Redacción/CAMBIO 22

CANCÚN, Q. Roo, 10 de enero.- En un operativo que mantiene en vilo a la comunidad, autoridades locales, municipales y estatales, junto con un grupo de madres buscadoras de Quintana Roo, realizaron una exhaustiva intervención en el antiguo Hospital General Jesús Kumate Rodríguez, ubicado en la Supermanzana 65.

Este lugar, según investigaciones, podría ser un punto clave en la búsqueda de personas desaparecidas, al ser señalado como un posible “cementerio clandestino” utilizado por grupos criminales que operan en la zona.

El despliegue, que incluyó a agentes de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas y la Comisión Estatal de Búsqueda, se centró en explorar cada rincón del abandonado inmueble.

Cuartos, pasillos, cavidades subterráneas e incluso sistemas de drenaje fueron minuciosamente inspeccionados.

Se presume que estos espacios podrían haber sido utilizados para ocultar los restos de víctimas privadas de su libertad y posteriormente asesinadas.

Madres buscadoras, identificadas únicamente como activistas, señalaron que esta intervención es parte de un esfuerzo por localizar a personas desaparecidas en la región, muchas de las cuales podrían estar relacionadas con la violencia delictiva que azota zonas como las regiones 65, 68, 66, 67, 64, 76, 77 y 78 de Cancún.

Aunque prefirieron mantenerse en el anonimato, destacaron que su misión es dar voz a quienes ya no pueden ser escuchados y exigir justicia en un entorno de creciente inseguridad.

“Este lugar podría guardar respuestas que hemos buscado durante años”, expresó una de las madres, visiblemente conmovida.

“La búsqueda no es solo para encontrar restos, sino también para exigir que no haya más desaparecidos en Cancún ni en Quintana Roo.”

Las autoridades no han emitido un reporte oficial sobre los resultados del operativo, y hasta el momento no se ha confirmado si se encontraron restos humanos u otras evidencias relevantes.

No obstante, el descubrimiento de este presunto sitio de inhumación clandestina ha generado una fuerte reacción entre la población, evidenciando la crisis de desapariciones forzadas que aqueja al estado.

El antiguo hospital, ahora en ruinas, ha sido señalado en diversas ocasiones como un punto de riesgo por su abandono y la presencia de grupos delictivos en sus alrededores.

Este operativo abre nuevas interrogantes sobre cuántos más espacios similares podrían estar siendo utilizados para ocultar la violencia que permanece en la sombra.

El grupo de mujeres espera con ansias un pronunciamiento oficial y acciones contundentes que garanticen la justicia para las víctimas y sus familias, mientras las madres buscadoras continúan alzando la voz por aquellos que fueron arrancados de sus vidas.

“No descansaremos hasta encontrarlos”, concluyó una de las buscadoras mientras las inspecciones continuaban.

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

RHM

 

WhatsApp Telegram
Telegram