron. El caos no tardó en adueñarse del lugar.

Afortunadamente, no hubo heridos, pero el susto dejó claro algo: en uno de los aeropuertos más transitados de América Latina, un solo error humano alimentado por fallas sistémicas puede desatar el pánico en segundos.

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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