• Municipios de Yucatán como Tizimín, Valladolid y en particular la ciudad de Mérida, se han convertido en el paraíso terrenal y de “guarida segura” para los altos jefes del narco en México y el mundo.

 

  • Narcotraficantes encuentran refugio en la creciente inversión inmobiliaria en Yucatán.

 

 

 

Renán Castro Madera/CAMBIO 22

Aldrin Miguel Jarquín Jarquín “El Chaparrito”, como la gran mayoría de altos jefes del narcotráfico que operan en la península, radican en Mérida, Yucatán y hacen una vida familiar “ejemplar”, en dónde se hacen pasar como destacados empresarios con millonarios recursos que invierten principalmente en el mercado inmobiliario y pecuario de esta próspera entidad.

Municipios de Yucatán como Tizimín, Valladolid y en particular la ciudad de Mérida, se han convertido en el paraíso terrenal y de “guarida segura” para los altos jefes del narco en México y el mundo.

Las Tierras yucatecas se han convertido en generosas para el lavado de dinero y sus rubros favoritos son el turístico, el Agropecuario y del sector inmobiliario.

Nadie los molesta en tanto no recurran a la violencia como herramienta efectiva de cobro de facturas, tanto empresariales como de negocios ligados al crimen organizado.

Son los nuevos “delincuentes de cuello blanco” que pululan en las altas esferas yucatanenses, que los presume y cuida, en tanto les dejan millonarios y redituables inversiones que cobran al por mayor ganancias poco explicables Pero aceptadas en una sociedad de las más “conservadoras” de México.

La detención de “El Chaparrito” lo confirma, y rememora casos pasados en la detención de otros importantes jefes criminales que radicaban en la capital yucateca; tal es el caso de la aprehensión en julio del 2020, de Flavio Gómez Martínez, hermano de Servando Gómez Martínez “La Tuta” líder de los Caballeros Templarios que operaba en Michoacán y el Estado de México, quien radicaba en la zona de Altabrisa, en un complejo exclusivo de la zona Norte de la capital yucateca.


Los ejemplos abundan y se trasladan a otros municipios importantes como Valladolid y Tizimín, en dónde sus inversiones en el ramo turístico y agropecuario, alcanzan las dimensiones de escándalo frente a una sociedad que los adopta y los convierte en socios, vecinos y en el peor de los casos hasta en compadres, todo para gozar del dinero del que hacen uso estos nuevos miembros de la sociedad yucateca.

La falsa moral, se Impone y los lleva a presumir una falsa tranquilidad silenciada a base de millonarios cañonazos de dinero.

En el caso de Aldrin Miguel Jarquín Jarquín, El “Chaparrito”, convivía de manera habitual y hasta encabezaba reuniones de consejos empresariales a razón de las millonarias inversiones que había realizado principalmente en el ramo inmobiliario de Mérida y sus alrededores.

A la par, “El Chaparrito” en la estructura criminal del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) manejaba las plazas de Colima, Yucatán y Quintana Roo y está catalogado como un alto Jefe de esta organización criminal, muy cercano a la familia de Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho“.

Algunos afirman que es cuñado de El Mencho, lo que hace una pieza clave en la operatividad de esa organización criminal.

Lo detuvieron el pasado domingo por la tarde, mediante un fuerte operativo Implementado por elementos de grupos especiales de la Marina Armada de México, Guardia Nacional y de la Fiscalía General de la República.

Esa misma tarde habían arribado a Mérida y sin notificar a los cuerpos de seguridad asentados aquí, llevaron a cabo el operativo calificado por los altos mandos como “sin novedad”.

“El Chaparrito” le habían entregado las plazas de la península, tras la reubicación a Chiapas de Julio César Moreno Pinzón “El Tarjetas”.

Este último por más de seis años había manejado las plazas de Yucatán y en especial Quintana Roo, para el CJNG, sin embargo el recrudecimiento de la disputa por el control de Chiapas, fue reubicados en esa entidad.

Para ello, el propio Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho” asignó a Jarquín Jarquín, su cuñado como nuevo Jefe de plaza en la península y al menos en los últimos dos años, tras su liberación en el 2022, luego de ser detenido en Zapopan, Jalisco, se asienta en un informe de autoridades federales.

Sin embargo, en parte de las investigaciones se plasma que aún cuando radicaba en Colima, ya había iniciado la inversión en proyectos inmobiliarios entre los que destaca Plaza La Isla, de la ciudad de Mérida, aunque está versión se encuentra apenas en la primera etapa de la investigación.

Para la Fiscalía General de la República, en su informe oficial plasmaron que El domingo 18 de agosto, en coordinación con Fuerzas Especiales de la Secretaría de Marina (SEMAR), llevaron a cabo una operación simultánea en los estados de Yucatán y Jalisco, para ejecutar ordenes de aprehensión en contra de dos personas identificadas como Miguel Aldrin “N” alias “Chaparrito”, presunto Jefe Regional del CJNG con presencia en los estados de Colima, Jalisco, Yucatán y Quintana Roo, así como Juan Salvador “N” alias “Chava”, integrante de dicho cartel.

La detención de “El Chaparrito” fue llevada a cabo en una mansión de residencial Gran Valle, en el municipio de Cholul, Mérida, Yucatán.

En tanto a Juan Salvador “N” fue detenido en compañía de su esposa, Diana Laura “N” en el residencial Valle Imperial, avenida del Bosque Real, en Zapopan Jalisco.

Los detenidos son considerados por las autoridades federales como principales generadores de violencia, quienes presuntamente coordinan el tráfico ilícito de armas y precursores químicos para elaboración de drogas sintéticas, además de liderar una ruta de clorhidrato de cocaína desde Colombia – México – EUA.

Ambos habían sido detenidos en 2022 en posesión de armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas y más de 20 millones de pesos. Un juez les otorgó la libertad condicional; sin embargo, no se presentaron a sus audiencias y fueron declarados prófugos de la justicia.

La operación se llevó a cabo sin ningún tipo de violencia entre este grupo delictivo y las autoridades federales.

El “Chaparrito”, plenamente identificado como cuñado de Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, se relacionaba con empresarios yucatecos y al parecer socio mayoritario de Plaza La Isla.

El 13 de marzo del año 2022, “El Chaparrito”, jefe de Plaza Regional en Colima, Yucatán y Quintana Roo, fue detenido en Zapopan, Jalisco, pero un juez lo liberó el 4 de junio y lo exhortó a que se presentara a la audiencia de imputación por el cargo de delincuencia organizada, pero jamás lo hizo y en vez de ello huyó y cambió su residencia a Yucatán.

Al ser declarado prófugo de la justicia los grupos de inteligencia de la FGR lograron ubicarlo dos años después en el norte de Mérida, donde vivía con su familia, mientras operaba principalmente en Quintana Roo.

Junto a su hermano José de Jesús (a) “El R-32”, así como César Enrique Díaz de León Sauceda (a) El Lobito, y Fernando Zagal Antón, el “Chaparrito” están incluidos en la lista negra del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

De acuerdo con información de inteligencia proporcionada por la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) el detenido está entre los integrantes de la organización criminal con mayor rango. Incluso le bloquearon sus cuentas bancarias por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).

Jarquín Jarquín nació el 18 de noviembre de 1976 y es oriundo del municipio de Nezahualcóyotl, en el Estado de México; está identificado por las autoridades federales como uno de los principales creadores de violencia en Colima.

 

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