• La alcaldesa Yensunni Martínez Hernández adjudicó la obra a la empresa Waledma, señalada por un desfalco de recursos federales en trabajos que realizó en la administración de Otoniel Segovia

 

  • Fue parte de un paquete de cinco proyectos por más de 8 millones de pesos con el que el gobierno municipal benefició a la empresa “amiga”

 

  • La obra fue insuficiente y defectuosa, por lo que el crucero sigue inundándose, y ahora el gobierno municipal gasta otro millonario presupuesto para realizar “obras complementarias”

 

Redacción / CAMBIO 22

CHETUMAL, 18 de junio.- El gobierno municipal de Yensunni Martínez Hernández entregó a la constructora Waledma S. A. de C. V. un contrato para realizar diversas obras públicas en calles de la capital del estado de Quintana Roo por más de 8 millones de pesos, entre las que se encontraron las realizadas supuestamente para resolver las inundaciones en el crucero de la avenida Constituyentes del 74 con calle Tomás Aznar, pero que demostraron ser de pésima calidad con las primeras lluvias que han recibido después de inauguradas.

La mala calidad de las obras realizadas en Chetumal y el resto del municipio de Othón P. Blanco ha sido un sello de la administración de la alcaldesa morenista, con severos señalamientos de corrupción en la entrega de contratos a modo y sin licitaciones de por medio a empresas “amigas”, que han causado severos desfalcos a las arcas municipales.

Dentro del contrato macro mencionado, identificado como COP-LO-OPB-043-2024, Yensunni Martínez le adjudicó a Waledma la obra con clave 430306/101-OPB por 2 millones 374 mil 750.68 pesos para la construcción de pavimentos en la intersección de la avenida Constituyentes esquina Tomás Aznar Barbachano (conocida como esquina del Chicharito), de la ciudad de Chetumal, que incluyó pozos de absorción y la colocación de una sección de concreto hidráulico en el crucero.

Esta obra señalada con sobre costo en detrimento de las comunidad chetumaleña forma parte de un paquete de cinco obras públicas que le entregaron a Waledma en un proceso poco transparente y que superan en su totalidad los 8 millones de pesos de recursos federales correspondientes al Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal (FAISMUN) del 2024.

El contrato se adjudicó a esta empresa a pesar de que fue señalada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de presunto desfalco financiero a las arcas públicas del ayuntamiento de Othón P. Blanco por un millón de pesos en la administración de Otoniel Segovia Martínez, y fue avalado por la actual alcaldesa Yensunni Martínez, por el tesorero Josué Leonardo Jiménez Herrera y la directora general de Obras Públicas, Ilyanne Jocelyn García Hernández.

En el contrato que le entregaron a Waledma por cinco obras públicas señala que todas las debió de realizar en un tiempo record de 9 días naturales, del 23 de diciembre de 2024 al 31 de diciembre del mismo año, incluyendo la obra del complicado cruce del Chicharito.

Además de esa obra, las que debieron realizarse en 9 días de diciembre son: la rehabilitación de pavimentos en la calle Panamá entre Manuel Elvia Cámara y avenida Mariano Angulo; rehabilitación de pavimentos en la calle 10 de Abril entre calle Úrsulo Galván y Manuel Crescencio Rejón; rehabilitación de diversas calles en la colonia Pacto Obrero; y la construcción de pavimentos en la calle Salvador Alvarado entre calle Jesús Urueta y Calzada Veracruz, por cantidades de 3 millones 772 mil 664.94 pesos, un millón 664 mil 300.67 pesos, un millón 666 mil 203.37 pesos y por 443 mil 707.48 pesos, respectivamente, haciendo un gran total de 8 millones 421 mil 626 pesos con 94 centavos.

Sin embargo, la obra en el crucero de avenida Constituyentes con Tomás Aznar no se realizó en el plazo pactado, sino hasta el mes de marzo del 2025, con entrega el día 27 de ese mes, cuando la alcaldesa Yensunni Martínez inclusive llevó a la gobernadora del estado, Mara Lezama, para que viera la obra, la cual presumió como la solución para las históricas inundaciones del punto crítico que la población inconforme ya había bautizado en Google Earth como la “Laguna Yensunni”.

Los defectos de la costosa obra no tardaron en revelarse, puesto que el 29 de abril una copiosa e inesperada lluvia cayó sobre la ciudad y con una precipitación de tan sólo media hora causó una nueva inundación en el crucero.

La lluvia también causó el colapso de los nuevos pozos de absorción y coladeras del crucero, que tardaron más de lo que las autoridades presumían en drenar el agua acumulada, además de que se evidenciaron insuficientes, puesto que no eran capaces de desfogar el agua en el carril que sistemáticamente se inunda en la avenida Constituyentes, lo que forzó a empleados de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) y de Protección Civil Municipal a romper el camellón enfrente de la tienda Chicharito para que el agua corriera hacia los pozos.

Los defectos e insuficiencias de la obra de más de 2 millones 300 mil pesos han obligado a la presidenta municipal Yensunni Martínez a anunciar en mayo pasado la realización de nuevas obras en el crucero, ahora para complementar las primeras, de las cuales no ha dado información transparente sobre en qué consisten, aunque todo indica que son pozos de absorción adicionales, y tampoco ha informado el costo, pero se puede esperar que será nuevamente millonario.

