Los Secretos de la Captura de Ovidio Guzmán y La “Nueva Reina del Narco”
22 Ene. 2023
- Anabel Hernández es una controvertida periodista mexicana. Su trabajo cubriendo tamas de narcotráfico ha recibido críticas por su precisión. Con eso en mente, vale la pena leer su nuevo trabajo sobre Ovidio. ¡Lean y disfruten, un trabajo que no tiene desperdicio!
- “El Chapo” está recluido en un penal de alta seguridad en los Estados Unidos; “El Ratón” quedó atrapado en su madriguera y su esposa, Jesús Adriana, se perfila como la “nueva reina del narco”.
Anabel Hernandez/CAMBIO 22
Para la familia del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera alias “El Chapo”, 2024 se presenta como un año convulso de reacomodo de fuerzas, alianzas y familias.
Todo eso quedaría en el ámbito privado si no fuera porque los miembros de la familia Guzmán son miembros del Cártel de Sinaloa, y su comportamiento tiene un impacto directo en México y el mundo por su poder criminal, violento, político y económico. Tienen mucha influencia.
El hecho de que El Chapo pase sus días y sus noches encerrado en una cárcel de máxima seguridad de Estados Unidos, condenado a cadena perpetua, no ha significado que la saga de la familia Guzmán haya terminado.

Mientras que Ovidio Guzmán López, mejor conocido como “El Ratón”, hijo de El Chapo, de apenas 32 años, fue capturado el 5 de enero en un operativo encabezado por el gobierno de Estados Unidos y fuerzas especiales de la Secretaría de Marina, y ahora está en una prisión de máxima seguridad a la espera de su extradición a Estados Unidos, Emma Coronel Aispuro, la esposa del Chapo , quien tiene la misma edad que su hijastro, será liberada este año luego de un trato benévolo por parte del Departamento de Justicia del mismo país que quiere al Ratón tras las rejas.
Ovidio, según sus abogados defensores, sufre graves problemas de salud y sufre de “depresión” y “ansiedad”. Por otro lado, Emma, madre de las dos hijas del Chapo, parece renacer.

La historia de ambos se entrecruza como en una tragedia griega, no solo por ser parte del clan Guzmán, sino por la forma en que Ovidio y Emma atravesaron la misma prueba de fuego entre el cariño y la libertad.
Desde que Emma tenía apenas 17 años se ha enredado en el mundo del narcotráfico cuando inició una relación sentimental con El Chapo, 32 años mayor que ella. Ella se unió a él cuando tenía 18 años, procreó hijas gemelas con el jefe y se involucró en las actividades delictivas de su marido, disfrutando de dinero de procedencia ilícita, sirviendo como mensajera, e incluso pagó sobornos a funcionarios públicos por orden de su marido. según una acusación penal abierta contra ella por Estados Unidos.

Drogas, armas, violencia, fugas e infidelidades formaban parte del día a día de Emma junto a Guzmán Loera, quien se convirtió en el rostro más famoso del Cártel de Sinaloa en el mundo. En 2014 estaba con El Chapo, sus pequeñas hijas mellizas y una niñera, cuando en un departamento de Mazatlán irrumpió en un operativo orquestado por la agencia antidrogas estadounidense DEA, con la colaboración de un grupo élite de la Marina estadounidense. Saltó de la cama que compartía con su esposo, quien no resistió la detención, posiblemente por la presencia de su familia.
Desde que El Chapo regresó a prisión, Emma conspiró con sus hijastros, Iván Archivaldo, Alfredo Guzmán Salazar y Ovidio Guzmán López, para planear la fuga del Chapo del penal de máxima seguridad conocido como “El Altiplano” a mediados de 2015, prisión en la que Ovidio Guzmán ahora está preso.
El Chapo fue recapturado, extraditado a Estados Unidos, y sentenciado a cadena perpetua en el Tribunal del Distrito Este de Nueva York en 2019.

