Mexicanos en la Escena Internacional, Erick Meyenberg y Tania Ragasol en la Bienal de Venecia 2024
22 Abr. 2024
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Nuestro país presenta en el máximo evento artístico la videoinstalación ‘Nos marchábamos, regresábamos siempre’.
Redacción /CAMBIO22
La videoinstalación Nos marchábamos, regresábamos siempre, de Erick Meyenberg, con la curaduría de Tania Ragasol, es la representante de México en la Bienal de Venecia 2024.
Fue este sábado cuando se inauguró al público este proyecto con el que nuestro país regresa a la máxima cita del arte, que estará abierta hasta el 24 de noviembre de 2024 en el Antiguo Complejo Naval y Militar Arsenale di Venezia, en Italia.
A través de un comunicado se indicó que son un más de 87 pabellones, cada uno representando a un país diferente, los que están presentes en esta edición.
Lucina Jiménez López, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, señaló que en la Bienal de Venecia 2024, Erick Meyenberg hace un trabajo que plantea con gran sutileza y una poética impresionante aquello que se vive en las fibras del encuentro con el otro, la otra.
El lema de este año es “extranjeros donde quiera”, por lo que la obra del artista mexicano resuena dada la condición de extranjería se puede estar viviendo aun no habiendo emigrado a otro país; no sabiendo si la pertenencia en realidad está fijada por la historia, los afectos o los tránsitos que hoy en día la movilidad humana plantea.
Reconoció que no es la geografía, la historia o el lenguaje lo que define esas construcciones, sino una realidad en la que nos movemos permanentemente.
Erick Meyenberg detalló que la propuesta artística de México en la Bienales de Venecia 2024 sobre la hospitalidad, reconocer que todo proceso migratorio tiene muchas capas de dolor y de pérdida, pero ante una mesa se pueden crear lazos profundos de humanidad.
Indicó que en la instalación hay una mesa blanca, una especie de pantalla en donde cada uno puede proyectar sus memorias
Tania Ragasol expresó que este trabajo evoca de una manera poética tanto el trayecto de quien migra, de una familia de migrantes, como la posibilidad de un momento, aunque sea un instante, de pertenencia alrededor de una mesa.