La Policía del Estado, Guardia Nacional y Ejército Asumen el Control de la Cabecera Municipal de Olinalá, Guerrero

Tras los hechos de violencia que dejaron el saldo de dos presuntos delincuentes calcinados en una plaza pública, personal de la Policía del Estado, Guardia Nacional (GN) y del Ejército asumieron el control de la cabecera municipal de Olinalá. La jornada del martes, un grupo de hombres armados irrumpió en la cabecera municipal de Olinalá, realizó disparos en la zona del centro y tomó cautivo a un habitante, cuya familia rápidamente pidió el respaldo de la Policía Comunitaria de la localidad.

Los comunitarios repelieron la agresión, rescataron a la víctima y sometieron a dos de los agresores, a quienes llevaron hasta la plaza pública para golpearlos, exhibirlos y finalmente los asesinaron para luego calcinarlos. Las imágenes de los hechos se viralizaron rápidamente, lo que motivó que la noche del mismo martes el Ayuntamiento emitiera un comunicado en el que condenó la incursión armada, rechazó el uso de la justicia por mano propia y solicitó el respaldo del Estado y la Federación, ya que su policía preventiva estaba claramente superada.

Llega el refuerzo del Estado y Federación

Para la mañana del miércoles, el Gobierno de Guerrero emitió un comunicado en el que informa sobre el resguardo de la cabecera municipal de Olinalá. “En una acción interinstitucional para reforzar la seguridad en la región Montaña, elementos de la Policía Estatal de la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero, en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Guardia Nacional, desplegaron un operativo en el municipio de Olinalá”.

​El documento precisa que se trata de una estrategia conjunta, que tiene como objetivo fortalecer las acciones de vigilancia, proximidad social y prevención del delito, en respuesta a los hechos registrados el día de ayer (martes martes 8 de octubre).

Refiere lo siguiente: “Desde el primer reporte, se desplegó personal operativo en la zona, y hoy se refuerza la presencia de las autoridades civiles y militares para garantizar la tranquilidad de los habitantes”.