Modernización de la Avenida 10 en Playa del Carmen, Obra Faraónica Necesaria o solo Propaganda Política

Redacción/CAMBIO 22

Playa del Carmen, a 22 de julio de 2025.- En el revuelo que generó la publicación del “Proyecto de modernización de la avenida 10, entre las avenidas Juárez y CTM de la localidad de Playa del Carmen” en redes sociales, en respuesta al video que postearon en la fanpage oficial de la presidenta municipal, Estefanía Mercado, donde asegura que solo son “fake news” el tema de la tala y reubicación de árboles ubicados en el camellón central. Pero vaya que sí contempla la eliminación del camellón central de la mencionada avenida y donde sobreviven más de 160 árboles, así como la reducción de la vialidad a un solo sentido entre otras amenidades. Deja en claro que para el Gobierno de Estefanía Mercado su lema del “all inclusive” al “todos incluidos” solo es propaganda política ya que, como en otros proyectos, no escucha, ni incluye a la voz de la población que se muestra preocupada ante inminente ecocidio, que de ser llevado a cabo traerá más caos que modernidad a la zona turística de Playa del Carmen.

En cualquier parte del mundo, la obra pública es una de las herramientas más importantes de un gobierno. No se trata solo de construir calles o levantar bardas; sino también de planificar a futuro, de generar condiciones dignas para vivir, de impulsar el desarrollo con visión social y no con sed electoral. En teoría, la obra pública debe ser un reflejo del compromiso con el bien común. Sin embargo, en la práctica —al menos en Playa del Carmen— parece más un pretexto para hacer política con presupuesto público. Típico de los gobiernos morenistas que utilizan estos proyectos para escalar políticamente, en el caso de Estefanía Mercado para competir junto a Gino Segura por la candidatura para gobernador(a) del Estado de Quintana Roo a realizarse dentro de dos años.

Un claro ejemplo de ello es lo que sucede con la avenida 10 de Playa del Carmen, donde bajo el pretexto de “modernizar” una de las arterias más representativas de la ciudad, se pretende sacrificar más de 160 árboles. Muchos de ellos han acompañado a esta comunidad por más de tres décadas. Se trata de framboyanes, maculís y palmas que, además de embellecer el entorno, cumplen funciones vitales: regulan la temperatura, ofrecen sombra y constituyen un patrimonio natural e histórico que no debería borrarse con maquinaria ni decisiones opacas.

Otro punto que preocupa es que se pretende reducir a un solo sentido, de sur a norte, la vialidad en el tramo de las avenidas Constituyentes – CTM, para darle continuidad a la avenida como está desde Plaza Paraíso, hasta la avenida Constituyentes. Para esta modificación que eliminaría el carril de norte a sur, en el render del proyecto se estaría eliminando el camellón central, para dar paso a uno más pequeño que divide a lo que será una ciclopista y los árboles quedarían confinados en pequeñas jardineras.

En este caso no se contempla que se desviara el tránsito de vehículos de norte a sur en ese tramo a la avenida 15 Norte que, desde la avenida 38 hasta la avenida Constituyentes simplemente no existe, y qué decir de la avenida 25 Norte. Por lo que tendrían que subir hasta la avenida 30, misma que se vería sobrecargada, ya que en la actualidad es otra de las arterias más importantes y con bastante tráfico en el primer cuadro de la ciudad.

De llevarse a cabo, se genera la siguiente duda: ¿Cómo es posible que una obra que supuestamente obedece al interés colectivo no cuenta con ninguna planeación detrás? La respuesta es simple: porque no es una obra pensada para la gente, sino para la foto, para cortar listones, para sumar puntos en la narrativa del “gobierno que transforma”.

Lejos de abrir el diálogo, revisar el proyecto o escuchar las voces ciudadanas, la reacción oficial fue minimizar la indignación pública. En lugar de asumir responsabilidad, salieron a decir que todo era fake news. Que no se alarmen, que todo está bien, que no se tirarán árboles —hasta que el tiempo demuestre lo contrario.

