• En 2022, la Semarnat dio en sólo una semana un permiso para que construyera un supuesto alojamiento para personal de seguridad en Uxmal, pero era el hotel turístico del proyecto Tren Maya

 

  • La misma treta usó para el hotel en la Biosfera de Calakmul

 

  • Desde el sexenio de Andrés Manuel López Obrador la Sedena recibió venia para pasarse por el “arco del triunfo” las leyes de protección ambiental, como sucede ahora en junto a la laguna de Bacalar

 

Redacción/CAMBIO 22

CANCÚN, 11 de junio.- Lo que sucede en Bacalar, donde construye una casa de descanso que inició sin permisos ambientales y violando suspensiones emitidas por el Poder Judicial, es sólo el seguimiento de la carta abierta que le dio el gobierno federal al Ejército Mexicano desde la administración de Andrés Manuel López Obrador para pasar por encima de las leyes mexicanas, a cambio de que se encargara de construir y administrar los proyectos prioritarios de transportes ferroviarios y aéreos que puso en marcha.

Como más cercanos ejemplos están el caso del hotel que construyó en Uxmal, donde con engaños solicitó un permiso para erigir un alojamiento de personal, misma treta que utilizó para erigir el hotel del Tren Maya en Calakmul, para el cual antes hasta se modificó el trazo del área natural protegida y se inició sin Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).

En el caso de Bacalar, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) excavó hasta el manto freático y sustituyó el suelo del terreno que tiene a orillas de la laguna, para iniciar la construcción de una casa de descanso con piscina, y después de que la población y empresarios protestaron por su impacto, solicitó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) una exención del estudio de impacto ambiental, que se le autorizó de inmediato, con la que la obra continúa sin respetar las suspensiones emitidas en tres juicios de amparo en su contra.

En este contexto, el medio informativo Animal Político recuerda que en 2022, la Sedena presentó ante la Semarnat el Hotel Tren Maya de Uxmal, Yucatán, como si fuera un alojamiento para personal de seguridad y no como un destino turístico.

El 3 de noviembre de 2022, la Sedena presentó la solicitud para el otorgamiento de la autorización provisional en materia de impacto ambiental para realizar la “Construcción de un alojamiento para el personal que brinda el servicio de seguridad a la zona arqueológica de Uxmal (Santa Elena, Yucatán)”.

Sin embargo, los detalles del proyecto que los funcionarios de Semarnat recibieron en sus escritorios describían algo muy distinto, pues incluía un área de hotel de 26.6 hectáreas, una zona de glamping de 5.91 hectáreas en la selva maya, una entrada monumental y planteaba ocupar un total de 40.76 hectáreas.

A pesar de estas evidentes incongruencias entre lo solicitado y el contenido del proyecto, la Semarnat otorgó la autorización provisional en sólo una semana, cuando este procedimiento suele tardar un par de meses.

Poco más tarde, el 24 de noviembre de 2022, la Sedena solicitó la modificación de algunos detalles del proyecto y ya lo renombró “Construcción de un Hotel en Nuevo Uxmal”, esta vez diciendo explícitamente que la finalidad era “solucionar la necesidad de servicio de hospedaje a los visitantes de la Zona Arqueológica de Uxmal”.

Obviamente un inmueble de este tipo tendría un impacto ambiental mucho inferior al que tiene un hotel de lujo”, dice Romel González, del Área jurídica del Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil (CRIPX), respecto a la engañosa solicitud de permiso para un alojamiento de personal.

“La lógica del gobierno y del Ejército parece ser primero construir y luego eventualmente pedir perdón por las afectaciones, como lo hicieron con el Tren Maya”.

De acuerdo con el área jurídica del CRIPX, se trata de un “engaño institucional” que involucra varias dependencias federales: Sedena, Semarnat y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que dictaminó la viabilidad de la obra.

Fue hasta un año después del inicio de las obras que un ingeniero del Ejército Mexicano ingresó a Semarnat la MIA del proyecto “Construcción de un Hotel en Nuevo Uxmal”, que según la dependencia está en su página de internet “a disposición del público”, aunque en realidad no se encuentra.

Sucesivamente, el pasado 27 de marzo de 2025, la Semarnat publicó en la Gaceta Ecológica el resolutivo del proyecto con su nombre originario: “Alojamiento para el personal que brinda el servicio de seguridad a la zona arqueológica de Uxmal”, pese a que hace mucho tiempo ya opera  el hotel.

El inmueble tiene 160 habitaciones, un estacionamiento para 212 vehículos, alberca, gimnasio, spa y se encuentra a lado de la zona arqueológica de Uxmal.

Está inmerso en el Parque Nacional Nuevo Uxmal, de 1700 hectáreas, que a la par del hotel es de propiedad de una empresa del Ejército: el Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica (GAFSAOMM).

Engaño también para el hotel enclavado en Calakmul

La Sedena empleó la misma maniobra de engaño público para obtener la autorización provisional de impacto ambiental para poder comenzar a construir el Hotel Tren Maya de Calakmul.

Según una nota publicada en agosto de 2023 por Giovanna Gasparello y Jorge Fernández Mendiburu en Los Angeles Press, en febrero del mismo año la Dirección General de Ingenieros de la Sedena presentó a Semarnat una solicitud de autorización provisional relativa a la “Construcción de un alojamiento para el personal que brinda seguridad, monitoreo, investigación, logística y educación ambiental en la Zona Arqueológica de Calakmul, Campeche” (que, por otro lado, fue registrado ante la Secretaría de Hacienda como “alojamiento para el personal [militar] en tránsito en la región Sureste”).

Los planos del proyecto muestran un edificio efectivamente pequeño, pero el oficio de autorización provisional describe la obra que hoy en día afecta al corazón de la Reserva de la Biosfera de Calakmul, a 10 kilómetros de la zona arqueológica: el Hotel Tren Maya, un inmueble de dos pisos con cuatro torres, un estacionamiento para casi 400 carros y 144 habitaciones.

Cabe recordar que, además, para construir este hotel el presidente Andrés Manuel López Obrador realizó modificaciones a los límites y zonas de amortiguamiento de la Biosfera de Calakmul, porque antes las reglas de manejo no permitían la construcción en el área donde finalmente lo enclavaron.

 

 

 

(Con información de Animal Político)

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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