Redacción / CAMBIO 22

José María Morelos, 26 de junio. – La trayectoria del artista plástico Marcelo Jiménez Santos, uno de los más reconocidos de Quintana Roo y con presencia internacional, es también testimonio de una lucha constante por sostener el arte como un medio de expresión social en medio de los cambios culturales y económicos que afectan a la zona.

En entrevista, el creador recordó que su vínculo con el arte nació desde la infancia: “Desde muy pequeño empecé a dibujar, sin pensar que eso me llevaría a pintar. Fue alrededor de 1966 cuando inicié formalmente. Me fui acercando a espacios donde había material pictórico, y poco a poco me fui formando”.

Con una carrera consolidada en foros locales, nacionales e internacionales, Jiménez Santos considera que el reconocimiento recibido no solo le pertenece, sino que también fortalece a otros: “Es satisfactorio ver que nuestro trabajo es valorado, no solo en el ámbito institucional, sino también entre otros creadores y promotores. Cuando alguien se me acerca a pedirme una foto y dice que admira mi obra, sé que algo estamos aportando al desarrollo de nuevos talentos”.

Para el artista, la zona centro de Quintana Roo —especialmente en la zona maya— alberga un potencial creativo vasto que se manifiesta en diversas expresiones: desde la pintura hasta la gastronomía, la música, la danza o la oratoria. Sin embargo, lamenta que muchos jóvenes talentos enfrenten un entorno adverso marcado por el individualismo y el desinterés institucional.

En su análisis sobre el contexto actual del arte en la entidad, Jiménez Santos contrastó el compromiso social que caracterizaba a artistas como el fallecido maestro Corona con la visión decorativa que hoy predomina. “El muralismo de antes era combativo, comprometido con la realidad social. Ahora se pintan murales turísticos que sólo buscan agradar a los visitantes. Pero el arte también debe denunciar, visibilizar injusticias, hablar de resistencia”.

Criticó que el modelo económico actual haya mermado la solidaridad comunitaria, y con ello, las condiciones para que el arte se transmita libremente, como sucedía en generaciones pasadas: “Antes, a los maestros se les ofrecía casa, comida, materiales; ahora todo gira en torno al dinero. Esa comunidad de apoyo se ha perdido y eso ha debilitado nuestro tejido cultural”.

A pesar del panorama, el artista reafirma su compromiso con una visión del arte que no olvida sus raíces ni sus luchas: “No se trata de rechazar otras corrientes, sino de equilibrarlas. Por eso desarrollo proyectos de muralismo social con el lema La zona maya existe porque resiste. No podemos borrar nuestra memoria ni pintar todo de bonito. Tenemos que hablar de nuestra historia, de nuestras batallas, y el arte es una herramienta para ello”.

Marcelo Jiménez Santos continúa trabajando en la promoción del arte como vía de expresión, formación y resistencia en las comunidades mayas del centro de Quintana Roo, convencido de que, mientras se siga creando con conciencia, la cultura no solo sobrevive, sino que se fortalece.

 

 

 

redaccion@diariocambio22.mx

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