• La presidenta municipal Maricarmen Hernández Solís ha sido señalada en múltiples ocasiones por mantener una administración indiferente a las necesidades de las comunidades rurales de su demarcación

 

Redacción/ CAMBIO 22

FELIPE CARRILLO PUERTO a 18 de abril.— Entre montones de basura, malos olores y un evidente abandono institucional, la comunidad de Muyil vive una crisis ambiental y social que ha sido ignorada por las autoridades municipales. Pese a su ubicación estratégica entre la ciudad de Tulum y el nuevo Aeropuerto Internacional “Felipe Carrillo Puerto”, Muyil ha sido relegada por la administración que encabeza Maricarmen Candelaria Hernández Solís, presidenta municipal de este municipio.

El panorama en esta comunidad maya es desolador. Las calles están invadidas por residuos sólidos, tiraderos improvisados y animales carroñeros que buscan alimento entre los desperdicios. Vecinos denuncian que desde hace meses no se realiza una recolección eficiente de basura y que los servicios básicos, como agua potable, alumbrado público y mantenimiento de caminos, brillan por su ausencia.

“Vienen a tomarse la foto cuando hay elecciones o eventos, pero luego nos dejan entre la basura y la oscuridad”, dijo uno de los vecinos.

Muyil no solo es una comunidad habitada por familias que sobreviven con dignidad pese a la negligencia institucional. También es un punto clave dentro del corredor turístico-cultural de la Riviera Maya, al encontrarse a escasos metros de la zona arqueológica del mismo nombre y de la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an, Patrimonio Mundial de la UNESCO. Sin embargo, el abandono de sus calles y espacios públicos representa no solo un riesgo sanitario para sus pobladores, sino también una contradicción para el discurso turístico que promueve la región.

La presidenta municipal Maricarmen Hernández Solís ha sido señalada en múltiples ocasiones por mantener una administración indiferente a las necesidades de las comunidades rurales de su demarcación. Muyil es tan solo un ejemplo del olvido sistemático en el que viven decenas de pueblos mayas que forman parte del municipio de Felipe Carrillo Puerto. Pese a contar con una riqueza cultural invaluable y una ubicación privilegiada, estas comunidades enfrentan el rezago, la falta de servicios básicos y un gobierno ausente.

La situación en Muyil no requiere discursos ni promesas, sino acciones urgentes, responsables y sostenidas. Porque mientras se promociona al sur de Quintana Roo como una joya turística, sus comunidades continúan hundidas, no solo en basura, sino en el abandono institucional más indignante.

 

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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