Renan Castro Madera/CAMBIO 22 

Un problema de antaño se recrudece en silencio pero bien organizado por parte de comunidades porteñas de Yucatán, cansadas de tolerar las complicidades de autoridades de los tres niveles de gobierno con pescadores furtivos y comerciantes de especies exóticas y en veda que comercializan en el mercado internacional.

Apenas el jueves pasado en varios puntos del litoral yucateco decenas de pobladores , cansados de esperar respuesta contra la mafia de depredadores marinos, cerraron la vía de acceso a Río Lagartos, San Felipe y Las Coloradas.

Inmensa fila de vehículos varados daban muestra del hartazgo de los lugareños cansados de tanta corrupción en autoridades encargadas de vigilar los recursos marinos lo que ha generado que crezca la tensión y desemboque en actos de violencia.

Para atemperar el problema se les informó que alrededor de las nueve de la mañana del miércoles pasado llegaría personal de CONAPESCA de Mazatlán para tomar cartas en el asunto, ya que no querían la presencia de funcionarios estatales por estar -según los inconformes- coludidos con la mafia de depredadores, por lo que respetaron el tiempo solicitado y al no llegar ningún representante de la mencionada dependencia, alrededor de las dos de la tarde se reunieron cerca de 200 pescadores de Las Coloradas y junto con sus familias y vehículos propios, incluyendo un tractor, se dirigieron hacia el crucero mencionado para bloquearlo completamente, mencionando que no sería abierto hasta que las autoridades tengan una solución a su problema.

Ayer de manera sorpresiva la Policía de Seguridad Pública Estatal realizó un importante decomiso de pepino de mar en la colonia Chuburna de Hidalgo de Mérida Yucatán.

Según los vecinos que señalaron que no era la primera vez que se realizaban un cateo a una empresa ubicada sobre la calle 29 entre 20 y 18 de la citada colonia.

Desde las 8 de la mañana arribaron elementos del Ejército, Guardia Nacional y la Secretaria de Seguridad Pública, las cuales cerraron las calles al acceso vehicular y tránsito de peatones.

Cerca de tres horas duraron los elementos fuertemente armados y estuvieron en el sitio hasta que se retiraron así como llegaron ante la sorpresa y asombro de vecinos.

Hasta el momento no se sabe si hubo detenidos y cuánto fue la cantidad de la especie de mar decomisada.

A principios del mes de agosto, la prestigiada organización de investigaciones sobre seguridad nacional e internacional InSight Crime, publicó un amplio reportaje sobre la gravedad de este fenómeno que ha llevado a crear grupos de autodefensa en las comunidades del litoral yucateco, catalagado como el más seguro del país según sus autoridades.

La Sobrepesca de Langosta Uno de los Tantos Ejemplos de la Mafia Marina que Opera en Yucatán.

La sobrepesca ilegal de langosta en la costa de Yucatán, México, motivó la creación de un grupo de vigilancia comunitaria conformado por pescadores, lo que permite darse cuenta de las amenazas que enfrenta no solo la vida marina de la región, sino también las comunidades que dependen de ella.

A lo largo de los pasados cuatro meses, los pescadores de la comunidad de Río Lagartos, en Yucatán, han actuado como grupos de vigilancia para proteger las poblaciones de langosta en las zonas de pesca locales. El grupo está conformado hasta por cinco integrantes de una cooperativa pesquera, quienes declararon que el aumento desenfrenado de la pesca ilegal había llevado a la reducción acelerada de las reservas de langosta.

Los pescadores informaron que el 1 de julio, el primer día de la temporada de pesca, cuando acostumbran pescar los lotes de langosta más grandes, la pesca fue dos terceras partes por debajo de lo habitual. Donde cada lancha recogería normalmente 60 kilos de langosta al día, apenas lograron atrapar 20 kilos este año.

El grupo, conocido como Comité Comunitario de Inspección y Vigilancia del Oriente de Yucatán, no tiene facultades legales para detener a pescadores ilegales, pero apoyan a los funcionarios mexicanos que confiscan equipos de pesca a barcos sorprendidos en el agua durante la temporada de veda.

Según los pescadores de Río Lagartos, las tripulaciones ilegales vienen del municipio vecino de Dzilam de Bravo. En julio de 2021, una serie de decomisos en Dzilam de Bravo recogieron cerca de 10 toneladas de productos de mar atrapados ilegalmente, en su mayoría pulpos. El alcalde y el jefe de policía de ese municipio también fueron señalados de tener vínculos con operaciones de pesca ilegal.

Y los pesqueros invasores no llegan solo de Dzilam de Bravo ni pescan solo langostas; vienen de muchos otros lugares para saquear las aguas de Yucatán. El año pasado, InSight Crime informó que barcos de estados como Campeche, Tabasco y Quintana Roo tienen responsabilidad en el agotamiento de las poblaciones de peces, pulpos y pepinos de mar en las aguas del estado de Yucatán.

Autodefensas Porteñas Un Fenómeno Social Poco Tomado en Cuenta

Estos grupos de vigilancia comunitaria son cada vez más comunes en México, donde diversos sectores ven sus medios de subsistencia amenazados por factores como las organizaciones criminales.

Aunque esta es la primera noticia sobre un grupo creado por pescadores de langosta, sigue un modelo existente. En mayo pasado, en el vecino estado de Campeche, se supo que los pescadores se estaban armando para repeler ataques de piratas que les roban los motores y la pesca.

En tierra, cultivadores de aguacates y limones se han alzado en armas para combatir los ataques sistemáticos y la violencia de la que son blanco por parte de algunos de los grupos criminales más temidos de México.

Al contrario de estos, los pescadores de langosta no ejercen violencia ni portan armas, pero también ellos como los otros casos lamentan la total falta de apoyo de las autoridades.

Un miembro del grupo de defensa declaró que han hecho repetidos pedidos de ayuda a instituciones estatales y federales para la protección de sus predios de pesca.

“No nos han ayudado con nada. Nos dimos cuenta de que teníamos que hacerlo con nuestros propios recursos”, señaló el integrante.

En 2021, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) solo tenía tres barcos y seis agentes para la protección de los 378 kilómetros de litoral que conforman Yucatán, la misma zona donde, en 2020, operaban 3.983 pesqueros pequeños y 638 embarcaciones de mayor calado, según cifras de la iniciativa Pescando Datos, de la ONG mexicana Causa Natura.

 

Con datos InSight Crime

redaccion@cambio22.mx

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