• El mediocampista fue en su momento una gran promesa del futbol mexicano, llamado a brillar en la Selección y en el extranjero, pero los excesos lo consumieron.

 

Redacción/CAMBIO 22

Carlos Peña fue en su momento una de las grandes promesas del futbol mexicano, llamado a brillar con la Selección Nacional e incluso en el extranjero; sin embargo, más temprano que tarde pasó a engrosar una larga lista de jugadores que nunca fueron lo que se esperaba de ellos.

Surgido de la productiva cantera del Pachuca, el originario de Ciudad Victoria, Tamaulipas, no despuntó de inmediato en Primera División, más allá de que desde su debut en el ya lejano abril de 2010, demostró condiciones y talento suficiente para ganarse un lugar con los Tuzos.

Fue necesario que saliera de la cuna para que encontrara su sitio en el León, en donde le tuvieron paciencia y ésta rindió frutos. El apodado ‘Gullit’, por la cabellera ensortijada y cierto parecido físico con el legendario futbolista holandés, no solo se convirtió en pieza fundamental en ‘La Fiera’, si no en figura del balompié azteca.

Referente de aquel equipo que dirigía Gustavo Matosas, el cual logró el bicampeonato en 2014, a los 24 años Peña estaba llamado a ser uno de los pilares de la Selección Mexicana en el Mundial de Brasil.

Sin embargo, a unos meses de la justa, tuvo un declive alarmante que no encontró freno y esto provocó no solo que perdiera la titularidad en el Tri, si no que aquella versión del futbolista que era capaz de marcar diferencia, no se viera más.

En la Copa del Mundo su presencia resultó anecdótica: participó solo algunos minutos, extraviado, ausente. Ya no era el ‘Gullit’. El encanto fue efímero.

Se marchó a Chivas con la tristeza a flor de piel y entre lágrimas por dejar al León, lo que resultó un mal augurio que con el paso de los meses se confirmó. El Rebaño Sagrado que desembolsó un dineral por el mediocampista, vio su inversión perdida casi de inmediato. Había fichado a un fantasma.

LOS EXCESOS

Fue entonces que salieron a la luz pública algunos excesos del jugador relacionados con la fiesta y el alcohol. Pese a ello, los clubes que seguían interesados en sus servicios no eran pocos.

Regresó a casa y pasó de noche en una segunda etapa con el León; Pedro Caixinha se lo llevó a Escocia con el Glasgow Rangers, en donde también resultó un fiasco, y por si fuera poco el mismo técnico portugués lo ‘repatrió’ cuando asumió las riendas del Cruz Azul.

Enésima oportunidad para Peña y de nueva cuenta, sonoro golpe con la realidad. Basta resumir que salió de La Máquina por la puerta de atrás, luego de confirmarse sus problemas de alcoholismo.

Y el peregrinar no terminó: fue a jugar a Polonia, sin algo relevante que reseñar, volvió a México con el Necaxa y lo mismo, hasta que aterrizó en los Correcaminos de su tierra natal, Tamaulipas, en donde tampoco resurgió.

Hizo varios intentos por mantenerse en activo en ligas de Centroamérica y algunas exóticas del Medio Oriente, pero más tardó en ser presentado que en lo que le dieron las gracias.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Gullit Peña (@gullitpena_27)

LO ÚLTIMO

En septiembre del año pasado se conoció que el ‘Gullit’, ya retirado del profesionalismo a sus 34 años, estaba probando suerte en Tijuana en un equipo de futbol rápido llamado Atlas FC.

El mediocampista estaba incursionando en lo que se conoce como ‘la talacha’ que no es otra cosa que exjugadores profesionales jugando en equipos amateurs a cambio de un pago.

Y lo más reciente del personaje en cuestión se conoció ayer lunes tras ser detenido en León por conducir en “completo estado de ebriedad”, según el reporte de las autoridades.

Relatan que los elementos de tránsito le marcaron el alto a Peña, toda vez que realizaba maniobras peligrosas, se acercaba demasiado a las banquetas intimidando a los peatones, derrapaba y provocaba a otros conductores cerca de las 14:00 horas.

En cuanto los agentes de tránsito se acercaron al automóvil del ‘Gullit’, se percataron que tenía aliento etílico, así que le hicieron la tradicional prueba de alcoholímetro y le detectaron 2.0 gramos de alcohol por litro en la sangre cuando el límite es de 0.5, así que en el reporte se asentó que tenía “ebriedad completa”.

Después de no haber pasado la prieba del alcoholímetro, Peña fue remitido a los separos donde debía permanecer 20 horas, mientras que su automóvil fue llevado al corralón de Tránsito Municipal.

 

 

Fuente: LatinUS

redaccionqroo@diariocambio22.mx

RHM/RCM

 

WhatsApp Telegram
Telegram


WhatsApp Image 2025 11 30 at 12.28.27 AM
WhatsApp Image 2025 11 30 at 12.28.27 AM