La Violencia Posiciona a Tapachula como el Epicentro del Crimen Organizado en la Frontera Sur
19 Sep. 2024
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500 mil dólares diarios se embolsa el crimen organizado producto, de tráfico de drogas, trata de personas, prostitución, cobro de piso etc.
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100 mil dólares diarios van a parar a manos de autoridades como Migración y Guardia Nacional.
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Trata de personas con fines de explotación sexual, decenas de mujeres reclutadas ahí son llevadas a Cancún, Playa del Carmen y Mérida, Yucatán.
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Los señores del narcotráfico son los que mandan en la región.
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Despacho 14
El Violento Oficio de Escribir
Alfredo Griz/CAMBIO 22
“Los Señores” son los narcotraficantes, miembros del Cártel de Sinaloa y del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Ellos son los que mandan aquí en Tapachula, esta añeja ciudad de la frontera sur de México con Guatemala, es una ciudad con un hampa compleja y de larga data en la que ha habido en algún momento la predominancia de las pandillas callejeras latinoamericanas que funcionan en una violenta simbiosis con los carteles de la droga y que se han convertido en sus principales actores.

La MS13 tuvo una fuerte presencia en este mapa criminal y se podría decir que gobernó varios puntos de la ruta migratoria que empieza en Tecún Umán, del lado de Guatemala, y termina en Arriaga, 279 kilómetros más adelante.
Sin embargo, el posicionamiento de los carteles, sobre todo ante los cruces de precursores de Fentanilo con rumbo a la península de Yucatán y otros estados de la República Mexicana, obligaron a los varones de la droga a quitar el control que les habían cedido a las pandillas, quienes eran una especie de sicarios sub contratados por los Carteles Mexicanos.
Sin embargo, en la última década la actividad criminal ha sido cooptada, tal como ha ocurrido en todo el estado de Chiapas y en todo México, hasta quedar bajo el paraguas de dos grandes estructuras: el Cartel de Sinaloa y el CJNG.

Delimitando el actuar de las pandillas o en su caso haciendo que militen de manera directa con los carteles, bajo sus reglas y axiomas del mundo del crimen organizado, quitándoles, territorialidad, autoridad y presencia en esta parte de la frontera sur.
Es evidente que el papel que jugó Tapachula, como centro de migración y ruta de trasiego de droga y en menor medida de armas, alguna vez alimentó a esas pandillas, ahora está alimentando a otros grupos más grandes.
Está situación está en demasía contribuyendo a provocar un fuerte conflicto entre los dos grupos narcotraficantes más poderosos del país. Conflicto que también obliga y orilla a organizaciones internacionales y a funcionarios públicos y políticos de México a tomar partido por uno u otro bando ya que el negocio es por demás sumamente redituable.
Es imposible entender a Tapachula sin la migración. Es una ciudad fronteriza del sur del estado de Chiapas, ubicada a poco menos de 20 kilómetros del río Suchiate, que separa a México de Guatemala. La buena infraestructura vial y sus dos puertos –que dan al Océano Pacífico– han convertido esta ciudad de 980 kilómetros cuadrados en un punto importante para el tráfico de personas, de precursores de Fentanilo, de cocaína e incluso sirviendo como paso para terroristas que buscan alcanzar la Unión Americana, si la frontera norte es vulnerada por tener cierta porosidad, Tapachula como punta de lanza de la frontera sur, es una verdadera esponja que ha podido absorber y hacer crecer debido a sus condiciones, cualquier manifestación del Crimen Organizado.

Desde finales de la década de los 90, por su ubicación geográfica cerca de las costas del Pacífico y por haber sido la primera estación del tren Chiapas-Mayab –mejor conocido como “La Bestia”, el cual conecta el sur y el centro de México– este lugar se convirtió en una ciudad de paso obligatoria para miles de migrantes centroamericanos que intentaban llegar a Estados Unidos.
Décadas de migración centroamericana pasando por este lugar han dejado un sedimento cultural notorio. Basta con decir que su comida típica es la comida china y su música tradicional es la marimba guatemalteca. En esta ciudad, por donde se mire, hay migrantes. En las calles, en las plazas, en albergues, pero también trabajando en restaurantes, atendiendo en bares, recibiendo nuevos clientes en hoteles, o despachando en tiendas o pulperías. Hasta su equipo de fútbol, “Los Cafetaleros”, en 2020 llegó a tener 16 de 34 jugadores extranjeros, es decir el 40% de su equipo.
Para dimensionar mejor la importancia de Tapachula en la migración que pasa por México, basta con decir que de las casi 390.000 personas provenientes de 102 países de los cinco continentes que solicitaron asilo entre 2021 y 2024, el 60% lo hicieron en Tapachula, según datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR). Aunque estos datos se quedan cortos. Según activistas locales, el número de migrantes que pasan por esta ciudad es –siendo muy moderados– el doble o el triple, porque la mayoría buscan pasar desapercibidos sin dejar huella o registró.

La migración también ha dejado otros fenómenos, como las pandillas centroamericanas. Actualmente en Tapachula habitan algunas células de la MS13 y del Barrio 18. Aunque su poderío no es ni siquiera cercano al que tienen en los barrios y colonias de Centroamérica, algunas colonias de Tapachula, como Indeco, Buenos Aires o 16 de Septiembre, mantienen una presencia notoria de ambas pandillas.

