• “Durante el diálogo él siempre insistió en que la información era falsa y que hubo dolo. Antes de terminar le aseguré que el video sería publicado íntegro por interés de ambas partes”.

 

Redacción/ CAMBIO 22

Quiero hablar de un episodio que ocurrió el 27 de febrero de 2023. En ese momento en SinEmbargo, tres semanas antes, publicamos una serie de reportajes en donde detallamos la fábrica de libros que Ricardo Monreal Ávila instauró en el Senado de la República como líder de la Junta de Coordinación Política.

La investigación mostró contratos a sobreprecio y el tema creció luego de que dos senadores se quejaron de que sus firmas fueron falsificadas para la compra de miles de ejemplares de la obra del zacatecano.

Como lo platicamos en distintos espacios y quedó asentado en los reportajes, desde un día antes de que se publicara el reportaje –que contó con cinco entregas– solicitamos la postura de Monreal Ávila.

No ocurrió el encuentro hasta ese 27 de febrero. Fue por la tarde, en el Senado.

La entrevista quedó como un gran retrato del personaje en cuestión. Buscó, mientras grabábamos, poner en duda mi investigación al asegurar que era falsa y que yo no supe usar la Plataforma Nacional de Transparencia, por lo que en consecuencia le dañé su reputación.

Durante el diálogo él siempre insistió en que la información era falsa y que hubo dolo. Antes de terminar le aseguré que el video sería publicado íntegro por interés de ambas partes.

Luego de 30 minutos terminamos la entrevista. Apagamos las cámaras, tanto las de su equipo como el de SinEmbargo. Yo iba acompañada de Perla Velázquez, que se encargó de la producción y ella tomó su celular para grabar aspectos y poder vestir los videos que acompañarían la entrevista.

Llegamos a la redacción para revisar el material y empezar a preparar la publicación.

En esa revisión Perla encontró una declaración clave. Monreal asegura en el video que hasta después de publicado el reportaje pidió que se regresara el dinero, que era cerca de 1 millón de pesos de uno solo de los contratos.

“Es mejor que nada”, sentenció.

Efectivamente, el documento que en la entrevista no me entregó, tiene una fecha de reintegro posterior a la publicación del reportaje.

Saco este episodio porque ese Monreal del 27 de febrero de 2023 es el mismo que veo airoso tras aprobar en Diputados la Reforma al Poder Judicial.

Es un Ricardo Monreal que desde ese momento a la fecha no batalló y no quedó relegado de los principales puestos políticos que disputó su partido.

Porque no solo fueron los libros: fue que el Senado no investigó las compras públicas con irregularidades porque Monreal fincó toda una estructura que le garantizó protección, a pesar de que públicamente Ignacio Mier dijo que el caso estaba en manos de la auditoría interna.

Fue que documentamos que él y Sandra Cuevas utilizaron a los comerciantes de la Alcaldía Cuauhtémoc para llenar sus mítines políticos.

Fue que luego peleó con Sandra Cuevas y ella dijo que rendiría su testimonio sobre cómo Monreal operó en contra de Morena en la Ciudad de México en aquella fatídica elección intermedia de 2021.

Y es el mismo Monreal que tiene a muchos zacatecanos cansados del control que tiene toda la familia Monreal en esa entidad desde hace décadas.

Pero parece que nada es suficiente y que no hay gota que derrame el vaso en el mundo monrealista. Siempre hay una segunda, tercera y cuarta oportunidad.

Hubo pocas dudas del cargo que él tendría en la Cámara de Diputados. He escuchado a modo de justificación que “así es la política” y que por lo tanto, los personajes de esa naturaleza son necesarios.

Pero si miramos únicamente los últimos tres años de Monreal, yo pongo estas preguntas sobre la mesa: ¿Cuánto tiempo pasará para que Monreal empiece, otra vez, a ver únicamente por Monreal? ¿Hasta cuándo será válida la frase que nos lleva a una permanente resignación de que “así es la política”? ¿se mantendrá para justificar que incluso el partido que planteó la renovación de la vida política nacional lo mantiene en un lugar privilegiado?

Será tarea de Claudia Sheinbaum encargarse de lo que venga desde ese frente. El Presidente López Obrador optó por dejar de reunirse con Monreal, pero dada la agenda tan robusta de reformas que está en el corto plazo, quizás esa no será opción para la Presidenta que parece destinada a sobrellevar un mal necesario o más bien, una bomba de tiempo que hoy se viste de protagonista patriótico en la aprobación de las reformas constitucionales del obradorismo.

Fuente: Sinembargo
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