Lo único que ha informado públicamente la alcaldesa es que esta vez tendrá la asesoría de la CAPA para los trabajos complementarios.

Mientras tanto, con las fuertes lluvias que recibió Chetumal el 3 de junio y la tormenta del 4 de junio, nuevamente el crucero del Chicharito experimentó inundaciones que hicieron necesaria la intervención de personal de Protección Civil y la CAPA para mantener abiertas las rejillas y vigilar los pozos, y hasta para abrir aún más el canal abierto en el camellón de la avenida Constituyentes.

Mala calidad de obras e irregulares contratos del gobierno de Yensunni Martínez

En el caso de la empresa que realizó la obra en el crucero, cabe decir que la ASF en la cuenta pública 2020 detectó un probable daño o perjuicio a la Hacienda Pública Federal por un millón 32 mil pesos, más los rendimientos financieros generados desde su disposición hasta su reintegro a la Tesorería de la Federación, por el pago de la construcción de un parque en la comunidad de Francisco Villa, municipio de Othón P Blanco, entregado bajo el número de contrato COP-IO-OPB 008-2020 en la administración del exalcalde Otoniel Segovia Martínez a la empresa Waledma S. A. de C. V..

La ASF también emitió una solicitud al Órgano de Control Interno del ayuntamiento de Othón ¨. Blanco para que investigue a los servidores públicos implicados en estas irregularidades y sean sancionados conforme a derecho; sin embargo, de estas sanciones o investigaciones la administración municipal guarda un total hermetismo para no empañar a la alcaldesa Yensunni Martínez, quien como síndica municipal formó parte de la entrega de la obra señalada en detrimento de la comuna.

Además, la mala calidad de las obras y los malos manejos en la asignación de los contratos en el gobierno de Yensunni Martínez continúan, pues en la revisión de la cuenta pública del 2023, la ASF le encontró un paso peatonal con hundimientos y concreto fracturado, lo que provocó que se comenzara a disgregar, pese a estar recientemente hecho dentro de la obra denominada Rehabilitación de pavimentos en diversas calles de la ciudad de Chetumal, segunda etapa, con un importe pagado con sobre costo de 439 mil 211 pesos, aunado a que no se realizaron los obligatorios estudios de laboratorio para corroborar las especificaciones técnicas de la obra o que fueran las adecuadas para el tipo de uso.

Estas observaciones de la ASF obligaron a la comuna a demoler y reconstruir el paso peatonal, ubicado en la avenida 4 de Marzo, antes de que finalizara la auditoría.

También la ASF encontró que la administración de Yensunni Martínez dividió en 5 proyectos lo que en realidad eran sólo 2 obras de construcción de alumbrado público, para pasar por encima de la obligación de licitarlas, repartiéndolos en 4 contratos a fin de burlar el tope financiero que obliga a licitar, que era de 4 millones 927 mil pesos.

Los proyectos, que con esta argucia fueron adjudicados por invitación restringida a empresas “amigas”, fueron la construcción de alumbrado público en la colonia Bicentenario y en la avenida Independencia del Boulevard Bahía a la avenida Insurgentes, para cada uno de los cuales se realizaron dos contratos por montos menores a ese tope, pero al final el primero realmente costó 8 millones 922 mil pesos y el segundo, 5 millones 430 mil pesos, para un total de 16 millones 649 mil pesos incluyendo el IVA pagado.

La ASF concluyó que la comuna no respetó los montos máximos de adjudicación autorizados, debido a que dichas obras correspondieron al mismo tipo de proyectos, en las mismas colonias y con la misma temporalidad, pero se formalizaron diversos contratos para evitar realizar los procesos de licitación pública.

Por eso, la ASF promovió ante el Órgano Interno de Control del ayuntamiento otro procedimiento para determinar sanciones administrativas a servidores públicos involucrados en esta componenda, de la cual tampoco se ha informado a la ciudadanía.

También en el 2023, la ASF encontró que se pagaron 941 mil 442 pesos en la pavimentación de un tramo de calles en una zona deshabitada y sin viviendas, como parte de la tercera etapa de la obra de construcción de pavimentos en diversas calles de Chetumal, pero la comuna había reportado falsamente que beneficiaba a 2 mil 500 habitantes en la cédula de registro ante el Consejo de Planeación del Estado de Quintana Roo (Copladeqroo) y en la cédula de validación de recursos ejercicio 2023.

El hecho se constató con una visita al lugar en noviembre del 2024 y provocó que la administración de Yensunni Martínez Hernández fuera obligada a reintegrar ese dinero a la Tesorería de la Federación antes de que concluyera la auditoría, lo cual se reportó en el informe final como recuperación de recursos con motivo de la intervención de la ASF.

Además, por esta razón la también ASF promovió ante el Órgano Interno de Control del ayuntamiento el procedimiento para determinar sanciones administrativas de servidores públicos de la Tesorería Municipal y la Dirección General de Obras Públicas involucrados en estas faltas, de las cuales también se guarda el mayor hermetismo posible.

 

 

 

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