Es ahí donde radica el verdadero problema: cuando la obra pública se convierte en obra política, la participación ciudadana estorba, la transparencia incomoda y el medio ambiente se vuelve un obstáculo. Cuando los proyectos no se explican, no se discuten ni se evalúan socialmente, lo que queda no es desarrollo, sino imposición.

Cabe destacar que la ciudadanía no se opone al progreso. Por el contrario, se opone a que lo llamen progreso cuando en realidad es otra cosa: improvisación, capricho o negocio. Se opone a que las decisiones se tomen en escritorios cerrados, sin preguntar, sin escuchar, sin respetar los procesos ni los recursos naturales.

Un ejemplo fue el acercamiento de la asociación medioambientalista “Moce Yax Cuxtal” con la Secretaria de Obra Pública Municipal, Doris Ake, para presentar su postura y propuesta alternativa para la modernización de la Avenida 10, que es a favor de la conservación de los árboles y una alternativa  ante el proyecto de modernización de la Avenida 10 (tramo Constituyentes – CTM).

La propuesta fue desarrollada en colaboración con el Arq. Héctor Gangoiti Haro, quien presentó un escenario de conservación y mejora integral, donde se respeta el camellón central y sus árboles,   buscando armonizar el  desarrollo urbano con naturaleza, resiliencia climática y bienestar social.

En este proyecto alternativo se propone: conservar el camellón central y los árboles existentes, aumentar la masa arbórea con especies nativas.  Ampliar el espacio peatonal y crear un andador verde y accesible.  Ciclovías seguras y bien diseñadas.  Espacios públicos seguros y de calidad y el diseño biofílico y enfoque socio-ecosistémico.

También entregaron resultados de una encuesta ciudadana que respalda ampliamente estas ideas.

A la reunión también asistió el Sr.Offner Arjona Vazquez, representante de los pequeños hoteleros de Playa del Carmen, quien manifestó su preocupación por que las obras inicien justo en temporada vacacional, afectando gravemente a los negocios de la zona.

Desde MOCE seguimos apostando por una ciudad que respeta su naturaleza, su gente y su futuro.

En resumen, los playenses no están en contra de la obra pública. Están en contra del uso político de la obra. De las decisiones unilaterales disfrazadas de modernidad. De los árboles talados para que alguien corte un listón. De las calles rotas sin aviso porque alguien necesita justificar un contrato.

Desde este gobierno, en el cual también tienen una visión del ir del “all inclusive” al “todos incluidos” y de pensar en un turismo sostenible, queda claro que ni están tomando en cuenta a ciudadanos y profesionales que, ante la crisis climática que enfrentamos —más calor, más sargazo y afectaciones al turismo—, urgen y manifiestan que los recursos públicos se destinen a proyectos sostenibles y verdaderamente prioritarios.

Porque ya va para un año de gobierno y las otras obras faraónicas que prometió en las mesas ciudadanas y discurso de toma de protesta se están llevando muy lentamente o simplemente inexistentes, como lo es el Hospital de la Mujer. El portal maya en la zona norte y las ventanas al mar y a la selva, por mencionar algunas en tema turístico y que hasta ya son promocionadas en los foros de promoción turística a nivel nacional e internacional.

Es por eso que deben de dejar de estar simulando y ensayando con proyectos que pretenden dejar “su legado” en la ciudad, pero que quedan como un mal recuerdo, como es el caso de la Quinta Avenida en el anterior gobierno morenista que, ante el capricho de la entonces alcaldesa Laura Beristain, se realizó con material de baja calidad que, a días de ser concluido, comenzó a romperse, teniendo casos graves en las calles de acceso a vehículos que, por el peso, tuvieron que remover adoquines de mala calidad por concreto hidráulico y que, ante la molestia de los ciudadanos, solo se limitaba a contestar “deja que termine la obra, les va a encantar”, minimizando la voz del pueblo.

Ante este panorama, la primera etapa de la obra comienza en una semana, aproximadamente, que contempla el tramo de la avenida Juárez a la avenida Constituyentes. Se espera que realicen las modificaciones o realmente escuchen a quienes ofrecen proyectos más a favor de la conservación y la sostenibilidad, que es lo que necesita la zona turística de Playa del Carmen.

redaccion@diariocambio22.mx

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