Remigio Morales/CAMBIO 22

Acostumbrado a la frivolidad, a la traición como premisa de vida, el presidente municipal de Tizimín, Pedro Couoh Suaste, mantiene un clima de persecusión en contra de sus adversarios y de quienes no piensen como el.

Atacado en las redes sociales de tizimileños, quienes cansados de los desplantes y malas decisiones que se toman desde el palacio municipal, observan la debacle de una feria tradicional catalogada como de las mejores del sureste y la más Longeva y tradicional del sureste mexicano.

Poco le importa a Couoh Suaste las carencias de la mayoría de la gente y que la diversión se encuentre fuera de su alcance, producto de los excesivos precios que se cobran para accesar a la recinto ferial o bien consumir alimentos o bebidas en el ruedo tradicional del centro de la ciudad.

Los juegos mecánicos instalados en el recinto ferial tienen precios altísimos para el promedio del bolsillo del tizimileño, pues cada boleto tiene un costo promedio de cincuenta pesos por persona, para accesar a ellos.

Lo que se convierte en prohibitivo al alcance de los locales, tomando en cuenta el salario promedio de mil 500 pesos semanales que rige en la zona.

Además el promedio de las familias tizimileñas está conformada por tres a cuatro miembros, quienes al utilizar los juegos mecánicos una sola vez resulta un promedio de 200 a 300 pesos mínimo, sin tomar en cuenta que consumir algunos alimentos más el transporte para llegar al recinto ferial elevan los gastos de las familias hasta los mil 500 pesos en una noche, lo que representa el salario semanal promedio que gana un trabajador local.

Y que decir de los servicios básicos urbanos que se brindan en la ciudad, en dónde la recoja de basura se ha convertido en un calvario para las familias de la ciudad de Reyes y la escasa cobertura de internet en las zonas mantiene aislados por varias horas a más de 30 mil habitantes que viven después del segundo cuadro de la ciudad.

Para el alcalde Couoh Suaste, nada de esta problemática le importa pues lejos de realizar gestiones para garantizar el buen suministro del servicio está más preocupado por realizar un lienzo charro en los terrenos del recinto ferial con recursos de la escasa recaudación que genera Tizimín.

Prefiere mantener sus intereses personales que preocuparse por los servicios básicos que demandan los centenares de pobladores y de los que a diario llegan para radicar en la ciudad.

Es común observar en varias colonias de la ciudad, pozos pluviales sin terminar, que entorpecen el tránsito de la ya desordena vialidad de una ciudad que no deja de crecer pero que para sus autoridades sigue siendo un pueblo bicicletero que tan sólo es utilizado para salir de pobres a los alcaldes en turno.

El pueblo está cansado de los excesos de un alcalde con aires de virrey y operatividad de eunuco, pues las carencias y necesidades principalmente en el sector salud se acrecentan en el día a día sin importarles a los tres niveles de gobierno.

Prefieren invertir 50 millones de pesos en el centro histórico de la ciudad que en invertir en un hospital acordé a las necesidades que requieren los habitantes de la zona.

Urgen camas hospitalidad y medicina de especialidades para frenar las decenas de muertes mensuales que ocurren producto del deficiente sistema de salud que tenemos en la zona.

En ese tema Pedro Couoh Suaste está totalmente ausente, pues sus intereses personales es el manejo de la obra pública para recibir su respectivo diezmo y repartirlo entre sus allegados.

Y ese es Pedro Couoh Suaste, el alcalde persecutor de los que no piensan como él; amenazas como constante de operatividad sin que le importe su flagrantemente violación a la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos.

Y todo ello lo realiza gracias a la complicidad que mantiene con el gobernador del estado Mauricio Vila Dosal, quien lejos de recriminar sus acciones las avala cómo si se tratara de proteger sus intereses personales y no de sus gobernados.

El pueblo está cansado de tanta atrocidad provocada por las ambiciones de la clase política local que se ha divorciado totalmente de los intereses de los tizimileños y se sienten con derecho de estirpe de ser los herederos de la presidencia para hacer negocios desde las oficinas del palacio en tanto más de 70% de la población carece de un salario decoroso o cuando menos de las herramientas tecnológicas para seguir avanzando en está difícil era de la tecnología.

Las encuestas no mienten, reflejan el sentir ciudadano y en el día a día el Partido Acción Nacional empieza a alejarse de la presidencia municipal producto de las ambiciones personales de un alcalde que ha enloquecido con el poder y hoy únicamente gobierna para los intereses de un reducido grupo de familias que cada vez que asume un miembro del blanquiazul a la presidencia se convierten en los nuevos ricos del pueblo.

Y todo ello poco importa a Pedro Couoh Suaste, al fin y al cabo comprar caballos un día sí y otro también, construir un lienzo inoperante para los tizimileños, así como contratar grupos musicales que cobran arriba del millón de pesos es algo que Mauricio Vila Dosal le permite gracias a la complicidad ejercida desde el mismo día en que fue electo por segunda ocasión.

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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