Nadie Pudo Detener el Ecocidio del Tren Maya
16 Oct. 2023
Redacción/CAMBIO 22
De nada sirvieron los fallos de tribunales internacionales, los amparos, las leyes y las protestas desfilaron por todos los ámbitos sociales pero no pudieron parar la devastación, el etnocidio y el ecocidio que la obra del Tren Maya ocasionó en la península de Yucatán, sobre todo de Cancún hasta Calakmul.
El poder presidencial de Andrés Manuel López Obrador y los gobiernos emanados de la Cuarta Transformación son cómplices silentes de la mayor depredación forestal y ecológica de México.
En días recientes un Premio Internacional de Fotografía revivió la polémica: “Esta imagen refleja uno de los mayores ecocidios en la historia de la península de Yucatán. Más de 6 mil hectáreas (más de 10 millones de árboles) han sido deforestadas para dar lugar a las vías de un tren que recorrerá 5 estados en el sureste de México”, fue lo que publicó el fotógrafo mexicano originario de Yucatán, Fernando Martínez Belmar quien ganó el premio de fotografía organizado por el Museo de Historia Natural de Londres.
En la descripción de la fotografía que publicó en su cuenta de Instagram agregó que el mega proyecto del gobierno federal está causando daños muy graves en la selva maya, una de las regiones con una mayor biodiversidad. También amenaza la viabilidad de la mayor fuente de agua en la península de Yucatán, comprometiendo el futuro de miles de personas que viven en la zona.
De acuerdo con los científicos y especialistas, las consecuencias ambientales a largo plazo serán devastadoras y el daño podría ser irreversible, sin embargo, el gobierno federal ha sido omiso en cuestiones ambientales e incluso las dependencias ambientales han sido omisas y poco transparentes respecto al tema.
Finalmente en su post Martínez Belmar agregó: “estoy muy agradecido por haber sido reconocido como ganador en la categoría “Photojournalism” en el prestigioso concurso “Wildlife Photographer of the Year” organizado por el museo de historia natural de Londres. Un agradecimiento especial a mis amigos de @jaguarwildlifecenter y a todas la personas que han estado luchando en contra de este ecocidio.”
La imagen con con la que ganó Martínez Belmar, de 37 años de edad y nacido en la ciudad de Mérida en el Peninsular estado de Yucatán, fue llamada “The Tourism Bulldozer“.
“La foto captura la magnitud y la violencia de la deforestación. La clave de esta foto es la escala. Los árboles imponentes parecen cerillos. Infunde casi una sensación de pánico: la laceración en la Tierra que parece continuar para siempre en nuestro futuro”, indicó la jurado Celina Chien.
Para llegar a un punto desde el que poder lanzar su dron, Fernando Martínez tuvo que recorrer cuatro kilómetros de un sistema de cuevas subterráneas. El resultado final de su viaje fue la imagen galardonada, la cual fue tomada en el polémico Tramo 5 del Tren Maya, que se planea sea inaugurado una parte a mediados de diciembre del presente año.
“Si bien los trenes son una forma de transporte más respetuosa con el medio ambiente, los conservacionistas advierten de consecuencias devastadoras”, se indicó en la ficha.
El Wild Life Photographer Of The Year es considerado uno de los máximos galardones a nivel internacional sobre fotografía de naturaleza.
El Tren Maya, con una inversión de entre 15 mil millones y 20 mil millones de dólares, es una obra emblemática de López Obrador para los cinco estados del sureste del país: Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán.
Diversas organizaciones nacionales e internacionales han manifestado su preocupación derivado de esta obra por el posible impacto negativo a los derechos humanos de los pueblos indígenas mexicanos y en el medioambiente de la zona.
Miles de voces se han unido para denunciar que el megaproyecto del Tren Maya tendrá un efecto de fragmentación territorial, provocará ruptura de ecosistemas y afectará negativamente a comunidades indígenas y sus territorios ancestrales, como lo dictaminó el Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza en un nuevo veredicto en relación a dicha obra del gobierno cuatroteísta.
Según este fallo, el megaproyecto perjudicará 23 Áreas Naturales Protegidas (ANP), incluidas las Reservas de la Biósfera de Sian Kaan y Calakmul, siete Regiones Terrestres Prioritarias (RTP), 11 Regiones Hidrológicas Prioritarias (RHP) y 10 Áreas de Importancia para la Conservación de Aves.
Agregó que el ruido generado por el Tren Maya y las obras conexas ya han estado causando perjuicios a la fauna silvestre de la Península de Yucatán, y podrían alterar los patrones de comportamiento de los animales y afectar su capacidad de comunicación, alimentación y reproducción.
El Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza evaluó los argumentos y pruebas presentados en su octava audiencia local, que se llevó a cabo en Valladolid, Yucatán, en marzo pasado.