La complicidad de Emma con el narcotráfico se ventiló durante el juicio de su esposo. Fue arrestada en febrero de 2021 en el Aeropuerto Internacional Dulles en Washington.
El medio adjunto dijo que, según una fuente de información del Departamento de Justicia de EEUU, Emma se habría entregado, “una señal de que planea cooperar con las fuerzas del orden…”, citó el medio a su informante.
La mujer del Chapo firmó un acuerdo de culpabilidad, y en noviembre de 2021 fue sentenciada a solo tres años de prisión, una pena mínima en base a los 10 a 20 años de prisión que le esperaban.
En septiembre de 2022, su abogada, Mariel Colón, dijo a los medios que Emma había logrado una rebaja en su sentencia y según información oficial de prisiones federales, actualmente Emma se encuentra internada en el Carswell Federal Medical Center (FMC) en Fort Worth, Texas. y será puesto en libertad el 13 de septiembre, con la obligación de ser vigilada durante 4 años.

El lugar donde se encuentra interna es un centro médico federal de seguridad administrativa, un penal donde se atiende a internos con problemas de salud, que cuenta con un área de mínima seguridad para un determinado perfil de internos.
Colón dijo que su cliente ingresaría a un programa en el que podría salir de la prisión durante el día y volver a dormir por la noche.
¿La nueva Emma?
El último recuerdo público de Emma fueron los dibujos de los ilustradores del Tribunal de Distrito de Columbia, con uniforme verde de prisionera. Y su abogado aseguró que estaba siendo maltratado en prisión. Pero la semana pasada tuve acceso a fotografías de Emma Coronel Aispuro, dentro del centro de rehabilitación social donde se encuentra. Al parecer son de abril de 2022. Emma Coronel en el centro de rehabilitación donde aún se encuentra. (enero de 2023).

Al menos por el momento, quedaron atrás los estilismos de Gucci, Dolce Gabanna y Prada, así como la provocativa ropa como una segunda piel en su curvilínea figura.
En sus sienes ya no luce la corona autoimpuesta de narco queen, de mirada desafiante y labios como una manzana roja. Pero tampoco llevas el habitual y triste uniforme de un preso normal.
Aparece vestida con unos baggy pants gris claro -lo que hace pensar que su situación carcelaria es más relajada- y unas zapatillas muy blancas. Lleva gafas con un marco blanco sobre sus ojos oblicuos.
Lejos de las joyas ostentosas, usa aretes de oro y un par de anillos del mismo color y un reloj negro. Su cabello es castaño y largo hasta debajo de los hombros, con un corte de pelo sencillo, y junto a él se puede ver a un hombre negro que, por su ropa caqui, podría ser otro interno, con la salvedad de que FMC Carswell es solo para mujeres.
No usa maquillaje y su rostro se ve tranquilo.

Emma es ciudadana estadounidense, al igual que sus dos hijas. Tan pronto como sea liberada, no será deportada a México: deberá estar en libertad condicional durante cuatro años en Estados Unidos, donde tiene miembros de su familia materna, en California.
Nada mal para alguien que fue cómplice de la organización narcotraficante más poderosa del mundo, en un nivel inferior, según dijo la Fiscalía cuando pidió una condena baja.
La pregunta es: cuando ella sea completamente libre, ¿volverá a defender su corona como reina en el clan de los Guzmán, o podrá emprender una vida diferente?
La tragedia de Ovidio y Adriana
Y mientras Emma empieza a hacer las maletas, su hijastro Ovidio ahora está en prisión. Personal de instituciones que participaron en la captura de uno de los integrantes del clan “Los Chapitos”, encabezado por Iván Archivaldo Guzmán Salazar, me dieron detalles de la captura del narco menor, que el gobierno de México no querrá reconocer oficialmente. . La versión fue corroborada por varias fuentes.

La operación tuvo varias fases. En la primera localización y detención participaron agentes del gobierno estadounidense, miembros de la Unidad de Operaciones Especiales de la Marina (UNOPES), y se colaboró con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Se afirma que el operativo comenzó a las 22 horas del 4 de enero con la concentración de elementos de la Armada. “Nosotros no supimos nada hasta las 10 de la noche, nos citaron en Mazatlán y sacaron todo el equipo, pero pensamos que era otra cosa”, dijo una de las fuentes de información.
Otros elementos fueron citados en Los Mochis, Sinaloa. Elementos del gobierno de Los Estados Unidos, habrían venido de Sonora. Se asegura que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, no sabía de la operación.

A las 2 de la mañana comenzaron las acciones en el perímetro de Jesús María, donde se encontraba Ovidio. La ubicación la dio la DEA, como señalé en mi anterior colaboración con DW. “Las coordenadas fueron enviadas desde Costa Rica y Cosalá”, informó la fuente.

