Más de la Mitad de la Droga en BC Adulterada con Fentanilo
8 Nov. 2024
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No es un secreto que en la frontera existen lugares donde cambian las jeringas usadas por nuevas. La escena es sencilla: un bote rojo, una jeringa, y una enfermera
Redacción / CAMBIO 22
En Mexicali, a unos pasos de la garita internacional, existe La Sala, considerado un sitio de prevención de sobredosis o un sitio de consumo seguro para personas que se inyectan sustancias como heroína, fentanilo, metanfetamina, explica Lourdes Angulo, directora del centro de integración social Verter AC.
Se trata del primer espacio en su tipo en América Latina. Con más de 6 años impulsando programas de reducción de daños para ayudar a disminuir las muertes por sobredosis. “Para que las personas puedan acceder a otros servicios de salud, no solamente es para el consumo, es un gancho para que puedan acceder a otros servicios”, agrega Lourdes.
Los datos de las organizaciones dejan ver una primera fotografía de la crisis. De 4 mil 411 residuos analizados con tiras de inmunoensayo, 58 por ciento fueron positivos a fentanilo, 51 por ciento positivos a metanfetamina y el 40 por ciento contenían ambas sustancias.
En Tijuana, el 63 por ciento de las muestras dieron positivo a fentanilo, mientras que en Mexicali fue de 53 por ciento. En el caso de metanfetamina, fue de 57 y 44 por ciento, respectivamente.
Esta información se desprende del proyecto Drogas Emergentes y Adulterantes en la Frontera Norte de México Del Diagnóstico a la intervención comunitaria, elaborado por el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente en colaboración con el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) y las organizaciones PrevenCasa y Verter AC.
“Analizamos la sustancia con tiras rápidas de mono ensayo, hacemos la detección de fentanilo, xilacina y biodent zepinas, y lo que podemos detectar es si la sustancia o la parafernalia está adulterada”, señaló.
“En este momento 99 por ciento de los opioides que analizamos son positivos a fentanilo. Prácticamente toda la heroína está adulterada con fentanilo aquí en Mexicali, en esta zona de la ciudad”, advierte Lourdes.
Una tendencia que se confirma en el Servicio Médico Forense de Baja California, donde el doctor César Gonzalez Vaca ha impulsado un programa para detectar drogas.
“Al día de hoy después de poco más de dos años que iniciamos, llevamos 4 mil estudios, en esta detección de fentanilo y el 20 por ciento de los cuerpos aquí en Mexicali hay presencia de fentanilo. En la ciudad de Tijuana hay un 12 por ciento”, expresó.
Y explica: “pueden ser dos factores: uno que el fármaco dependiente sea usuario de varias drogas, y el otro factor puede ser que la sustancia que esté consumiendo tenga varias sustancias más, hay que recordar que son drogas ilícitas no hay controles de calidad”.
No es un secreto que en la frontera existen lugares donde cambian las jeringas usadas por nuevas. La escena es sencilla: un bote rojo, una jeringa, y una enfermera.
En estos espacios también se puede aspirar, fumar o inyectar, incluso si lo requiere el consumidor, puede solicitar asistencia para pinchar la vena, o simplemente sentarse a esperar en una sala a que pase el efecto del veneno, probablemente adulterado con Fentanilo.
En caso de emergencia, se cuenta con un botiquín, que consiste en un naloxona nasal, inyectable y el resto de insumos que se necesitan para prevenir una muerte por sobredosis, la cual en los últimos años se ha convertido en un lugar común en ambos lados del muro.
Ésta es una de las zonas seguras de Baja California, un refugio para quienes navegan en las turbulentas aguas de la adicción y un termómetro para conocer la dinámica de las drogas sintéticas en esta parte de la frontera, y desde donde hoy se emite una primera alerta para autoridades de México y Estados Unidos: más de la mitad de la droga en la frontera está adulterada con fentanilo.
La sociedad civil, los primeros en llegar
En Tijuana, dicen “empieza la patria”, lo que se convierte en una primer parada de la crisis de las drogas sintéticas en México. En el frente de batalla, atendiendo a las víctimas, es la sociedad civil la primera en llegar.
“Nuestro objetivo es salvar vidas”, afirma Lilia Isabel Pacheco, directora operativa de Prevencasa AC, organización que ha impulsado programas de reducción de daños desde hace por lo menos una década en la frontera.
“No promovemos. Que haya un autocuidado, que haya una limitación de transmisión de infecciones, y a la vez acercar a la persona a los servicios y acercarla a un tratamiento de adicciones”, enfatiza.
En esta clínica ubicada en la zona norte de Tijuana, se cuenta con un programa de intercambio de parafernalia para personas consumidoras, con el que se evitan contagios de VIH o Hepatitis C.
Además se implementó un programa de testeo para la detección de drogas como fentanilo, xilacina o metanfetamina “para que la persona misma pueda checar sus sustancia” antes de consumir.
“La idea es que estas personas al menos sepan qué contiene y así reducen el riesgo de una sobredosis”, explica Lilia.
Fuente: Milenio
OSM/ AGF