Layda Sansores Entrega Apoyo a Feminicida
3 Feb. 2025
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Antonio Rendón Uresti fue beneficiado con recursos económicos para un proyecto de carpintería
Redacción/CAMBIO22
San Francisco de Campeche, Cam., 3 de febrero.- Durante la entrega de apoyos del “Programa de reactivación económica y apoyo al empleo” que presidieron la gobernadora Layda Sansores San Román y su secretario de Desarrollo Económico, el expresidiario Jorge Luis Lavalle Maury, había en el presídium otro personaje recién salido del Centro de Readaptación Social de San Francisco Kobén, sentenciado a 40 años de cárcel en 1999 por feminicidio y quien gracias a la perversa gobernadora, pudo salir de prisión 15 años antes de que concluya su condena.
Se trata del “promotor” bonfileño Antonio Rendón Uresti, quien recibió apoyos económicos para un proyecto de carpintería, y fue apapachado, abrazado y respaldado públicamente por la gobernadora Layda Sansores, pese a su negro pasado en que con toda sangre fría secuestró, asesinó y enterró a la empresaria ganadera Celia López Bravo en 1998, y unos ocho años antes, en 1986, secuestró, amarró, asesinó y arrojó á un dren de riego, al campesino Moisés Martínez Arreguín, quien se desempeñaba como agente municipal de Alfredo V. Bonfil, del Municipio de Campeche.
El historial delictivo de Rendón Uresti incluye, además del doble asesinato, el robo a autobuses y camiones de mercancía. Comandaba una banda de asaltantes, que en colusión con el entonces director de la Policía Judicial, se dedicaban al atraco de vehículos. Siempre andaba armado y con aires de fanfarrón se sentía intocable por contar con la protección de los altos mandos policiacos, quienes acudían a su domicilio de Alfredo V. Bonfil al reparto del botín, en medio de escandalosas francachelas.
Para demostrar su poder e impunidad, secuestró al entonces agente municipal del poblado, el ejidatario Moisés Martínez Arreguín, a quien después de asesinarlo a golpes, amarró de pies y manos para después arrojarlo a un dren, en donde fue encontrado su cadáver unos días después. Fue capturado por este delito ante la presión de los pobladores y los familiares del agente municipal, por lo que pasó seis años en el penal.
Tras salir en libertad continuó con sus actividades delictivas, y el 16 de abril de 1998 secuestró a la empresaria ganadera Celia López de Bravo, por quien pidió 200 mil pesos como rescate. Pese a que cobró ese dinero en efectivo, no cumplió con su parte, por lo que el cadáver de esa apreciada y respetada ganadera bonfileña, fue hallado tres días después de su plagio.
Los hijos de doña Celia exigieron justicia y ante la inacción de la policía, contrataron investigadores privados quienes aportaron todos los elementos para dar con el paradero de la banda de secuestradores comandada por Rendón Uresti, entre ellos su compadre Epifanio García Guzmán, quien también fue liberado anticipadamente durante esta administración sansorista.
El juez tercero de primera instancia del Ramo Penal, lo condenó en el año 2003 a 40 años de cárcel, con efectos a partir de 1999 cuando fue detenido. Debió salir libre en 2039, pero el programa de liberación de reos de la perversa y nefasta gobernadora, que ha beneficiado hasta el momento a 300 expresidiarios, lo puso en libertad desde hace cinco meses, junto con su principal cómplice.
HTR