La Proliferación de Narco Laboratorios en Europa y la Expansión del Cultivo de Coca en el Mundo
29 Dic. 2023-
Por Jonny Wrate (OCCRP), David Espino (El Universal), Jody García (Plaza Pública), Angélica Medinilla (Agencia Ocote), Enrique García (Ojoconmipisto), Víctor Méndez (Narcodiario), Arthur Debruyne, Brecht Castel (Knack), Juanita Vélez (CLIP-OCCRP)
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Desvelando el Submundo del Narcotráfico: Laboratorios y Cultivo de Coca, la Alarma Crece en Europa. No Te Pierdas la Explosiva Segunda Parte de la Investigación de Narcofile
Narcofile/CAMBIO 22
Segunda Parte
No está claro cuánto costó el laboratorio, pero dos expertos entrevistados por OCCRP estimaron que construir instalaciones similares podría costar entre 200.000 y 500.000 euros. En los chats hackeados citados por la policía, un miembro holandés de la banda especuló que su jefe había invertido un total de 2 millones de dólares en uno de sus laboratorios.
La ubicación ofrecía otra ventaja. En Sudamérica, los productores de drogas suelen tener dificultades para obtener precursores químicos de alta calidad, como el permanganato de potasio. Pero en la Unión Europea, los grupos criminales, que cuentan a menudo con décadas de experiencia en la producción de drogas sintéticas, pueden obtener las sustancias químicas directamente de productores legales. Varias condenas en tribunales holandeses por casos similares muestran que estas compras a menudo son manejadas por intermediarios que afirman que los productos químicos se utilizarán para actividades legales como la restauración de arte.
Los chats hackeados del caso Nijeveen muestran que miembros de organizaciones holandesas hablaban de gastar entre 300.000 y 400.000 euros en “líquidos”, una referencia a precursores químicos, cuando el laboratorio estaba en construcción.
Los holandeses lo tienen todo, puertos, redes de distribución, ubicaciones, productos químicos. Pero carecen de experiencia. Los colombianos tienen el producto y la experiencia”, explicó a OCCRP Martin van Nes, fiscal principal de tráfico de cocaína en los Países Bajos. “Se podría decir que es casi un matrimonio de conveniencia”.
Los periodistas han descubierto que esta experticia es un producto de exportación apetecido. El traficante radicado en Bogotá cuyo teléfono fue interceptado no sólo envió un equipo de “cocineros” a Guatemala para procesar su cocaína centroamericana, sino que también habló de mandarlos a trabajar a Ámsterdam.
Otros han sido enviados a hacer trabajos similares en España. Un cocinero de cocaína colombiano que trabajaba en un laboratorio en las afueras de Madrid le dijo a Narcodiario -socio español de OCCRP – que lo contrataron para gestionar un equipo de seis personas y le pagaron alrededor de 450 euros por “unidad”, que es como se suele denominar cada kilogramo producido.
“Es lo que sabemos hacer bien”, dijo el cocinero, hablando bajo condición de anonimato. “Nací en una región donde esto es el día a día de cada familia y se aprende antes a trabajar con la coca que a leer o escribir”.
La “base miserable” del tráfico de cocaína
Los “cocineros” de cocaína trabajan en unas condiciones que las autoridades califican de insalubres e inhumanas. Los turnos son largos y los trabajadores a menudo duermen y comen en los sitios de producción. Narcodiario, socio de OCCRP, entrevistó a un colombiano que llegó a España para procesar cocaína. Dijo que había estado fabricando la droga desde que era niño, y que aceptó el trabajo en parte porque:
“Es lo que sabemos hacer bien”.
Explicó que un amigo de la región del Putumayo, al Sur de Colombia, lo recomendó. Antes de viajar, la banda le pidió el pasaporte y le gestionó todos los vuelos y la documentación. “Sólo me trasladé a Cali, donde en una agencia de viajes te entregan tickets de avión , Bogotá – París, París – Portugal. Viajas como turista y no tienes que hacer nada, están todos los documentos preparados”, añadió.
Dijo que lo recogieron de madrugada en Madrid y lo llevaron a una granja, donde pasó 15 días viviendo y trabajando en el laboratorio. Los gases podían ser intensos: “Tienes que salir a respirar aunque ya estamos muy acostumbrados”. No se les permitían las comunicaciones, recordó, y compartían habitaciones con literas. Un cocinero les preparaba arroz, carne y patatas.
El trabajo puede ser peligroso: un laboratorio clandestino en los Países Bajos explotó en marzo de 2020, matando un rebaño de ovejas y contaminando el aire y el suelo a su alrededor.
Pocos de los beneficios de ese negocio llegan a los cocineros. Los colombianos detenidos en un laboratorio en Galicia, en el noroeste de España, dijeron a la policía que apenas les habían prometido unos pocos miles de euros por el trabajo.
“Son la base miserable de este criminal negocio que genera miles de millones de euros de beneficios”, declaró a OCCRP Emilio Rodríguez Ramos, inspector jefe de los Grupos de Respuesta contra el Crimen Organizado en Galicia.
El hombre afincado en Bogotá al que la policía colombiana interceptó sus comunicaciones ofreció otro ejemplo de maltrato. Después de que los cocineros que mandó a Guatemala empezaran a negociar directamente sus salarios con un cliente mexicano, les amenazó con quitarles el pasaporte. “Deben entender que son empleados”, le dijo a otro miembro de la banda, según la transcripción de la escucha.
