Los Temores de Rocha Moya y las Palabras Proféticas de Porfirio Muñoz Ledo
18 Sep. 2024
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Un gobernador sinaloense apanicado, que transita por las avenidas de Culiacán, protegido por una veintena de camionetas repletas de guardias fuertemente armados, evidencia el grado de peligrosidad en que se vive en Culiacán, o lo que es peor: ¿A qué le teme Rocha Moya?
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La vox populi lo responsabiliza y aseguran que es a consecuencia de su cercanía a los poderosos criminales que hoy lo acusan de haberlos traicionado.
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La conferencia reveladora de Muñoz Ledo que se anticipó a lo que ocurre hoy en día.
Remigio Morales Castañeda/CAMBIO 22
El vídeo es relevador, enseña a un gobernador sinaloense apanicado, transitando por una avenida de Culiacán, protegido por una veintena de camionetas repletas de guardias fuertemente armados.
Los pobladores de Culiacán lo detestan en lo oscurito y lo comentan en sus redes sociales: Rubén Rocha Moya, le debe algo al Narco, por eso anda bien protegido y a eso se debe la prohibición de la concurrencia a la celebración del Grito de Independencia el pasado 15 de septiembre en la explanada del Palacio de Gobierno de Culiacán, para evitar “alguna sorpresa”.
El cártel de Sinaloa no se caracteriza por atacar a civiles como otros grupos criminales, y ello da pie a las especulaciones, Rocha Moya temía a un atentado en su contra que podría partir desde las multitudes.
Esto ocurre en la entidad, en dónde para el gobierno federal no pasa nada tan sólo es producto de unas mentes perversas alineadas con la burguesía conservadora y reaccionaria opositora, al gobierno de la 4T.
El estado de Sinaloa está siendo incendiado por el narco; aunque para las autoridades federales no pasa nada y pretenden minimizarlo, pese a las perdidas económicas por millones de pesos al día, denuncian comerciantes desesperados ante la escases de proveedores y la ausencia de compradores.
Todos a merced de los grupos en pugna, el cartel de Sinaloa, quienes alentados, cobijados y protegidos por el gobernador en turno, hoy pagan la tolerancia de esa incalificable alianza.
Pocos meses antes de su muerte en una conferencia reveladora, Porfirio Muñoz Ledo anticipó lo que ocurre hoy en día.
Y más todavía, rompió lazos con Andrés Manuel López Obrador a consecuencia de algunas incendiarias revelaciones en ese entonces inimaginables e impensables sobre el Presidente.
Entre otras cosas le recomendaba a López Obrador, que las alianzas con el narco no son hereditarias.
Pedía una nueva constitucionalidad en el país y decía que era un tema de análisis político y que se necesitaba un nuevo pacto social para poder encontrar soluciones.
Vaticinaba que en este 2024, el final se darían unos enfrentamientos muy serios por esa transferencia de lealtades y de asociaciones por ese nuevo sojozgamiento con esos grupos criminales.
Y todo ello que plasma a Muñoz Ledo con toda claridad hoy se plasma con lo que ocurre en Sinaloa.
Las mismas que se plasma en las impresionantes imagen que muestran a Rubén Rocha Moya al circular por avenidas de Culiacán, rodeado de una veintena de vehículos abordados por decenas de guardias fuertemente armados para garantizar su integridad física.
Un miedo palpable a lo que construyó al tolerar, consecuentar y tal vez hasta beneficiarse económicamente de los grupos en pugna.
No midió que la decadencia y resurgimiento del narco en su entidad tendría un alto costo social en dónde hoy les guste o no ha sido incluído en la lista de traidores al Mayo Zambada, Tras su entrega a las autoridades de los Estados Unidos.
En Sinaloa como muchas partes del país, la ley del narco es lo que vale, la que se Impone hasta en la selección de candidatos gracias a los millones de dólares que otorga en cada periodo electoral para beneficio de los aspirantes.
Hoy se pagan las consecuencias, su gobernador tiene miedo, mientras el comandante de la Tercera Región Militar con base en Culiacán, General Jesús Leana Ojeda, se hace bolas y cantinflea con sus respuestas para evitar reconocer que no hay órdenes de México de investigar las andanzas y operaciones de los grupos que conforman el cartel de Sinaloa.
La política de abrazos, no balazos ha rendido frutos y los dará en racimos que indigestan a la sociedad.
En tanto, para la Presidencia de la República, tan sólo se tratan de notas amarillistas que pretenden afectar a los gobiernos Morenistas y de la 4T, alentados y patrocinados por la élite conservadora del país.
Nada más alejado de la realidad del sinaloense, nada más apegado al ridículo y a la falta de compromiso social, al dejarlos a merced de los intereses de una casta de narcotraficantes, crecidos y alimentados gracias a la complicidad de autoridades a lo largo de varios sexenios.
Fuente Sistema de Noticias CAMBIO 22
redaccionqroo@cambio22.mx
OSM