Los Depredadores Hídricos: Hoteles, Bancos y un Aeropuerto se Enriquecen con Saqueo de Agua y Clientes
9 Feb. 2025
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Oxfam México expone en su reciente informe “Beneficios en fuga” cómo el sector turístico y la banca extraen sus ganancias en detrimento del derecho humano al agua y de sus clientes sometidos a altas comisiones e intereses
Redacción / CAMBIO 22
Ciudad de México, 8 de febrero.- Aunque el acceso al agua es un derecho reconocido en la Constitución, las concesiones vigentes benefician principalmente a sectores económicos que pagan tan pocos derechos de extracción que no alcanzan a cubrir al presupuesto de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), además de impactar en el medio ambiente y reducir los recursos disponibles para la población en general.
Así lo revela el informe “Beneficios en fuga” de Oxfam, una organización que trabaja en distintos países para combatir la desigualdad, que identificó a la banca y servicios financieros, las concesiones de agua, así como el turismo y hotelería como los sectores que ejemplifican el patrón de despojo y extracción en México “con ganancias para unos pocos y pérdidas para el resto”.
La organización identificó a las 10 empresas que extrajeron cada año más agua (medida en metros cúbicos) para uso en servicios desde el inicio de su permiso y hasta septiembre de 2024. Se trata, en orden de mayor a menor, del Aeropuerto de Cancún; Quiroocan; Promociones y Desarrollos Ribera Mujeres; Balneario “Ojo del Carbón” en Tlapanala, Puebla; Hotelera Playa Paraíso; Urbi Construcciones del Pacífico; Promotora Ecotur; Inmobiliaria Xcunya; Desarrollo Marina Vallarta, y en último lugar el Gobierno de Morelos.
También concluyó que el turismo “está terminando con el agua”, pues ocho de los diez mayores extractores de agua a nivel nacional lo hicieron para uso en servicios con fines turísticos. De esas, siete están concesionadas en Quintana Roo. De acuerdo con los datos analizados por Oxfam, tres concesionarias son hoteles: Quiroocan, Promotora Ecotur y Hotelera Playa Paraíso.
“Nos llama la atención el caso del hotel Quiroocan, propiedad de Simón Pedro Barceló, el hombre en el lugar 21 de los más ricos en España, aparece en las listas de Forbes de los en ese ese país, y solamente para consumir el agua que Quiroocan consume en un año, una persona tendría que vivir 340 mil años”, expuso en entrevista el director de programas de Oxfam México, Carlos Brown.
Otro contraste importante se observa en los 40 millones de metros cúbicos de agua que ha extraído el Aeropuerto de Cancún frente a los alrededor de 13 millones de metros cúbicos de agua del Gobierno del Estado de Morelos.
Oxfam también expuso que si bien el sector turístico se promueve como uno de los más importantes de la economía, “no beneficia realmente a la mayoría de la población”, toda vez que las y los empleados de este sector tienen que ser contratados por temporadas y con sueldos bajos.
“De 2000 a 2023, cuatro de cada cinco trabajadores en el sector turístico y de hotelería fueron mozos, camaristas y camaristas. Para estos tipos de personas trabajadoras, la mediana salarial fue de 5 mil 368 pesos o 0.64 salarios mínimos. En cambio, las personas en direcciones y gerencias, que representan sólo una de cada cinco personas trabajadoras del sector, ganan virtualmente el doble (10 mil 524 pesos)”, señaló la organización, de igual forma destacó que la brecha salarial entre hombres y mujeres aún es amplia en estos empleos.
Las concesiones agrícolas
Oxfam también encontró que el fin de extracción de agua más común es el agrícola, que está exento de pago. El primer lugar lo ocupa la Unidad de Riego de Candelaria A.C. en Campeche, cuyo uso significa casi ocho veces lo que emplean todas las personas en la entidad para fines domésticos.
“Si usamos como referencia el límite contemplado en la ley para uso diario –de acuerdo al Artículo 223 de la Ley de Aguas Nacionales–, una persona tendría que vivir 18 millones de años para gastar el agua que extraen las empresas agrícolas en Jalisco en un año; 10 millones, para la que extraen en Sinaloa; y 12 millones para la que se gasta en Campeche con el mismo fin”, señaló el informe.
