• Alerta Roja

Javier Chávez Ataxca/CAMBIO 22

Encaminadas a garantizar el acceso de las minorías a cargos de elección popular –homosexuales, indígenas y discapacitados–, las “acciones afirmativas” son burladas con cinismo por los partidos y Morena va al frente en la acumulación de candidaturas cachirules en Quintana Roo.

Con estas candidaturas fraudulentas los partidos arrebatan a sectores minoritarios el salvoconducto compensatorio que saben aprovechar quienes 𝐬𝐞 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐧 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐫 𝐩𝐨𝐫 𝐜𝐢𝐞𝐠𝐨𝐬 𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐯𝐢𝐬𝐢ó𝐧 𝐩𝐚𝐫𝐜𝐢𝐚𝐥, 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐩𝐫𝐞𝐭𝐞𝐧𝐝𝐞 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐫 𝐥𝐚 𝐜𝐡𝐞𝐭𝐮𝐦𝐚𝐥𝐞ñ𝐚 𝐒𝐨𝐧𝐢𝐚 𝐁𝐞𝐭𝐚𝐧𝐜𝐨𝐮𝐫𝐭 𝐂𝐚𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭á 𝐢𝐧𝐬𝐜𝐫𝐢𝐭𝐚 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐩𝐥𝐚𝐧𝐢𝐥𝐥𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐚𝐥𝐜𝐚𝐥𝐝𝐞𝐬𝐚 𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐥𝐢𝐧𝐚 𝐦𝐨𝐫𝐞𝐧𝐢𝐬𝐭𝐚 𝐘𝐞𝐧𝐬𝐮𝐧𝐧𝐢 𝐌𝐚𝐫𝐭í𝐧𝐞𝐳 𝐇𝐞𝐫𝐧á𝐧𝐝𝐞𝐳, quien va por la reelección.

Incluso Sonia Betancourt fue reina del Carnaval de Chetumal en la pasada edición y no presentaba el mínimo problema de visión que surgió cuando fue incluida a la mala en la planilla de Yensunni como candidata a regidora. Antes Sonia Betancourt quiso ser candidata por la cuota LGBTQ+

Hacer pasar como repentinos homosexuales a candidatos a regidores y a diputados locales es un insulto para quienes realmente lo son, por que siguen reclamando espacios de participación política para impulsar su agenda y son dezplazados del juego electoral.

Partidos y candidatos comparten culpas, porque con toda intención ubican a sus candidatos en estos espacios reservados para grupos minoritarios que no son tomados en serio por nuestros políticos, viendo el reparto gandalla en Morena.

𝐇𝐚 𝐬𝐢𝐝𝐨 𝐦𝐮𝐲 𝐢𝐧𝐜ó𝐦𝐨𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐧𝐜𝐮𝐧𝐞𝐧𝐬𝐞 𝐀𝐧𝐚𝐡í 𝐆𝐨𝐧𝐳á𝐥𝐞𝐳 𝐇𝐞𝐫𝐧á𝐧𝐝𝐞𝐳 𝐞𝐧𝐜𝐚𝐛𝐞𝐳𝐚𝐫 𝐥𝐚 𝐟ó𝐫𝐦𝐮𝐥𝐚 𝐝𝐞 𝐌𝐨𝐫𝐞𝐧𝐚 𝐚𝐥 𝐒𝐞𝐧𝐚𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐭𝐢𝐪𝐮𝐞𝐭𝐚 𝐝𝐞 “𝐢𝐧𝐝í𝐠𝐞𝐧𝐚”, ya que no sale de una de estas comunidades para competir y no se necesita un trabajo de campo para comprobarlo.

Pero es decisión exclusiva de los mayas quintanarroenses aceptar o rechazar a la candidata de Morena al Senado, porque “el que calla otorga”, y aplica para los miles de mayas pasivos que aceptan a la joven Anahí, quien indebidamente ha sido diputada federal en distrito ajeno, con cabecera en nuestra capital chetumaleña.

Sería el colmo que Roberto Palazuelos fuera disfrazado de tarahumara o chamula por el Movimiento Naranja, pero en política son capaces de eso y más.

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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