Las políticas antiinmigrantes impulsadas por Estados Unidos y aplicadas por México se han encargado de evitar que esos migrantes lleguen a su destino, lo que ha obligado a miles de ellos a quedarse en el camino, cuando tienen la suerte de no ser devueltos al lugar de donde huyeron. Estas mismas políticas, con el paso del tiempo, han ido moldeando este lugar y lo han convertido en una especie de ciudad-trampa donde, hoy por hoy, viven miles de migrantes estancados. Lo que ha generado que se conviertan en el ejército de sicarios que el Crimen Organizado requiere para operar y tener bien afinada la maquinaria de corrupción, complicidad y amedrentamiento contra la sociedad en esta región de México.
Así también podemos señalar que Tapachula se ha convertido en una meca para el tráfico sexual, todo lo anterior, hace que las personas acaben configurando perfiles vulnerables que van perdiendo su capacidad de decisión frente a las circunstancias adversas. Este rotativo realizó varias entrevistas y el transcurso de las mismas se mencionó que esta situación afecta principalmente a hombre debido su mayor número en las cifras de población migrante.
Sin embargo, aunque con menor proporción dentro de dichas cifras, el impacto en las mujeres es más significativo debido a las vulnerabilidades existentes en función de su condición de género. Además de riesgos como el engaño, la extorsión o el abandono en el camino que van aparejados al tráfico ilícito, las mujeres enfrentan el riesgo de sufrir violencia y agresiones sexuales (UNODC, 2021).

Por ejemplo, en los grupos focales realizados en uno de los albergues de Tapachula las mujeres participantes señalaban la insistencia con que, a diferencia de sus compañeros de viaje hombres, eran abordadas por quienes les ofrecían servicios de transporte llegando al extremo del acoso. Como dato de importancia resaltar que, en el amplio espectro de la migración irregular de la cual el tráfico ilícito hace parte, existe una hipersexualización hacía las mujeres de origen caribeño para quienes existen ofrecimientos de empleo en bares y restaurante como estrategia de atracción de clientela o bien ofrecimientos de traslado a cambio de servicios sexuales.
Aunado a ello pues el embate de las pandillas y los grupos de narcotraficantes que ahí operan, es más fácil que las recluten y las lleven a trabajar como prostitutas a ciudades como Cancún, Playa del Carmen, Mérida, que son las más socorridas y utilizadas comúnmente por el Crimen Organizado para esos delitos.
Así bien, los señores del narcotráfico que es quienes lideran y mandan en esta región como en muchas otras del interior del país, ellos deciden qué se hace, que no se hace, quien vive, quien muere, a quien se le cobra derecho de piso, a qué candidato de tal o cual partido se le da el apoyo económico y a cual se le amedrenta, es decir y como últimamente lo hemos visualizado en todo el estado de Chiapas, el Crimen Organizado es el que mande y mantiene el control, la estabilidad o inestabilidad del Estado.

La facilitación del tráfico ilícito de migrantes y de drogas es realizada por una variedad de actores que operan con diferentes capacidades, trayectorias y límites. En términos sociodemográficos, los hallazgos del diagnóstico confirman la tendencia ya señalada de una casi exclusiva participación de hombres en el control de la actividad (cfr. OIM, 2020). Tanto en San Marcos como en Tapachula las alusiones al perfil de las personas dedicadas al coyotaje hacían referencia a hombres adultos y, en el caso específico de la segunda de estas localidades, a hombres cercanos a la tercera edad ocupados en tareas de transporte. (Balsas, taxis, combis).
Al indagar sobre la participación de mujeres y menores de edad, las respuestas eran menos contundentes en términos de presencia de estos perfiles. Por ejemplo, en algunas entrevistas realizadas en Tapachula, se menciona que hombres jóvenes son los encargados de verificar la presencia o no de retenes migratorios en las rutas; mientras que, en el caso de la participación de las mujeres, personas migrantes entrevistadas solamente refirieron haber visto algunas en los lugares donde pernoctaban pero sin hacer referencia a un mayor protagonismo.

Al darse en ambientes domésticos y con vínculos familiares, el tráfico ilícito involucra a distintos perfiles. Un ejemplo paradigmático de esta situación lo representa el caso del exalcalde del municipio de Comitancillo, San Marcos, Ramiro Coronado Pérez, quien lideraba una red de coyotaje responsable del asesinato de 16 personas migrantes de esa localidad, en enero de 2021 en Tamaulipas. De acuerdo con la información de medios, luego de este trágico suceso fueron detenidos un hermano y dos familiares mujeres señaladas de lavado de dinero y recepción de transferencias para el traslado de migrantes y trasiego de droga.
Toda esta infraestructura de orden transnacional, tiene su epicentro en Tapachula, ahí es el corazón de este importante pulmón que le inyecta de manera diaria cientos de miles de dólares al crimen organizado, se estima que de manera diaria el narcotráfico obtiene por lo menos más de 500 mil dólares, producto de extorciones, derecho de piso, secuestros y trata de personas, de esos 500 mil dólares cien mil dólares se quedan entre Migración, Guardia Nacional y la Policía Estatal, quienes son los encargados de darles el blindaje y manto protector al Crimen Organizado para que pueda operar sin ser molestado.
El paso más peligroso para los migrantes sin lugar a dudas es por México y la ciudad más peligrosa que deben sortear es Tapachula, por la propia ACNUR y COMAR señalan que les dan indicaciones de que no se queden mucho tiempo, precisamente alertándolos de que podrían caer en manos del narcotráfico o de alguna de sus ramificaciones.
RHM




















