🔊 Escuchar la nota

 

• Echa un vistazo a estos artistas del cambio rápido mientras cazan, eclosionan y se alimentan.

 

Redacción/ CAMBIO 22

NAVEGANTES SIGILOSOS: Los pulpos son maestros en pasar desapercibidos, cambiando su coloración y textura para adaptarse a su entorno en cuestión de segundos.

PROPULSIÓN A CHORRO: Además de ser capaces de adoptar sorprendentes disfraces, los pulpos también son hábiles nadadores. Pueden desplazarse por propulsión a chorro, introduciendo agua en la cavidad de su manto (la región que contiene la cabeza) y expulsándola por un tubo llamado sifón. Pero los pulpos, como el que aparece arriba en el mar Mediterráneo cerca de Ibiza (España) en 2014, no son tan veloces como los calamares, que pueden desplazarse a más de 40 kilómetros por hora.

APRECIAR EL CAMINO: Un pulpo de Rockport, Massachusetts (Estados Unidos) se orienta en las profundidades marinas utilizando sus ocho brazos.

VERDES SUBMARINOS: Un pulpo se desliza por aguas verdes en el Parque Nacional de Fiordland, en la costa suroccidental de Nueva Zelanda.

FOTO DE UN BEBÉ: Un joven pulpo eclosiona de entre una colección de huevos en la isla de Pramuka, cerca de Yakarta (Indonesia). Algunas especies de pulpo depositan sus huevos en rocas u otras zonas del fondo marino, pero otras se aferran a ellos o los incuban. Una especie de aguas profundas llamadaGraneledone boreopacifica es la madre por excelencia. Una hembra hallada en un profundo cañón de la costa central de California guardó sus huevos durante cuatro años y medio.

A LA CAZA: Un Octopus cyanea de las islas Tukangbesi (Indonesia) busca alimento entre las grietas de un arrecife. El animal “caza en tienda de campaña” extendiendo las redes entre sus tentáculos para capturar cualquier presa que las puntas de sus brazos saquen de sus escondites.

VENTOSAS: Los brazos de los pulpos son una maravilla de la ingeniería, y las ventosas (fotografiadas en un pulpo del Acuario Merimbula de Australia) son una de las principales razones. Estos animales no solo pueden utilizar sus ventosas para “saborear” su entorno, sino que son lo bastante fuertes como para soportar más de cien veces su propio peso.

UN GIGANTE PEGAJOSO: un pulpo gigante del Pacífico se aferra a la pared de su tanque en Baltimore, Maryland, Estados Unidos. Es la especie de pulpo más grande: el que ostenta el récord medía 9 metros y pesaba más de 272 kilos.

PRIMERA CAMADA: Octopus vulgaris, conocidos como pulpos comunes, de un día de vida, se arremolinan en un tanque del Instituto Español de Oceanografía en Galicia. El objetivo del instituto es ser el primero en criar pulpos en cautividad.

JUVENIL: Un pulpo joven sale de su escondite para alimentarse en las islas hawaianas.

UN COMENSAL GIGANTE: Un pulpo gigante del Pacífico busca comida en el cadáver de un cazón espinoso (Squalus acanthias) frente a la costa de Columbia Británica, Canadá.

RETRATO SUBMARINO: Un pulpo amarillo parece posar para una foto frente a Papúa Nueva Guinea.

 

Fuente: National geographic

redaccionqroo@cambio22.mx

GFB