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• Necesariamente Incómoda

 

Redacción / CAMBIO 22

Grisell Balderas Jonguitud, originaria de San Luis Potosí y residente en Playa del Carmen, Quintana Roo, lleva más de cinco años en una batalla legal por recuperar a su hijo Matías, separado de ella desde 2020 tras una denuncia falsa por parte de su ex pareja, Ernesto “N.”, a quien denuncia como su agresor vicario, se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la violencia vicaria e institucional, sin embargo, a días previos a la Navidad, se encuentra en plantón en unas instalaciones del Poder Judicial de Quintana Roo, en búsqueda de justicia.Su lucha ha sido larga, dolorosa, discriminatoria y violenta, un ejemplo de que los avances para garantizar los derechos de las mujeres solo han quedado en las leyes y en el discurso de la clase política de ayer y hoy.

2020: Comienza la separación de su hijo Matías, tras una denuncia falsa promovida por su ex pareja. Grisell Balderas inicia su lucha legal y activista, denunciando manipulación del menor y uso del sistema judicial como herramienta de control.

3 de septiembre de 2022: Presenta formalmente la denuncia por violencia vicaria, delito tipificado en Quintana Roo desde el 23 de agosto de 2022.

21 de mayo de 2023: Un juez de control vincula a proceso a Ernesto “N.” o Edén, por violencia vicaria, convirtiéndose en el primer caso en Quintana Roo y el segundo a nivel nacional. Se le imponen medidas cautelares: firma periódica, prohibición de salir del estado y alejamiento de Grisell, salvo visitas supervisadas en el Centro de Convivencia Familiar.

El juez ordena un peritaje psicológico al menor, reconociendo el riesgo de manipulación, y exige que se presente al menor a una “escucha activa” el 7 de junio de 2023.

El entonces magistrado Carlos Lima Carvajal, ahora en retiro, revoca la vinculación a proceso, a pesar de las pruebas periciales. Balderas denuncia esta acción como violencia institucional y una burla a las mujeres y a los derechos humanos en general.

La Fiscalía Especializada en Delitos contra la Mujer solicitó prisión preventiva justificada, pero es negada por el Poder Judicial de Quintana Roo.

Un peritaje confirma que el hijo de Grisell fue inducido a mentir por su padre.

La Fiscalía General del Estado se desistió dos veces de la acción penal por falta de elementos, lo que contrasta con las pruebas presentadas.

Grisell Balderas acusa al juez Martín Alberto Zetina Zavala de ignorar sus peticiones y de estar involucrado en redes de corrupción, incluyendo la venta de depósitos judiciales de menores por 80 mil pesos.

Diciembre de 2025: Balderas inicia un plantón indefinido frente al Poder Judicial de Playa del Carmen, exigiendo la restitución de su hijo. La audiencia clave, programada inicialmente para el domingo 14 de diciembre, fue pospuesta al miércoles 17, lo que intensificó su protesta.

Lleva más de una semana en resistencia, bajo el lema “El sistema de justicia me tortura”.

Ha pasado cuatro navidades sin su hijo, lo que ha denominado “Navidad Vicaria”.

Abril de 2025: Presenta la propuesta de la “Ley Mathias”, para tipificar como violencia vicaria la separación forzada de hermanos.

Su caso fue presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Recibe apoyo de colectivas feministas y usuarios del sistema judicial, convirtiéndose en un símbolo de la lucha contra la violencia vicaria e institucional.
En unas líneas que Grisell escribió para Maya sin Fronteras hace unas horas nos dice:

Entre tantos expedientes, carpetas de investigación, videos, fotos, datos, publicaciones, etc. en las que vivimos sumidas las madres víctimas de violencia vicaria, a veces hay que estudiar bien todo de manera minuciosa porque hay información cómo esta que les comparto.

