Militares Muestran su Lado Oscuro

Ciudad de México, 15/10/24 .- En las primeras dos semanas del gobierno de Claudia Sheinbaum, las Fuerzas Armadas han sido señaladas por su participación en la presunta muerte de al menos 15 civiles y la desaparición ilegal de 10 personas en diversos estados del país, incluidos Tamaulipas, Chiapas, Colima y Guerrero.

Estos incidentes ocurren en el contexto de la aprobación de la reforma constitucional que coloca a la Guardia Nacional bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional, una medida central en la estrategia de seguridad de la presidenta, a pesar de las advertencias de activistas sobre la persistencia de la militarización en México.

Organizaciones de derechos humanos han criticado esta estrategia, señalando que la militarización en sexenios anteriores resultó en un aumento de la violencia y en numerosas violaciones de derechos humanos.

“No puede repetirse una situación así», afirmó Sheinbaum tras la muerte de seis migrantes a manos del Ejército en Chiapas, prometiendo tomar medidas. Sin embargo, en los días siguientes, se registraron más incidentes similares.

El 1 de octubre, un grupo de migrantes fue atacado por elementos del Ejército en la carretera Villa Comaltitlán-Huixtla, Chiapas. Los militares dispararon contra una camioneta que circulaba a alta velocidad, tras escuchar supuestas detonaciones, lo que resultó en la muerte de 6 migrantes y heridas a otros 16. Las víctimas eran originarias de Egipto, El Salvador y Perú. Dos soldados implicados en los hechos fueron separados de su cargo y puestos a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR).

Durante el segundo fin de semana del gobierno de Sheinbaum, tres personas murieron en incidentes que involucraron al Ejército y a la Guardia Nacional en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Yuricie Rivera Elizalde, enfermera del IMSS, fue presuntamente asesinada por disparos de militares mientras viajaba con su familia el 11 de octubre.

Al día siguiente, una niña de ocho años, Lidia Iris, murió en medio de un enfrentamiento entre la Guardia Nacional y civiles armados. También en ese enfrentamiento murió Diego Alfredo, un joven de 18 años con huellas de tortura que, según se presume, había sido secuestrado.

Además de los asesinatos, ocho personas desaparecieron en Colima en las primeras semanas del gobierno de Sheinbaum.

Un video fechado el 1 de octubre muestra a presuntos policías estatales y elementos de la Marina entrando en un domicilio en la capital del estado, tras lo cual se reportaron las desapariciones. Seis de las víctimas fueron asesinadas, y dos fueron encontradas con vida, una de ellas víctima de agresión sexual. La FGR investiga a los elementos de la Marina como presuntos responsables.

En Guerrero, ocho personas fueron detenidas en Petatlán por elementos de la Marina el 11 de octubre, en un operativo denunciado por los habitantes como violento. Testigos aseguran que los agentes no presentaron órdenes de arresto y agredieron a mujeres y causaron daños en las viviendas.

A pesar de estos graves incidentes, la presidenta Sheinbaum no ha emitido declaraciones sobre algunos de los casos, lo que ha generado preocupación entre las organizaciones de derechos humanos, que ven con inquietud el creciente papel de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública bajo su mandato.