Olivia Vázquez / CAMBIO 22

CANCÚN, Q. ROO, 31 de marzo.- La zona hotelera de Cancún colapsó este fin de semana del pico mayor del periodo vacacional de Semana Santa con los miles de turistas y locales que decidieron vacacionar en este corredor turístico que ya muestra la sobrecarga de ocupación en sus vialidades y en servicios.

Con una ocupación que superó el 92% en la zona hotelera de Cancún, los 10 accesos que se tienen para playas públicas fueron insuficientes para recibir a miles de visitantes que se dieron cita este fin de semana en Cancún, los cuáles saturaron los espacios y arenales para disfrutar un día de diversión.

El bulevar Kukulkán presentó fuertes cuellos de botella en las zonas de mayor afluencia turística como Punta Cancún, frente a Plaza la Isla, algunos tramos de los primeros tres kilómetros del corredor y puntos rojos que se generaron por algunos momentos en la zona frente a plaza Kukulkán, donde desembocará el puente Nichupté.

En el corazón de Cancún, donde se concentra la vida nocturna de este destino y en donde se encuentran al menos tres de los 10 accesos a las playas, el tránsito se mantuvo lento prácticamente todo el día y los cierres de retorno, forman una fila de casi dos kilómetros y más de 20 minutos para poderlos atravesar por cualquier automovilista o camión de transporte.

En las paradas de autobús, se revela el fuerte flujo de visitantes locales, regionales, pero también nacionales e internacionales que se mueven por transporte público para visitar todos los puntos de interés del destino.

Las paradas más concurridas son las que se ubican justo frente a las playas públicas donde caminan cientos de visitantes de un lado a otro para ingresar o salir de los arenales.

En playas, las sombras son las más cotizadas y docenas de turistas, sean o no de la misma familia tratan de obtener un metro de sombra para poder disfrutar el día en tanto los botes de basura se vuelven insuficientes desde tempranas horas por el volumen de visitantes que hay en la zona.

Lo mismo sucede en Playa del Niño, donde el mayor flujo es local y en donde se atora el tránsito por momentos en tanto se busca un lugar de estacionamiento.

Ya en la zona hotelera, en plazas como la Isla, que luce un rio artificial ya verdoso, la falla de servicios como elevadores y falta de estacionamiento, por momentos es insuficiente para recibir a los miles de turistas.

En cajones, lo mismo sucede en todo el corredor de 28 kilómetros, donde los espacios de estacionamiento son casi mínimos y zonas de playa que tienen estacionamiento, prácticamente están saturadas y muchos automovilistas se ven obligados a cambiar de planes pues no pueden ni bajarse a la playa.

En el jardín del arte, la Semarnat desde hace muchos años mantiene ocupados los dos estacionamientos que se tenían y que dejan prácticamente sin acceso al jardín del arte de miles de turistas y más allá, en el mirador y en los últimos kilómetros, el estacionamiento prácticamente es mínimo y solo playa Coral 2, es la que ofrece uno que otro lugar para las visitas.

 

o.vazquez@diariocambio22.mx

ADG

 

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