La Sabana de Chetumal, un Ecosistema en Peligro

• La SEMA en coordinación con CAPA atenderán plantas residuales que necesiten rehabilitación.

Miguel Ángel Fernández/CAMBIO 22

CHETUMAL, 9 de septiembre.- El secretario de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo, Óscar Rébora Aguilera, anunció que se llevarán a cabo reuniones para evaluar el estado de las plantas de tratamiento de aguas residuales, especialmente la de Chetumal, que ha sido señalada por su impacto negativo en la sabana de la región.

La Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) colaborará en la rehabilitación de estas plantas, una iniciativa impulsada por la gobernadora Mara Lezama.

En cuanto a la proliferación de la lechuga acuática en la sabana, un problema que ha persistido en la región y que ocupa más del 10 por ciento de la superficie del cuerpo de agua, reconoció que desconoce de estudios que se hayan realizado al respecto.

Cabe recordar que, la ex titular de SEMA informó que se harían estudios sobre la problemática de contaminación en la sabana.

“Primero hay que hacer los estudios para ver de dónde viene y por qué se origina este tema, una vez que tengamos la información científica entonces iniciaremos con la instalación de las mesas de trabajo”, indicó la ex titular de SEMA, Huguette Hernández Gómez en mayo de 2023.

No obstante, sobre este tema el secretario Óscar Rébora dice que desconoce del mismo, por lo que solicitara información al respecto.

Cabe mencionar que, a pesar de la gravedad del problema, la realidad no se han destinado suficientes recursos para eliminar la lechuga acuática, la cual afecta la biodiversidad del ecosistema al impedir la fotosíntesis y oxigenación del agua. Investigadores del Colegio de la Frontera Sur han advertido que esta planta invasora representa una amenaza para la fauna acuática.

De hecho, el gobierno municipal había recibido desde hace algunos años reportes de contaminación debido a rellenos ilegales y descargas de aguas residuales.

La sabana de Chetumal, que forma parte de un ecosistema conectado con los manglares de Bacalar y la Bahía de Chetumal, alberga una gran diversidad de especies. Sin embargo, la creciente urbanización y la falta de controles ambientales continúan deteriorando este vital cuerpo de agua.

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