Los jueces del Tribunal recorrieron las comunidades de Pisté, El Señor-Xmaben y Tihosuco, donde participaron delegados de varias regiones, y escucharon testimonios de comunidades indígenas mayas. Además, realizaron una verificación in situ de los daños causados a la naturaleza en Quintana Roo.
Desde la firma del veredicto se confirmó que el megaproyecto continúa exacerbando la degradación ecológica de los ecosistemas.
Los datos revelados en junio de 2023 indican que se han destinado alrededor de 10 mil 831 hectáreas para la construcción del Tren Maya, y 61% de esas áreas fueron sometidas a procesos de deforestación.
Además, en agosto de 2023 se identificó un “estrés hídrico” causado por la construcción del tren, que está teniendo graves consecuencias en el acuífero de agua dulce en Yucatán.
Este acuífero se encuentra sobre una extensa capa de agua salada proveniente del mar, y cuando los pozos de agua dulce son sobreexplotados, el agua salada los reemplaza, resultando en un aumento perjudicial de la proporción de agua salada en pozos, cenotes y acuíferos, lo que tiene efectos irreversibles en los ecosistemas locales.
Datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) revelan que 49.8% de los pozos de agua dulce utilizados en la Península de Yucatán presentan contaminación por materia orgánica (DBO), situación que agrava aún más la crisis ecológica en la región.
El tribunal reconoció que se han violado derechos de la naturaleza y derechos bioculturales del Pueblo Maya. Estos derechos incluyen la protección de su territorio, cenotes, cuevas, selvas, biodiversidad, y cultivos tradicionales, así como de los seres no humanos que habitan estos ecosistemas. Esta violación se considera un crimen de ecocidio y etnocidio, y el Estado mexicano es responsabilizado por estas violaciones fundamentales.
También se declara que han sido vulnerados los derechos de la Madre Tierra, incluidos los derechos a la vida y a existir, a ser respetada, a la regeneración de su biocapacidad y a continuar sus ciclos y procesos vitales libres de alteraciones humanas, el derecho al agua como fuente de vida, a la salud integral y a estar libre de contaminación, polución y desechos tóxicos o radioactivos.
El veredicto solicita a las autoridades mexicanas suspender de inmediato el megaproyecto en todas sus dimensiones, así como desmilitarizar los territorios indígenas.
Se exige cesar el despojo de tierras ejidales y revisar los procesos de despojo y expropiación ya realizados. Además, se llama a garantizar la seguridad de las personas que defienden la naturaleza.
El tribunal exhortó a empresas e inversionistas del proyecto a respetar los derechos colectivos de los pueblos, y al gobierno federal, a revisar la Ley Agraria y realizar reformas constitucionales para reconocer a la Naturaleza como sujeto de derechos y a los Pueblos Indígenas como sujetos de derecho público.
Como parte de las medidas de reparación integral, el Tribunal solicitó una auditoría independiente y multidisciplinaria, en colaboración con las comunidades afectadas, con el objetivo de evaluar de manera exhaustiva los impactos derivados del proyecto. Además, emitió una orden para reparar y restaurar los ecosistemas que han sufrido daños como consecuencia de la construcción del ferrocarril y sus instalaciones adyacentes. Ninguna autoridad involucradas hizo caso de la sentencia y recomendaciones
Óscar David Lozano Águila, director general de Tren Maya desde septiembre pasado, anunció que el Tramo 2, que se extiende desde Escárcega hasta Calkini, en Campeche, se encuentra prácticamente completado.
Durante la conferencia mañanera del 2 de octubre informó que en los 234 kilómetros de vía sencilla se están realizando trabajos de nivelación.
Adicionalmente, las cinco estaciones planificadas para este tramo están cerca de su finalización, y la cochera y la base de mantenimiento tienen un progreso cercano a 60%.
Se han completado 315 de los 325 drenajes transversales planeados, así como 190 de los 210 pasos para vehículos, peatones y fauna.
Antonio Gómez García, director general de Grupo Carso, empresa responsable de la construcción del Tramo 2, señaló que el tramo se divide en dos subtramos, norte y sur, donde trabajan 978 máquinas y seis mil 68 personas.
De los amparos contra el Tren Maya, desde su inicio a la fecha, se estima ya suman un total de 58, sin embargo todos fueron desechados o ignorados. El poder presidencial en México esta por encima de cualquier ley, de cualquier protesta, de cualquier tribunal internacional. Demasiado tarde para que se detenga la obra. Todos nos arrepentiremos, sobre todo en Quintana Roo de no haber iniciado una locha social de grandes magnitudes para frenar los sueños destructivos de Andrés Manuel López Obrador…Demasiado tarde.
Con Datos de Reporte Maya
AFC