Redacción/CAMBIO 22

JOSÉ MARÍA MORELOS, 7 de noviembre. –   Concebidos como un ambicioso proyecto que prometía transformar el campo de José María Morelos, los invernaderos de “La Presumida” fueron financiados con millones de pesos del erario público para promover una producción agrícola de alta calidad en un ambiente controlado. El proyecto incluía la implementación de paquetes tecnológicos para garantizar cultivos eficientes y sostenibles. Sin embargo, hoy en día, esos invernaderos, una vez emblemáticos, se han convertido en estructuras abandonadas y deterioradas que ahora se venden como chatarra.

El invernadero de “La Presumida” es el más reciente en ser desmantelado y vendido, reduciendo así la multimillonaria inversión a unas pocas toneladas de metal con valor de chatarra. “Muchas de estas estructuras ya no son reutilizables; han estado mucho tiempo abandonadas y muchas partes están en tan mal estado que simplemente no sirven”, explicó Rafael López, comprador de la infraestructura. Según López, el metal recuperado de los invernaderos asciende a unas cuatro toneladas, con un precio de aproximadamente 2,500 pesos por tonelada.

A pesar de los recursos millonarios destinados a estos invernaderos, hoy su único valor está en el reciclaje de lo poco que queda en buen estado. López añadió que algunas piezas podrían guardarse para intentar restaurarlas, pero reconoce que gran parte de la estructura está en condiciones tan críticas que su reutilización es prácticamente imposible.

Este caso pone en cuestión el destino de la inversión pública en proyectos de desarrollo agrícola en la región. La falta de mantenimiento, sumada al abandono prolongado, ha hecho que estas instalaciones, diseñadas originalmente para detonar la economía local, terminen como monumentos al desperdicio. Es necesario que las autoridades aclaren cómo se administraron los fondos públicos y qué plan de seguimiento hubo para proteger esta inversión.

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

JFCB

WhatsApp Telegram
Telegram