El economista Carlos Brown explicó que el crecimiento de las concesiones de agua desde 1992, cuando entró en vigor la Ley de Aguas Nacionales, hasta la fecha también obedece a un modelo económico que busca beneficiar a los principales exportadores.
“Esa reorientación de la exportación implica que el agua barata en nuestro territorio, que se extrae de nuestro territorio, se termine utilizando para bienes primarios, para frutas, verduras, carnes que se llevan al extranjero y que se venden al extranjero. Y eso es algo que es muy notorio. Cuando contamos la historia completa del número de concesiones y cómo aumentaron, de la caída de las recaudaciones, es decir, que ni siquiera alcance para el organismo regulador, es sólo el botón de muestra de lo barata que tenemos el agua en México. Por supuesto que fue una intención muy clara de política industrial en su momento que buscaba avanzar a esto”, planteó.
En agosto de 2024, la investigadora Elena Burns explicó en un artículo publicado, que desde que la Ley de Aguas Nacionales se creó buscó “adelgazar el Estado” al poner la infraestructura hidroagrícola federal y las aguas en manos de los usuarios, pero “desapareció los derechos de los núcleos agrarios sobre sus aguas a favor de nuevas estructuras que facilitaron la concentración del poder”.
Bancos extraen ganancias de clientes
En la Convención Bancaria de Acapulco en 2024, Julio Carranza, presidente de la Asociación de Bancos de México, reconoció que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador no reguló el sector financiero e incluso aseguró que “la banca es uno de los sectores que más contribuyen en el pago de impuestos al país”, aunque esto último o desmienta el informe de Oxfam México.
La banca se reprivatizó y desreguló durante el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari y desde la crisis de 1994 se utilizan ingresos públicos para financiar la deuda de los bancos, el Fobaproa.
Ante la desregulación, expone el informe, la banca mexicana obtiene sus ganancias a partir de la extracción de los clientes con altas comisiones por sus servicios y por las altas tasas de interés por deudas (hipotecas, crédito para autos, negocios); por especular con sus concesiones de agua y por los pagos de impuestos mínimos.
En el sexenio pasado, el legislador Ricardo Monreal habló de una iniciativa para poner límite al cobro de comisiones de los bancos, lo cual causó una caída de la Bolsa Mexicana de Valores y que Monreal diera un paso atrás.
El informe de la organización expone que al menos desde el 2000, a inicios del Gobierno del empresario Vicente Fox, México es de los cinco países donde más ganan los bancos frente a Argentina, Brasil, EU, España, Alemania y Reino Unido, ya que las comisiones que cobran aquí son más altas a las de otros países y ganan más por intereses que en otros sitios.
Pero el dinero no se queda aquí, sino que se queda en beneficio de unos cuantos. “Los bancos más importantes del país extraen la mitad de sus ganancias en México para llevarlas a sus matrices en el extranjero”, dice el documento, o a paraísos fiscales.
En entrevista, el director de programas de Oxfam México, Carlos Brown, comentó que “si se decide regular esto –ya se intentó en el sexenio pasado reducir las comisiones cobradas y poner topes a las tasas de interés–, es muy contencioso, y lo sabemos, pero es muy necesario. México es el lugar ideal para generar estos beneficios porque no está regulada la posibilidad de estos márgenes, entonces las tasas de interés se vuelven tasas de usura. (Las regulaciones) tendrán implicaciones en el corto plazo, los movimientos de capital generan eso, los 90 e inicios de los 2000 son un recordatorio muy fuerte de cuando intentas meterte con el capital. Cuando dicen que se van a ir del país, quiero ver que obtengan beneficios en otros países como los obtienen aquí”.
Pese a esas ganancias a partir de altas comisiones y tasas de interés, de 2016 a 2021, la tasa efectiva del Impuesto Sobre la Renta fue del 5.45 por ciento para la banca comercial, reporta Oxfam México con base en datos del SAT. Es decir, los bancos pagan menos impuestos que una persona que gana alrededor de un salario mínimo porque, dijo Brown, las grandes fortunas cuentan con los despachos de abogados necesarios “para navegar” en las reglas fiscales a diferencia de un trabajador común.
