• Gritó que no confiaba en la policía y pidió la intervención del Ejército

 

  • Acusó secuestros, casas de seguridad y desapariciones en Cancún

 

Santiago Rodas/ CAMBIO 22

CANCÚN, QRoo, 30 de abril de 2025.– En plena madrugada y ante decenas de testigos, un hombre subió a la estructura metálica de una tienda departamental Coppel ubicada en el Crucero de Cancún, lanzando un grito urgente que sacudió a todos los presentes:

“¡No confío en la policía, llamen al Ejército!”

El sujeto, identificado como Felipe de Jesús, de 44 años, aseguró haber sido ex cabo del Ejército Mexicano y denunció públicamente hechos extremadamente graves relacionados con el crimen organizado en la ciudad.

De acuerdo con su relato, Felipe afirmó haber sido secuestrado días atrás y llevado a una casa de seguridad cerca del fraccionamiento Los Héroes, específicamente en las inmediaciones de un local conocido como “La Tóxica”.

Desde lo alto de la estructura, gritó que en ese lugar se esconden restos de víctimas desaparecidas y que ahí se cometen crímenes impunes, incluso asegurando haber presenciado el intento de ejecución de otro hombre.

Su aparición no fue sólo un acto desesperado, sino una especie de denuncia en vivo, donde señaló una supuesta red de desapariciones y secuestros que estaría operando con protección o indiferencia de autoridades.

Elementos de la policía municipal, Protección Civil y bomberos llegaron al lugar tras varios minutos de tensión. Felipe fue convencido de bajar, pero no sin antes exigir que su vida fuera protegida por miembros del Ejército.

Hasta el cierre de esta edición, las autoridades no han confirmado ni desmentido los hechos denunciados, aunque la Fiscalía ya habría abierto una carpeta de investigación sobre lo declarado por el hombre.

La escena, registrada por celulares y difundida en redes sociales, ha generado preocupación entre vecinos de la zona, quienes exigen una investigación seria sobre lo que Felipe denunció públicamente.

En un contexto de creciente violencia y desapariciones en el estado, este incidente se convierte en un grito incómodo que no puede ser ignorado.

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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