• Lucio Cabañas luchó contra el Estado Mexicano, quien perpetró la Guerra Sucia desapareciendo a más de 800 personas

 

Redacción / CAMBIO 22

Durante la época de los 60 y los 70, en México hubo diversas, explícitas y fragantes violaciones a los derechos humanos en múltiples casos. Durante la conocida Guerra Sucia se dieron desapariciones, tortura y asesinatos a manos del Estado y Ejército Mexicano, entre sus victimas estuvo Lucio Cabañas, normalista de Ayotzinapa y guerrillero que se levantó en armas en contra del gobierno represor de Luis Echeverria.

Nacido el 15 de diciembre de 1938 en Guerrero, Lucio Cabañas creció y se formó en uno de los estados más pobres de México, el cual tras décadas de corrupción y deficientes servicios públicos, se generalizó un descontento social debido a la paupérrima calidad de vida de sus habitantes. Situación que dio inicio a protestas y organizaciones sociales que fueron reprimidas por la fuerza estatal.

Bajo un contexto de pobreza, Lucio ingresó a la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Raúl Isidro Burgos, para realizar sus estudios de secundaria y donde incluso se graduó como normalista a los 24 años de edad, destacando como un dirigente estudiantil en 1963.

Fue así que inició su carrera como docente, Lucio estuvo involucrado en el descontento de ejidatarios contra compañías madereras que habían incumplido con contratos firmados con campesinos de Mexcaltepec. Participó en bloqueos que lograron expulsar a dicha compañía de la zona. Situación que le provocaría sus primeros problemas pues las autoridades de su escuela ordenaron su despido.

Pero fue el 18 de mayo de 1967 el día que Lucio Cabañas viviría una experiencia que cambiaría su vida y sus convicciones. Día en el que junto a la Sociedad de Padres de Familia de la escuela primaria Juan N. Álvarez, protestaron por exigencias superfluas de la dirección de la escuela, pues la directora exigió uniformes a los estudiantes, los cuales venían de familias en pobreza extrema, que incluso no podían ni cubrir la necesidad básica de comer.

 

Lucio Cabañas, 40 años como ícono de la lucha campesina

 

Pero no sólo eso, pues incluso tomó medidas de reprimenda a aquellos que no cumplieran con la absurda exigencia. La situación no se resolvió y los padres protestaron junto a Lucio, recibiendo una respuesta desproporcionada y represiva, pues al mitin llegaron policías judiciales que dispararon en contra de los padres de familia, dejando cinco fallecidos.

Fundación de PDLP (Partido de los Pobres)

Cabañas sobrevivió al acto déspota de las autoridades y fundó el Partido de los Pobres (PDLP), además de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento (BCA).

Mientras que el PDLP era una organización política no electoral, la brigada era la parte armada del movimiento, un grupo guerrillero. Fue así que inició la nombrada “revolución de los pobres”.

Cabañas empleó tácticas de guerrilla, la brigada tenía como objetivo “expropiar” dinero o bienes de personas privilegiadas para favorecer la lucha armada popular.

Detención de Rubén Figueroa

Entre los actos de la brigada armada de Cabañas se dio la detención del entonces candidato al gobierno de Guerrero, quien trató de negociar con Cabañas para que dejará la guerrilla a cambio de dinero y un espacio político con el Partido de los Pobres.

El normalista rechazó la propuesta y detuvo a Figueroa como moneda cambio para que cumpliearan con sus exigencias, las cuales eran:

  • Armas
  • Municiones
  • 50 millones de pesos
  • Transmisión a nivel nacional de cinta con discursos y canciones revolucionarias.

 

Dichas exigencias no fueron escuchadas y Figueroa fue rescatado por el Ejército, de esta manera, el que se convertiría en gobernador de Guerrero, fue un enemigo brutal de los grupos guerrilleros.

El alzamiento guerrillero de Cabañas duró siete largos años y medio a comparación de otros grupos armados que fueron destruidos por el Estado Mexicano rápidamente.

Uno de los hechos que le costó una persecución aún más severa, fue su intento de ligarse con la Liga Comunista 23 de Septiembre. Hecho que desencadenó que el Ejército Mexicano concentrara la cuarta parte del total de sus hombres en Guerrero.

 

 

El asesinato del guerrillero

Lucio Cabañas fue asesinado por el Ejército Mexicano el 2 de diciembre de 1974, luego de que se diera un enfrentamiento armado en Iguala. El conflicto fue totalmente desigual, pues 200 hombres de las fuerzas armadas enfrentaron a un grupo de cuatro guerrilleros.

De esta forma llegó el fin del movimiento de Lucio Cabañas, los guerrilleros del grupo fueron cazados, torturados, desaparecidos y asesinados por distintos brazos armados del Estado Mexicano como militares, policías secretos de la Dirección Federal de Seguridad y por policías que estaban bajo el mando de Arturo Acosta Chaparro, quien respondía órdenes de Luis Echeverría.

Cabe mencionar que el dicho movimiento disidente se dio en un contexto mundial de Guerra Fría, por lo que el gobierno de los Estados Unidos respaldó los actos del Estado Mexicano.

 

 

La Guerra Sucia

Entre 1964 y 1985, los gobiernos priístas emprendieron un exterminio brutal de movimientos insurgentes. Donde a pesar del temor a represalias del Estado Mexicano, se dieron denuncias de desaparación, tortura y asesinatos por parte de las autoriades. Entre los múltiples grupos militares partícipes estaba la Brigada Especial, mejor conocida como Brigada Blanca, la cual tuvo un papel central en la Guerra Sucia.

De acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas (CNB) 899 personas (815 hombres y 84 mujeres) fueron víctimas de desaparición forzada por parte del Estado Mexicano.

Al respecto, Karla María Macía Lovera, jueza del juzgado noveno de distrito con sede en Irapuato en Guanajuato, destaca en su veredicto del 22 de agosto de 2024, resultado de un amparo iniciado en 2018, que documentos militares indican que al menos mil 500 víctimas fueron arrojadas al mar en “vuelos de la muerte”.

Militares ejecutaban a integrantes de grupos guerrilleros en Guerrero y los lanzaban de un avión a mar abierto, así lo expuso la jueza Macía en su sentencia.

“Guerrilleros, atados y vendados, eran bajados de una camioneta y conducidos hasta el banquito, que conocíamos como el banquito de los acusados. Los sentaban creyendo que los iban a fotografiar, ya sentados los ejecutamos de un disparo en la nuca. Después, se colocaban dentro de los costales de yute, se les ponían unas piedras y se cosían, para después ser transportados en la carretilla hasta el avión”, relató Gustavo Tarín Chávez, integrante del segundo Batallón de la Policía Militar.

 

 

 

 

Fuente: El Sol de México

redaccion@diariocambio22.mx

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