“Esa diferencia entre lo que dice la ley y lo que terminan pagando está hecho a modo para grandes empresas y para grandes fortunas. En el caso de la banca y de servicios financieros lo que reporta el SAT es que sus tasas efectivas del pago de ISR son bajísimas, a pesar de que sus márgenes de ganancia son muy altos, una tasa más pequeña que lo que paga una persona trabajadora que está muy cerca del mínimo”, afirmó el economista especializado en justicia fiscal.
Los bancos además han adquirido concesiones de agua en México desde los noventa y tienen, a septiembre de 2024, un total de 183 concesiones para uso agrícola. Oxfam México plantea que en este fenómeno mundial compran terrenos donde hay cuerpos de agua y especulan así con su escasez en plena crisis climática.
El informe “Los millonarios del agua” (UAM, 2020) documentó que el banco español BBVA tiene 1.6 hectómetros cúbicos/año en el acuífero sobreexplotado Atemajac, cerca de Guadalajara, Jalisco. Y el Banco Azteca de Ricardo Salinas Pliego cuenta con 2.2 hectómetros³/año en el acuífero sobreexplotado de la Zona Metropolitana, de la cuenca de México.
“Si los bancos tienen concesiones de agua para uso agrícola, seguramente están lucrando con esas concesiones porque un banco no tiene por qué meterse a una actividad que no es la propia y lo dice la Constitución, en el artículo 27 dice que no puede tener tierra ni agua si no es indispensable para sus fines económicos. No es un fenómeno solo mexicano, se repite alrededor del mundo en la medida en que el agua se vuelve un bien cada vez más escaso por la crisis climática, el agua sea motivo de especulación y sea tratada como una mercancía”, aseveró Brown.
Las concesiones crecen, pero no los recursos
El director de programas de Oxfam México, Carlos Brown, recordó que el número de concesiones de agua pasó de aproximadamente 2 mil en 1992 a 530 mil en 2024 para organismos públicos y privados.
“Hubo un aumento muy grande de las concesiones del agua. El agua no se ha privatizado y se mantiene como propiedad de la nación y se ha estipulado en los últimos años que es un derecho humano de nuestra legislación, pero las concesiones no han dejado de aumentar. La otra: la recaudación que se obtiene por esas concesiones, porque los concesionarios pagan por esas concesiones, ha ido reduciéndose en los últimos años”, expuso.
El análisis de Oxfam encontró que entre el dinero recaudado por derechos de extracción de agua ha sido incluso menor al presupuesto de la Conagua.
“Lo que se cobra por extracción no ha representado ni la mitad del presupuesto ejercido por la Comisión en el mismo periodo. Sin recursos suficientes, la Conagua tiene las manos atadas”, señaló el informe.
Oxfam México concluyó que ante el riesgo que representan los movimientos que justifican el desmantelamiento de los Estados mientras enaltecen a grandes empresarios –como en el caso de Estados Unidos con la administración de Trump–, y para que el Gobierno de Claudia Sheinbaum cumpla los objetivos que ha planteado en México de “prosperidad compartida”, es necesario que los empresarios contribuyan a las finanzas del país con medidas como el pago de impuestos progresivo, es decir, que paguen más los que más tienen.
“Es es la responsabilidad de las élites que va más allá de que nos den una palmada en la espalda y nos digan: ‘Todo va a salir bien. Aquí estamos, todos estamos en el mismo barco’. Por supuesto que no, estamos ante la misma tormenta, pero en marcos muy distintos. Y ahí lo que lo que toca es pedirle a las élites mexicanas, pues que apoquinen, que le entren. No puede haber una negociación efectiva con una capacidad, con el cuarto de al lado frente a Trump, con todo esto, con un Estado disminuido, con un un Estado chiquito, un Estado que no tiene las capacidades, los negociadores, que no tiene las herramientas para poder hacer”, señaló Carlos Brown.
Fuente: Sin Embargo
GPC/DSF