Redacción/CAMBIO 22

CHETUMAL, 21 de noviembre.- Con la asistencia de 431 integrantes del padrón de 598, el ejido Juan Sarabia finalmente aceptó vender tierras Fonatur a cambio del pago de  170 pesos por metro cuadrado, conjurando de esa manera la amenaza de que el gobierno federal les expropiara las tierras que necesita para el paso de los tramos 6 y 7 del Tren Maya por el sur de Quintana Roo.

Sin embargo, el proyecto todavía no se libra de los reclamos de comunidades agrarias, puesto que justamente cuando para el Tramo 7 con este arreglo se libró el último obstáculo, en el Tramo 6 surgió uno nuevo con el ejido X-Maben del municipio de Felipe Carrillo Puerto, que reclama afectaciones a tierras que la federación no les reconoce como parte de su dotación agraria.

En el caso de Juan Sarabia, el monto total alcanzado por los ejidatarios cercanos a Chetumal con esta negociación final arroja un monto total de 145 millones 957 mil 866 pesos por 858 mil 575 metros cuadrados de tierras de uso común que serán afectadas por el proyecto, más el valor que resulte por los bienes distintos a la tierra.

La asamblea se realizó con la asistencia del subsecretario de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) Daniel Fajardo, donde se definió que a cada comunero le corresponderá el pago de 244 mil pesos solo por el valor de las tierras de uso común, mientras que el pago de cultivos o construcciones en las áreas afectadas queda pendiente aún.

Los ejidatarios terminaron de aceptar esta cantidad ofrecida por la federación, que es un poco mayor a los 143.5 pesos que les ofreció primero, pero mucho menor a los 250 pesos por metro cuadrado que exigían los integrantes de Juan Sarabia, alegando que sus tierras tienen alta plusvalía por su vecindad con atractivos turísticos como Bacalar y el Estero de Chac.

 Pero el gobierno de Andrés Manuel López Obrador prefirió presionarlos, iniciando un procedimiento de expropiación a petición de Fonatur ante la Sedatu el pasado 9 de noviembre, lo que llevó a que finalmente cedieran en sus exigencias.

Con esto se han liberado los obstáculos que la negociación de la compra de tierras estaba representando para el proyecto del Tren Maya en el sur de Quintana Roo, puesto que todos los ejidos ubicados en la ruta Chetumal-Xpujil del Tramo 7 del proyecto, Chetumal-Escárcega, ya aceptaron los precios ofrecidos por el gobierno federal.

Sin embargo, al mismo tiempo que en Juan Sarabia se llegaba a un acuerdo, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto surgió un obstáculo a los trabajos del Tramo 6 Tulum-Chetumal, puesto que comuneros de X-Maben bloquearon áreas desmontadas para reclamar que Fonatur les pague por la afectación.

El problema principal reside en que la parte afectada está en tierras que el gobierno federal no les reconoce como parte de la dotación ejidal que los habitantes de X-Maben delimitaron como suyo desde 1937, que consideran que les pertenecía desde antes que Quintana Roo sea declarado como estado.

Por eso, los ejidatarios indicaron que para ellos se trata de áreas invadidas por Fonatur, mientras que para el gobierno federal se trata de terrenos nacionales, ubicados en el tramo carretero Tres Reyes-Chumpón, a la altura del kilómetro 168+000 de la carretera federal 307 y a 35 kilómetros al norte de la ciudad de Felipe Carrillo Puerto.

Los ejidatarios indicaron que son 10 kilómetros de trazo para el tren equivalente a una superficie de 36 hectáreas, además de 38 hectáreas de derecho de vía de la carretera federal 307 tramo Felipe Carrillo Puerto–Tulum que no les han pagado, y que forman parte de las tierras que cuidan desde hace 86 años.

Otras tierras afectadas al ejido se les compraron con precio pactado a 40 pesos por metro cuadrado, pero entre esa área no se incluyeron las 36 hectáreas que dicen tener en posesión, pues Fonatur dice que son propiedad de la nación.

cambio22chetumal@gmail.com

JFCB

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