• De poco o nada han servido 20 años de sanciones de parte de Estados Unidos a Venezuela

 

Redacción / CAMBIO 22

De poco o nada han servido 20 años de sanciones de parte de Estados Unidos a Venezuela, primero con Hugo Chávez y luego con Nicolás Maduro. Esa dictadura disfrazada de gobierno democrático se ha pasado por el arco del triunfo los bloqueos, claro, siempre con “la ayuda de los países hermanos que apoyan la causa y desprecian a los gobiernos yanquis”.

No importa si son administraciones de republicanos o demócratas, Venezuela ha sabido sortear las trabas que le ha impuesto la Casa Blanca. De hecho, en 2019, fue uno de los momentos más críticos para el gobierno de Maduro, una serie de sanciones lo pusieron al borde del colapso, pero siguió flotando.La razón, hay que decirlo, es porque estalló una crisis de energéticos en el mundo, tras el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania en 2022, entonces Estados Unidos se vio obligado a relajar el bloqueo a Caracas para amortiguar sus necesidades energéticas, pues se volvió en unos de los principales proveedores de gas para sus socios de la OTAN en Europa. 

Esa medida le dio una bocanada de oxígeno a Maduro, quien en respuesta fingió ir a una mesa de diálogo con la oposición venezolana para acordar unas nuevas elecciones presidenciales “libres”. Hasta México entró a la mediación del conflicto como sede de las discusiones.

Hoy los hechos demuestran que una vez más se trató de una marrullería del chavismo para ganar tiempo y poder flotar del ahorcamiento económico que estaba sufriendo. El asunto es que este año sí o sí debe haber elecciones presidenciales, según la Constitución venezolana.

Y no lo dude, para poder seguir vociferando que es un gobierno democrático habrá elecciones, pero bajo las condiciones de Maduro y cuando él lo crea conveniente. Para empezar, ya congeló a la opositora María Corina Machado, quien fue avalada en un referendo donde participaron tres millones de venezolanos y logró un arrollador 92 por ciento de los votos en su favor.

Casi de inmediato, el régimen chavista dijo que ese ejercicio había estado amañado y no era legal. Esa primera intentona no funcionó, entonces entró en acción el Tribunal Supremo de Justicia, que, sin importar los amagos de Estados Unidos, ratificó una inhabilitación de 15 años para Machado.

No se nos olvide que la ley es la ley y estamos con un país democrático que respeta la separación de poderes o, al menos, eso es lo que el chavismo dice. Washington ya reimpuso algunas de sus sanciones económicas al régimen, algo que ya sabemos no funciona, al igual que las quejas de la OEA, CIDH, la Unión Europea, todos estos organismos son parte de la “mafia del poder”.  

Eso sí, antes de las nuevas sanciones a Maduro, que se va a reelegir para otros cinco años, logró que su testaferro Alex Saab –artífice de las despensas CLAP– fuera liberado por parte de Estados Unidos, tras encontrarse en una prisión de Miami desde 2021, por un cargo de conspiración para cometer lavado de dinero.

Su libertad se consiguió como intercambio por la liberación de 10 estadounidenses detenidos en Venezuela, pero también fue una condición para las falsas negociaciones con la oposición. ¡Puro atole con el dedo!

 

Fuente: EL HERALDO

redaccionqroo@diariocambio22.mx​

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