► La carretera libre rumbo a Mérida, a cargo del municipio Benito Juárez, es un verdadero desastre, cada vez con mayor deterioro

Por Olivia Vázquez/CAMBIO 22

CANCÚN, Q. ROO, 21 de noviembre.- Si bien Cancún logró este año renovar la puerta de entrada al destino con la remodelación que se realizó en el Bulevar Luis Donaldo Colosio y el entronque al Aeropuerto Internacional de Cancún, su “puerta trasera”, la salida por la carretera libre (180) rumbo a Mérida es un verdadero desastre. Se trata de un tramo de tres o cuatro kilómetros que unen a la carretera de paga rumbo a Mérida con la libre, con un puente de intersección que realiza la división para ir a Leona Vicario o tomar la carretera de paga.

En este pequeño tramo, que transitan miles de turistas y otros miles más de trabajadores que viven en todas las comunidades que se dirigen a Valladolid por la carretera libre o hasta Chichén Itzá, se encuentra bache sobre bache a partir del letrero que anuncia que termina la carretera a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y que comienza el tramo municipal de Benito Juárez que permite la entrada a Cancún para entroncar con la avenida López Portillo, la principal arteria vial que atraviesa toda la ciudad rumbo a Isla Mujeres.

Este tramo lleva más de 30 años sin atención y aunque hace más de 15 años la entrada a Cancún por Mérida fue reparada y ampliada a tres carriles para recibir al turismo peninsular, el lunar vial que entronca la libre con la de paga nunca ha recibido mantenimiento alguno y se convierte en un tramo peligroso para miles de automovilistas que pasan todos los días por este corredor, donde también se han ubicado muchos de los balnearios para la población de Cancún y en donde avanza una oferta turística e inmobiliaria dirigida sobre todo al nacional.

Cuando se atraviesa el puente de intersección con la carretera de cuota, la vialidad de tres carriles se reduce a un carril ida y vuelta llena de baches que se vuelven un riesgo vial, pues aunque se van tapando los baches, uno queda encima de otra y por momentos los viajeros tienen que frenar para dejar pasar al vehículo de frente y poder librar el bache y lograr salir por la otra vía que tiene Cancún en comunicación con Yucatán.

Esta vialidad, además de ser un solo carril, no tiene alumbrado, no tiene pintura, no tiene acotamiento yapenas y un pequeño triangulo frente al puente anuncia que se va a entrar a Cancún finalmente.

 

o.vazquez@diariocambio22.mx

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