► La corporación lucha todos los días con la falta de combustible para patrullas

 

Ricardo Jesús Rivas/CAMBIO 22

CHETUMAL, 12 de octubre. – En una declaración que derivó en críticas, el director de la Policía Municipal de Othón P. Blanco, Manuel Santibañez Cortés, quien anunció la implementación de tecnología para combatir la creciente ola de extorsiones telefónicas en Chetumal. Sin embargo, la realidad detrás de este anuncio parece evidenciar las profundas carencias que enfrenta la corporación, que ni siquiera cuenta con recursos suficientes para garantizar la operatividad básica de las patrullas, como la recarga completa de combustible.

Si bien la supuesta intención de utilizar el Centro de Comando C2 y tecnología avanzada parece positiva en el papel, el contexto en el que se presenta deja muchas dudas. Ya que la corporación lucha por cubrir necesidades tan esenciales como el abastecimiento de combustible y ahora, Santibañez Cortés, implementar una estrategia tecnológica efectiva.

Al elemento de la Secretaría de Marina a cargo de la seguridad del municipio capitalino deja en evidencia no estar consciente de la problemática othonense y aborda temas ocurrentes y con fundamentos pobres, característicos de nuevos mandos policiales sin proximidad ni a la ciudadanía ni a la realidad.

Santibañez Cortés reconoció que, a pesar de la disminución en los casos de extorsión desde el pico registrado en los meses de julio y agosto, el problema sigue siendo grave, con hasta 10 intentos diarios. Sin embargo, la idea de enfrentar esta amenaza con tecnología y capacitación parece más un discurso grandilocuente que una solución práctica, considerando las limitaciones evidentes. Incluso el propio C2 ha sido víctima de intentos de extorsión, lo que resalta la magnitud del desafío que enfrenta la policía local.

A pesar de la propuesta de usar tecnología, la realidad es que sin recursos adecuados y una verdadera estructura operativa, cualquier esfuerzo por modernizar la policía parece condenado a fallar.

El anuncio de Santibáñez Cortez podría interpretarse como una estrategia desesperada para ganar tiempo o desviar la atención de los verdaderos problemas de seguridad en la capital del estado. Mientras tanto, los ciudadanos continúan enfrentando el riesgo constante de extorsiones, con una policía que lucha por mantenerse operativa, mucho menos por combatir eficientemente el crimen a través de la tecnología que, según las declaraciones, ni siquiera está garantizado.

 

redaccion@diariocambio22.mx  

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