Renán Castro Madera/CAMBIO 22

El cadáver que apareció torturado y abandonado en la carretera federal Mérida-Cancún, tramo Valladolid Nuevo del municipio de Lázaro Cárdenas, obedecía al nombre de Carlos Amezcua Rivas.

Fue ejecutado por el cártel de Caborca tras responsabilizarlo de haber delatado el escondite dónde abatieron al jefe en la zona Centro de esa organización criminal  Jesús Sarmiento Martínez “El Pelusa”.

Además lo culpan de haber informado a cuerpos de seguridad federales sobre la ubicación donde habían instalado y operaban el laboratorio clandestino de drogas sintéticas  en montes de la comunidad de Andrés Quintana Roo en el municipio de Felipe Carrillo Puerto.

Además el cártel de Caborca responsabilizó a Amezcua Rivas de haber llevado a los investigadores al vivero donde producían plantas de marihuana en las cercanías del poblado de Limones demarcación del municipio mencionado.

Carlos Amezcua Rivas, fue ubicado por el cártel de Caborca, cuando intentaba huir al vecino estado de Yucatán, tras delatar a sus ex cómplices que habían sufrido importantes bajas, además de la muerte de cuatro sus integrantes en la comunidad de Río Indio en el municipio de Othón P. Blanco, cuando intentaron emboscar a un pelotón del Ejército el pasado dos de junio.

El diario CAMBIO 22, en su edición de ayer publicó que en el municipio de Lázaro Cárdenas, se realizó  el hallazgo de un cuerpo sin vida, encontrado en la carretera acompañado de un narcomensaje.

La ubicación del cuerpo maniatado y torturado, fue reportado antes del mediodía de ayer, por lo que policías municipales de Lázaro Cárdenas llegaron al poblado Valladolid Nuevo, encontrando a orilla de la carretera el cuerpo.

La zona fue acordonada y momentos después llegaron agentes ministeriales y peritos criminalistas, quienes se encargaron del procesamiento de la escena del crimen.

Los peritos vieron que se trataba de un hombre joven, el cual presentaba huellas de tortura, disparos de arma de fuego, encontrando junto al cuerpo una cartulina verde con un mensaje.

“Esto le va a pasar a todos los chapulines, sapos, traidores y a todos los que hablen mamadas. Seguimos cuidando el terreno. Att. Gente del Chaparrito” (sic).

El cuerpo fue trasladado al SEMEFO en calidad de desconocido.

Pero la muerte de esta persona que al parecer traicionó al cártel de Caborca se empezó a gestar desde el dos de junio pasado cuando días antes se habían cateado y asegurado varios predios, causando considerables bajas económicas y detención de colaboradores de la organización criminal que dirige la familia Caro Quintero.

Y el diario CAMBIO 22, lo narró así: La muerte de uno de los líderes del Cártel de Caborca en la zona Centro-Sur, de Quintana Roo ocurrió porque habían planeado una emboscada en contra de los elementos del Séptimo Regimiento de Caballería Motorizada, señalan versiones cercanas al Gobierno.

Y es que dicha emboscada se había planeado tras el desmantelamiento del laboratorio para la producción de fentanilo que habían montado en las cercanías del poblado de Andrés Quintana Roo y las diversas casas de seguridad que aseguraron los elementos del Ejército, además del vivero donde estaban produciendo plantas de marihuana para el cártel de Caborca.

En las redes sociales personas afines al poderoso cártel propiedad de la familia Caro Quintero, que desde el sexenio joaquinista se afianzó en la zona Centro y Sur de la entidad, habían mandado mensajes en donde amenazaban a los cuerpos de seguridad que habían participado en los operativos.

Mencionaban que les pasaría lo mismo que a las personas cuyas cabezas aparecieron frente a la Guarnición Militar Cancún, a principios de semana.

En sus mensajes de redes sociales los cómplices del Cártel de Caborca, hacían mención que la mañana del martes llevarían a cabo la Ley del Talión, “Ojo por ojo, diente por diente”, en donde la mañana del martes atacarían a los elementos del Ejército que habían llevado hasta Río Indio, en represalia por los “golpes” que les habían propiciado al desmantelarles su centro de operaciones instalados en el poblado de Limones del municipio de Felipe Carrillo Puerto.

“Los habían citado”, bajo el engaño de que en una casa veraniega de Río Indio, municipio de Othón P. Blanco, se encontraban reunidos un grupo de gente armada y urgía la presencia de los elementos del Ejército, dijeron fuentes consultadas e informadas del suceso.

Sin embargo la reacción de los uniformados logró evitar la celada y dar muerte a cuatro de los sicarios que habían planeado la venganza en contra de los militares.

En dicho enfrentamiento ocurrido en las cercanías de Río Indio, municipio de Othón P. Blanco, el Ejército Mexicano se vio obligado a abatir a 4 sicarios, entre ellos Jesús Sarmiento Martínez, conocido como “El Pelusa”, quien era jefe de sicarios del Cártel de Caborca y mano derecha de Miguel Ángel Medina Meza y Martín Caro Monge, destacados miembros de la organización criminal.

Además de darle muerte a “El Pelusa”, los cuerpos de tres sicarios más fueron encontrados en el lugar de los hechos. Se identificaron como Jesús Ruiz Valier, de 25 años y originario de Tabasco, Noé Ruiz Valier, de 20 años, y José Alfredo Ramírez Varo, de 18 años. Estos individuos también estarían vinculados al Cártel de Caborca.

En otro operativo donde desmantelaron un laboratorio de drogas sintéticas ubicado cerca del poblado de Andrés Quintana Roo, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, se registró la detención de cuatro personas sospechosas de estar involucradas en la producción de drogas.

Los detenidos fueron identificados como Luis Miguel PK y Ángel Jesús PK, hermanos originarios del poblado X-Hazil Sur, municipio de Felipe Carrillo Puerto, y Brayan Orlando C.S. y Carlos Alfredo S.B., ambos originarios de Costa Rica, municipio de Culiacán, Sinaloa.

El Ejército Mexicano y otras fuerzas de seguridad continúan trabajando en la zona para garantizar la seguridad y el orden.

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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