“Cees”, un holandés de 44 años condenado en 2021 por dirigir un laboratorio de metanfetamina en el que empleaba a cocineros latinoamericanos, le dijo a OCCRP que también se había planteado montar un laboratorio para extraer cocaína de materiales impregnados.
La idea, señaló, era evitar costes -como tener que sobornar a funcionarios portuarios o pagar a personas para que forzaran los contenedores de transporte- y compensar así las recientes caídas de precios debidas a la sobreproducción en Colombia.
“Tiene más sentido desde el punto de vista económico”, dijo Cees a OCCRP, que aceptó ser identificado sólo por su apodo. “Han estado produciendo tanto [en Sudamérica] que los precios al por mayor han bajado”.
En una investigación conjunta con autoridades británicas y holandesas, los fiscales colombianos le siguieron la pista a un grupo delictivo transnacional que planeaba exportar cocaína mezclada con productos como aceite de palma, carbón vegetal, café y fertilizantes. No está claro si estos planes se llevaron a cabo.
Según un informe interno que resume las conclusiones de la investigación, un dúo de químicos formado por padre e hijo ayudaba a procesar la cocaína y luego la insertaba en estos productos legales en laboratorios clandestinos colombianos. Antes de exportar la droga, la banda enviaba cargamentos de prueba de carbón sin adulterar a puertos europeos para testear los controles aduaneros de cada país. Ambos fueron detenidos, en un operativo donde 27 personas fueron arrestadas, de las que 19 están apelando.
Una vez al otro lado del océano, la droga se extrae mediante técnicas como el lavado con agua y disolventes del material portador impregnado. En el laboratorio de Nijeveen, el equipo extrajo primero la base de cocaína del carbón en el que se había mezclado y luego la cristalizó antes de envasarla, dejándola lista para la venta. Jorrit van den Berg, el científico holandés, explicó a OCCRP que la sofisticada naturaleza de este tipo de camuflaje ha hecho que algunas de las técnicas de detección estándar resulten ineficaces.
Pero acertar con la receta no es fácil. Un grupo de traficantes, conocido en los medios de comunicación como el “cártel de Morfhox”, experimentó con formas novedosas de eludir la detección en sus envíos a Estados Unidos y Europa, incluido el envío de un kilogramo de cocaína líquida a las Bahamas, destaca una acusación colombiana contra el grupo.
Sin embargo, cuando un miembro de la banda en las Bahamas intentó devolver la droga a su estado original después de que le enseñaran la “fórmula” perfecta, solo consiguió extraer 40 gramos. Decenas de miembros del grupo fueron detenidos en Colombia en 2018 (él y otras personas están apelando).
Freek Pecht, coordinador antidrogas de la policía holandesa, explicó que los colombianos que llegan a Europa eran a menudo los mismos que escondían la cocaína en el material portador impregnado, porque conocían el “código específico” para “desbloquear” los envíos. “Si manipulas con esa receta y las cosas van mal, obtendrás un rendimiento mucho menor o dañarás todo el lote y te quedarás sin nada”, declaró a Knack, colaborador de OCCRP.
Este año, la policía española desmanteló un laboratorio en Galicia, en el noroeste del país. En Europa es la primera estructura de gran tamaño en la que se produce directamente cocaína a partir de un cargamento de pasta base, el rudimentario producto elaborado por los propios cultivadores. Como en Nijeeven, el laboratorio gallego podía producir hasta 200 kilos de cocaína al día.
La pasta base de coca es más barata que los productos más trabajados. Como resultado, procesarla hasta convertirla en cocaína en Europa reduce las pérdidas si un cargamento es incautado. También supone un mayor margen de beneficio del lado europeo, donde mil kilos de cocaína pueden generar hasta 80 millones de dólares, afirma un análisis de Global Initiative, una organización no gubernamental enfocada en el crimen organizado.
“El fenómeno se va a extender de forma exponencial debido fundamentalmente a lo rentable del negocio”, explicó Emilio Rodríguez Ramos, jefe del grupo de policías españoles que descubrieron el laboratorio, a Narcodiario.
Van Nes, el fiscal neerlandés, dijo que las autoridades en Amberes y Rotterdam han estado incautando mucha más cocaína en los últimos años, y que es lógico que los narcotraficantes reaccionen. Intentan “repartir el riesgo, igual que lo haría cualquier inversor de bolsa sensato”, variando métodos, rutas y puertos.
“Entre las organizaciones criminales y las fuerzas de seguridad es el juego de nunca acabar del gato y el ratón”, recalcó.
Este artículo es parte de ‘NarcoFiles: el nuevo orden criminal’, una investigación periodística transnacional sobre el crimen organizado global, que explora cómo innova y cómo se extiende por el mundo.
El proyecto, liderado por OCCRP con el apoyo del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), se inició con una filtración de correos electrónicos de la Fiscalía General de La Nación de Colombia que fue compartida con medios de todo el mundo. Los periodistas examinaron y corroboraron el material junto a cientos de documentos, bases de datos y entrevistas.
Análisis de datos por Ignacia Velasco
Esta investigación contó con reportería de Yelle Tieleman (Follow the Money)
Fin
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