David García / CAMBIO 22

“No más despilfarro y corrupción”, “primero los pobres”, “no puede existir gobierno rico, y pueblo pobre”. ¿Le suenan familiares? Son las frases de cabecera de la “cuarta transformación”, ese proyecto que presume un compromiso con la austeridad republicana. El diputado federal de Quintana Roo, Humberto Aldana viajó a la Feria Internacional de Turismo (FITUR) en España, pero su protagonismo no se debe a la promoción de Quintana Roo o al apoyo legislativo para la jefa del Ejecutivo, Mara Lezama. No. Su estelar actuación llegó con una fotografía en el estadio del Real Madrid, luciendo unos zapatos Louis Vuitton que cuestan lo que un ciudadano promedio gana en varios meses. Porque, claro, el verdadero turismo no es para representar al pueblo, sino para vivir como estrella de alfombra roja.

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Qué lamentable que la experiencia de Humberto Aldana como actor de carpa no le haya servido ni siquiera para montar un mejor show de congruencia. Su papel no era el de turista de lujo, sino el de un legislador respaldando los esfuerzos de la gobernadora Mara Lezama y los presidentes municipales en un evento clave para el estado. Pero en lugar de ello, se encasilló en el papel del político incongruente, el que predica austeridad mientras posa para la foto en estadios europeos. Diputado, ¿dónde quedó aquel militante que distribuía el periódico “Regeneración” con orgullo y pregonaba “primero los pobres”? Si le queda algo de dignidad, elimine esa fotografía por respeto a los ciudadanos que lo eligieron. O al menos, para no seguir alimentando el vergonzoso guion del político que predica una cosa y hace exactamente lo contrario. No se le olvide, que se aún se está consolidando el segundo piso de la cuarta transformación de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

 

 

 

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