Las Cabalgatas No Otorgan Votos, Ni Perdón a Políticos

Renán Castro Madera/CAMBIO 22

En Quintana Roo, desde el pasado domingo ha surgido senda polémica en torno a una noble tradición que por años se han desarrollado en gran parte de México y algunos países latinoamericanos; las cabalgatas.

El pasado domingo dos caballos que participaban en la Cabalgata de Playa del Carmen en honor a la Virgen del Carmen, colapsaron producto de las altas temperaturas que imperaban a la hora de su desarrollo, como consecuencia de una vieja costumbre: agendar el sombrerazo de salida a la hora que marquen las agendas de las autoridades que asisten a ese festejo y no del que se apegue al beneficio del jamelgo y sus jinetes.

Sin mayor afan que el análisis apegado a una realidad objetiva las razones de este escrito es para dejar en claro que el oportunismo simplón no debe imponerse sobre una actividad tan común como festiva.

Los neopoliticos deben dejar de estar jodiendo y opacando esas valiosas tradiciones con un oportunismo ramplón que avergonzaría al más adelantado de los políticos del periodo neoliberal.

Las cabalgatas y ferias tradicionales son esencia de la fundación misma de una sociedad y que en nada definen ni el respeto ni el cariño que sus ciudadanos otorgan a sus políticos que de manera oportunista acuden para darse “baños de pueblo” sin aportar más que su presencia.

Siempre he considerado que la presencia de la máxima autoridad en esas actividades paganas, es necesaria y recurrente, más no indispensable.

No deben utilizarse para el oportunismo político ni para tratar de engañar a sus gobernados.

Aunque algunos organizadores de algunos años a la fecha han intentado “partidizar” a las cabalgatas como una muestra de cierta preferencia electoral o simple y sencillamente una manifestación de oportunismo puro y lambisconeria forroda de lo mismo.

Las cabalgatas y otros eventos tradicionales únicamente son eso; no son para el lucimiento personal de nadie y menos con aspiraciones políticas que lejos de beneficiarse al acudir cada semana como lo hacen ciertos políticos tanto de Yucatán como de Quintana Roo, cansan a quienes asisten y más cuando sus resultados en los puestos populares que ostentan dan muestra de su divorcio con los verdaderos intereses del pueblo.

Además de no aportar un sólo peso a la organización de las mismas, aunque si buscan los beneficios del “baño de pueblo” que por antonomasia otorgan esas manifestaciones populares.

Gobernadores y presidentes municipales considero que deben acudir, pero en posiciones bien definidas; establecidas por los mismos organizadores y en horarios que beneficien a los equinos y no a lo que marcan las agendas políticas de quienes acuden.

Una cabalgata es la manifestación misma del sentir del pueblo, que las realiza con el objetivo de rendir un homenaje al binomio hombre-caballo, en franca convivencia con la naturaleza amalgamado con el sentir de sus festividades paganas que engalanan al santo patrono de los pueblos.

Las cabalgatas son fiestas y el sentir de un pueblo, no eventos para lucimiento del político con aspiraciones y menos cuando su trabajo se ubica en la lejania de los intereses de sus gobernados.

Acudo a estas líneas como un practicante de esta noble tradición, misma en la que hemos aportado experiencias y recursos a lo largo y ancho del país, sin buscar un beneficio económico y menos político, como hoy en día suelen utilizar para beneficio del organizador o del político que acude para vanagloriarse de su “aceptación” a través de “selfies” que presumen al por mayor en sus redes sociales.

Ya basta, señoras y señores, para algunos una cabalgata representa la esencia misma del pueblo a lo largo de la historia misma de la humanidad y debemos honrarla al momento de acudir y de organizarlas, para no caer en manos de oportunistas de los mal llamados “animalistas” que piden respeto para los animales, pero que pocas veces he visto a estas mismas personas exijir a sus autoridades que frenen el clima de violencia criminal que impera en más de 80% del territorio nacional.

Y por ello reitero, “Las Cabalgatas No Otorgan Votos”, por lo tanto dejen de joder esa noble tradición…

P.D

Cada lunes de postferia o cabalgatas, anuncian escasez de “Talco Dos Caras” en la península, por aquello de las “escaldadas” en políticas y políticos de patio que acuden a las cabalgatas.

Con Datos del Sistema de Noticias CAMBIO 22
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