El primero es una sindicatura de Culiacán, y el segundo, el municipio donde nació Jesús Adriana Meza Torres, esposa de Ovidio, quien fue clave en su detención.
Jesús Adriana, a quien tras la captura de Ovidio ya llaman “la nueva reina del narco”, equiparando su situación a la de Emma en 2016, cuando salió a la luz en una entrevista que me concedió.

Nació el 6 de octubre de 1989 y fue empadronada en Cosalá, Sinaloa. Es hija del narcotraficante Raúl Meza Ontiveros, conocido como “El M-6”, lugarteniente y socio del Cártel de Sinaloa, y de Aída Elizabeth Torres Félix, hermana de otros dos integrantes de la organización criminal: Javier Torres Félix, el “JT “, y Manuel Torres Félix, alias “M-1” o “El Ondeado”, este último habría estado presente el día que contrajo nupcias con El Ratón en la catedral de Culiacán.
Ovidio y Adriana tuvieron al menos dos hijas. Tal como sucedió en 2014 en el operativo en el que la DEA detuvo a su padre en Mazatlán, también acompañaba a su esposo al momento de su detención.

A pesar del éxito en la localización de Ovidio, me informan que este había logrado escapar de la casa de Jesús María, donde había sido localizado. Ya había aprovechado unos minutos cuando se puso en acción su escudo protector, pero su esposa e hijas quedaron atrapadas cuando comenzaron los tiros aéreos de las aeronaves ocupadas en la operación. Se afirma que una de sus hijas sufrió un ataque de nervios por los disparos, y Adriana llamó a Ovidio para decirle que su hija estaba en una crisis grave. Se asegura que el hijo del Chapo volvió por ellos, y allí lo atraparon, llegando a la negociación para dejar a su familia sana y salva.
Según otro informante que concuerda con la versión, miembros del gobierno de Estados Unidos hablaron con él. A las 5:30 de la mañana, se asegura que se inició la primera quema de vehículos en las inmediaciones de Jesús María, Culiacán y otros puntos de Sinaloa, por ejemplo, Badiraguato, como reacción de las fuerzas armadas de “Los Chapitos”, pero se afirma que no utilizaron toda su capacidad de fuego.
El Ejército y la Guardia Nacional habían entrado en operación en un segundo y tercer momento como refuerzo, pero Ovidio ya había sido capturado.
En el ataque del grupo armado de “Los Chapitos”, en el aeropuerto internacional de la Ciudad de Culiacán, resultó lesionado un miembro de operaciones especiales, un avión de Aeroméxico sufrió un “daño estructural en su sistema hidráulico”, y una tercera aeronave sufrió un ataque directo y una de sus hélices se incendió.
En helicópteros militares como el EC-725 Matrícula 1006 y una aeronave ULTRA ULTUH-60 de la Guardia Nacional se transportó al personal herido del gobierno mexicano. Tengo los nombres, pero por su seguridad no los voy a publicar.

Se señala que hubo alrededor de 200 muertos en el operativo, pero que el gobierno mexicano retiró los cuerpos. Esta versión coincide con la que me dieron los vecinos del lugar con los que hablé por teléfono el 6 de enero, cuando Jesús María aún estaba secuestrado por el Ejército. “Era un campo de guerra contra la población civil”, me dijo un vecino, “no sabemos la magnitud, pero hay muchos muertos y muchos heridos”.
Un funcionario de una de las instituciones que participó señaló que hubo “daños colaterales, 28 bajas civiles”. Por definición, se supone que no eran miembros del grupo delictivo.

La extradición de Ovidio Guzmán López, según exfuncionarios expertos en la materia, no es un tema legal sino una decisión política.
El papel de juez para determinar si la solicitud de extradición cumple con los estándares internacionales es solo un trámite, y el veredicto sobre si cumple con los requisitos depende de la Cancillería que encabeza Marcelo Ebrard, quien tiene la última palabra.
También depende de Ovidio si pone trabas legales a su extradición, o si la facilita. Si el hijo de El Chapo quita las trabas legales, al gobierno de AMLO le resultará muy costoso políticamente hablando evitar su extradición, lo que, sin duda, sería explosivo para la llamada Cuarta Transformación y en los reacomodos de el Cártel de Sinaloa.

Sería más que escandaloso que, por trabas del gobierno mexicano, “El ratón” pudiera sufrir un incidente en prisión o darse a la fuga.
redaccionqroo@diariocambio22.mx
GCH





