En el año 2021 me vincularon a proceso por el supuesto delito de violencia familiar en contra de mi hijo Mathias, sin embargo yo demostré tanto a la fiscal Rocío del Carmen Paxtian Cosme, a mi entonces defensor público Raymundo Elizondo Gaona, al juez de control penal Fernando León Chávez y al juez de control penal David Montoya Absalón, que esa denuncia era falsa y que existía un peritaje donde mi hijo declaraba que su papá le pidió que mintiera para denunciarme.

Es decir, nuestro agresor vicario sentó a mi hijo en una fiscalía a denunciar a su propia madre, con mentiras, aún así el sistema judicial misógino de Quintana Roo protegió al agresor, el proceso penal en mi contra continuó a pesar que yo ya tenía en resguardo a mi hijo Mathias en el Estado de San Luis Potosí pero nunca lo senté a declarar en contra de su papá y siempre me negué a sentarlo frente a autoridades a declarar a favor o en contra de sus propios progenitores, porque el uso de hijas e hijos como escudo siempre lo hacen los agresores vicarios y es traumático para toda la vida.

Pero en el año 2021, el juez David Montoya me exigió revincular a mi hijo con su agresor en videollamadas libres sin supervisión, yo no sabía que el juez no debía invadir la esfera familiar y obedecí y me arrepiento tanto porque nunca debí permitir esas videollamadas que tanto afectaron a Mathias.

Esta es una de esas veces que Edén ejerció sus violencias sobre Mathias y encima, cuando sale la verdad a la luz, Edén le echa la culpa a Mathias de mentir en vez de asumir su responsabilidad de haber inducido y manipulado a su propio hijo. Además en audiencia posterior el mismo Juez David Montoya Absalón, quien se da baños de moral en sus audiencias, me exigió regresar a Mathias a Quintana Roo para que pudiera vivir con Edén a cambio de darme la suspensión condicional del proceso penal en mi contra.

¡QUÉ MADRE QUE AMA A SU HIJO VA A ENTREGARLO A CAMBIO DE SU LIBERTAD! Me negué rotundamente y cuando el juez Montoya me dio el uso de la voz le dije: NO VOY A ENTREGARLE MI HIJO A UN AGRESOR ALCOHÓLICO Y DROGADICTO y el juez me interrumpió, golpeó muy fuerte su mallete y me condenó: ¡SE VA A JUICIO! Y así es como ahora sigo enfrentando el juicio penal 72/2021 y no me voy a rendir ni a agachar frente a ningún corrupto, así que comparto las pruebas y apelo a la justicia divina de Dios porque no habrá tribunal terrenal que nos someta a las madres cuando se trata de defender a nuestras hijas y a nuestros hijos… y por eso no me dan lo libertad.

Ahora Grisell, desde el 10 de diciembre de 2025 se encuentra en un plantón en instalaciones del Poder Judicial de Quintana Roo en Playa del Carmen, debido a que el nuevo juez penal, Hugo Uribe Nicolás, volvió a diferir una audiencia.

La audiencia de sobreseimiento del juicio penal en contra de Grisell Balderas Jonguitud ha sido diferida ya dos veces por el nuevo Juez de Control Penal Hugo Uribe Nicolás, en ambas ocasiones bajo el mismo argumento de que no se cumplen las condiciones para llevar a cabo la audiencia a pesar de que la víctima, en este caso el ofendido Edén B., fue notificado efectivamente de la fecha, hora y lugar así como su asesora particular ya que el miércoles 17 de diciembre ambos se conectaron a la audiencia pero, como una de las tantas argucias de estas dos personas para seguir dilatando dolosamente los procesos judiciales, se salieron de la sala cuando el juez ya había ingresado lo cuál quedó registrado por el secretario de actas.

Acto seguido el juez se pronunció nuevamente en contra del artículo 327 del Código Nacional de Procedimientos Penales el cual indica que “la incomparecencia de la víctima u ofendido debidamente citados no impedirá que el órgano jurisdiccional se pronuncie al respecto”, es decir, la audiencia ya cumplía con las condiciones de legalidad para desarrollarse, pero el juez Uribe, otra vez difirió la audiencia hasta el lunes 22 de diciembre a las 10 A.M.

 

 

 

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