Los Pastos Esenciales para un Engorde Bovino Eficiente y Saludable

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Expertos en ganadería destacan cinco especies de pastos que optimizan la nutrición y el rendimiento de los animales en el proceso de engorde.

Redacción / CAMBIO 22

El engorde bovino requiere de un manejo nutricional para maximizar el rendimiento de los animales. Los pastos seleccionados para este propósito deben garantizar altos niveles de digestibilidad, producción de materia seca y calidad nutricional, además de adaptarse a las condiciones agroclimáticas de cada región.

Roberto Salazar, experto y consultor en ganadería, menciona cinco especies de pastos, que en su concepto, son ideales para el engorde bovino: mombasa, brachiaria humidicola, kikuyo, estrella africana y alfalfa (leguminosa).

Mombasa: Es reconocida por su alto rendimiento forrajero y excelente calidad nutricional. Es un pasto perenne de crecimiento erecto, con hojas largas y anchas que lo hacen ideal para sistemas de engorde intensivo. (Lea en CONtexto ganadero: Lo que dice un ganadero sobre ventajas y desventajas del pasto mombasa)

Esta variedad requiere un manejo adecuado, especialmente en términos de fertilización nitrogenadas y control de la carga animal, para evitar su degradación.

De acuerdo con Salazar, “tiene un alto volumen de tonelaje, es resistente a la sombra. Además es un pasto que sirve para pastoreo, para picar, lo cual lo hace una excelente especie vegetativa”.

Brachiaria humidicola: Es un pasto originario de África que se ha adaptado a las condiciones de América Latina. Es una especie rastrera que forma una cubierta densa, lo que ayuda a prevenir la erosión del suelo.

Para maximizar su aporte al engorde, es recomendable combinarlo con leguminosas o suplementar con concentrados proteicos.

El profesional asegura que “es un pasto que se adapta a cualquier terreno. Además, aguanta hasta seis meses de encharcamiento. Una de sus características es que aguanta el pisoteo de los animales y hace un colchón que es casi invencible, lo cual lo hace muy resistente”.

Kikuyo: Es un pasto rastrero, altamente adaptado a regiones de altitud media y alta, especialmente en climas frescos y húmedos. Es una especie altamente utilizada en zonas lecheras y de engorde bovino en Colombia, México y Ecuador.

El kikuyo debe ser manejado en rotación con otros forrajes para que la dieta de los animales sea balanceada.

Según Salazar, “es un pasto que tiene proteínas tan altas, que casi cumple con los requerimientos de los animales en sus etapas de lactancia, crecimiento, desarrollo y, sobre todo, de engorde”.

Estrella africana: Este pasto perenne de tipo rastrero es muy usado en sistemas de pastoreo intensivo. Es conocido por su resistencia al pisoteo y su capacidad para cubrir grandes áreas rápidamente. Requiere un buen manejo de fertilización y control de malezas para mantener su productividad y calidad.

El profesional afirma que este es un “pasto es un poco exigente en calidad del suelo, pero es muy resistente. Un punto que hay que destacar de esta especie es que su rebrote es rápido, tal vez uno de los más rápidos porque en 18 días está listo para pastorearlo de nuevo”. (Lea en CONtexto ganadero: Así se diferencia el pasto estrella africana y el pasto estrella gaucho)

Alfalfa: Es una leguminosa de alto valor nutritivo, conocida como la reina de los forrajes. Es ideal para sistemas de engorde en regiones con climas templados y suelos bien drenados. La alfalfa es sensible al exceso de humedad y requiere un manejo cuidadoso para evitar problemas de acidosis en los animales.