Redacción/Cambio22

La Posada del Sol fue un enorme hotel construido por y para el ingeniero Fernando Saldaña Galván a finales de los años 30; este lugar resalta por sus impresionantes detalles arquitectónicos; para 1942, el lugar contaba con más de 600 habitaciones y aunque era un número enorme, el arquitecto afirmaba que no eran suficientes por lo que comenzó a usar toda su fortuna para continuar con la construcción del recinto, su ambición fue tal que terminó consumido por la locura y se suicidó en el último árbol de su propio hotel, donde fue colocada una campana en su honor, pero esto sólo fue el inicio de una serie de tragedias que alberga el lugar.

El Capi y Derian, exploradores urbanos del canal Mystery World se adentraron a la Posada del Sol y fueron testigos de la imponente construcción que, según sus palabras, los obligó a tenerle respeto desde que entraron en ella. Mientras recorrían la enorme construcción, cuidando no ser descubiertos por los vigilantes aledaños, el Capi comenzó a narrar las historias que componen el fenómeno sobrenatural del hotel abandonado.

El Negro Durazo y la Posada del Sol

De acuerdo con el Capi, en la década de 1970 Arturo “El Negro Durazo”, quien era jefe de la policía de la Ciudad de México, solía frecuentar la Posada del Sol en donde organizaba fiestas lujosas y desenfrenadas en las que participaban políticos, empresarios y figuras de la alta sociedad.

Sin embargo, el hotel también se convirtió en el escenario de los crímenes y atrocidades cometidos por el Negro Durazo ya que se rumorea que, en las sombras de las habitaciones y pasillos de la Posada del Sol, Durazo llevaba a cabo torturas, asesinatos y desapariciones forzadas de sus enemigos y personas que se oponían a él, quienes principalmente eran estudiantes que se encontraban en las calles protestando.

Las catacumbas del hotel

Con una oscuridad abrumadora, el Capi se adentró a las catacumbas en donde se cuenta que el jefe de policía ejecutaba y torturaba a sus víctimas y a pesar de que la cámara estaba configurada para grabar en condiciones de muy poca luz, fue necesario el uso de una linterna para poder recorrer aquellos pasillos en donde, según el explorador, a cada paso el aire disminuía.

Pero lejos de las torturas, hay otra habitación en la que la tristeza abruma a quien pisa su entrada ya que en el fondo del cuarto se puede ver un pequeño vestido blanco colgado en medio de la oscuridad; el altar se encuentra rodeado de dulces y juguetes y aunque nadie sabe quién lo colocó, sí se sabe en honor a quien fue hecho.

Según la leyenda, después de que el creador del hotel se suicidó, éste pasó a ser propiedad del gobierno y una pequeña área fue acondicionada como guardería para los trabajadores gubernamentales; se cuenta que un día desapareció una pequeña que se encontraba en la guardería. Los padres de la niña (quienes habían escuchado rumores sobre supuestos sacrificios humanos que se realizaban en las catacumbas del hotel), decidieron adentrarse a las entrañas de la construcción y en un pasadizo subterráneo encontraron el cuerpo sin vida de su amada hija.

En medio del dolor por la pérdida de la pequeña, los padres notaron que su cuerpo había sido drenado por completo y aún llevaba puesto el vestido blanco con el que había desaparecido. Si bien nadie sabe quién colocó aquel altar para la niña, la leyenda cuenta que si vas a visitarlo deberás dejar un dulce o algún juguete como ofrenda, ya que de no ser así la energía de la niña subirá a tus hombros y te seguirá.

La Capilla de la Posada del Sol

En medio de la oscuridad, el Capi escuchó un golpe que quizás fue el indicador de la veracidad de esta leyenda, pero lejos de buscar la salida del lugar, él y Derian se dirigieron a la enorme capilla que se encuentra dentro del hotel. En ella se podía respirar un aroma de madera, pero además de esto los exploradores descubrieron que en el medio de una estrella de cinco picos que se ubica en el centro de la capilla existe un sistema de drenado en donde, es probable, que se colocaran los cuerpos para algún sacrificio.

Delante de los ductos se puede ver una cruz negra que esconde el final del sistema de drenado, cosa que coincide perfectamente con la leyenda de la pequeña que fue encontrada en las catacumbas. Aunque la Posada del Sol ha permanecido cerrada durante décadas, la leyenda ha perdurado en la memoria colectiva de los habitantes de la Ciudad de México y se dice que incluso después de su cierre, las apariciones y los fenómenos paranormales continúan en el edificio abandonado.

En definitiva, la leyenda de la Posada del Sol en la Ciudad de México es un relato fascinante que combina elementos de misterio, tragedia y lo sobrenatural. Aunque el hotel permanezca cerrado, su historia y las historias de los fenómenos inexplicables que allí ocurrieron siguen siendo motivo de intriga y debate en la ciudad.

 

Fuente: El Heraldo

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